Los periodistas muertos de Veracruz

Por David Alemán

Desapareció desde el 8 de marzo del 2011. Su cuerpo fue encontrado en Jáltipan, Veracruz. Denunció la corrupción y la inseguridad que se vivía en el estado, los abusos de autoridad y el vínculo del gobierno con el crimen organizado. Noel López Olguín abría el panorama de una cronología de muertes a periodistas en Veracruz. Cuatro días antes del hallazgo del cuerpo, Alejandro Castro Chirinos, alias “El Dragón”, confesó haber participado en el asesinato de Noel.

Javier Duarte, actual gobernador de Veracruz, empezó su mandato en 2010 en medio de una disputa electoral por corrupción, favoritismo político por Herrera –el anterior gobernante- y manejo parcial de la elección de parte del Instituto Electoral Veracruzano. No obstante, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación validó su elección.

En 2011 aparecerían 35 cuerpos abandonados en Boca del Río frente al edificio donde se realizaba XI Encuentro Nacional de Presidentes de Tribunales Superiores de Justicia y Procuradores y Fiscales Generales de Justicia. “A escasos metros del lugar donde nos encontramos, sucedieron hechos terribles, brutales, hechos que lamentamos y, por supuesto, rechazamos, hechos que nos lastiman a todos”, cito la titular de la PGR, Marisela Morales Ibáñez.

Desde ese año Veracruz empezaría una guerra silenciosa contra periodistas, fotógrafos, activistas y estudiantes que difirieran con el gobierno Duartista.

Miguel Ángel López Velasco, columnista de Notiver, fue asesinado junto a su esposa y uno de sus hijos la madrugada del 20 de junio. López Velasco sería de los primeros periodistas en denunciar los actos de narcotráfico en el país en los 90 en su libro Todos están dentro, vinculando a policías y militares en el paraje Llano de la víbora. Su hijo Misael López Solana, quien murió con él, también era reportero de Notiver y La Jornada de Veracruz.

Fuente: ClasesdePeriodismo.com

Fuente: ClasesdePeriodismo.com

La Secretaría de Gobernación condenaría los asesinatos. La dependencia convocaba “a construir un frente común para denunciar, prevenir y sancionar aquellos actos que atenten contra el libre ejercicio de la libertad de expresión y el derecho a la información.”

El 26 de julio otra periodista de Notiver, Yolanda Ordaz de la Cruz, secuestrada dos días antes, fue encontrada muerta detrás del periódico Imagen del Golfo. Su cuerpo había sido decapitado y junto a ella un mensaje: “También los amigos traicionan. Atentamente: Carranza”. Una semana antes de su muerte, Yolanda, cuestionaba al Procurador General de Justicia de la entidad, Reynaldo Escobar, por la falta de resultados en las investigaciones de sus colegas, Misael López y Miguel Ángel.

La dependencia gubernamental insistía en que los asesinatos eran casos aislados y nada tenían que ver con el ejercicio de la profesión periodística. Además, vinculaban a Yolanda con el Crimen Organizado. Un video de Youtube con el título “Matando Zetas”, subido en 2007, la mencionaba como parte de un grupo de informantes afines a un cartel.

Como resultado, Notiver, en su editorial del 27 de julio, contestaría al procurador y negaría la posibilidad de que Yolanda participara con algún grupo delictivo: “Es ingenuo pensar y sostener que un periodista pueda ser condenado por sus relaciones con el crimen organizado ¿Para qué le puede servir un periodista a los criminales?”

Diez meses después el cuerpo de Regina Martínez fue encontrado en el baño de su casa. Estaba estrangulada y con múltiples golpes en el rostro. Había denunciado la muerte de su colega Yolanda para la revista Proceso, además daba un seguimiento de los crímenes realizados contra peridostiasxº en todo el país.

La dependencia del Estado de Veracruz insistía en el mismo discurso de antes: se crearía un comité especial para esclarecer los hechos sucedidos contra Regina y agotarían todas las líneas de investigación. Sería el cuarto asesinato, en menos de un año, contra comunicadores en la entidad.

México en 2012 fue considerado el octavo país con más impunidad en crímenes contra comunicadores, según El Comité para la Protección de Periodistas (CPJ).

Guillermo Luna del Veracruz News, Gabriel Huge de Notiver y Esteban Rodríguez de AZ fueron encontrados desmembrados con señas de tortura en cuatro bolsas negras. Estos periodistas estaban incluidos en una lista que circuló en redes sociales, amenazados de muerte. Nadie sabe quién la distribuyó. Días antes habían sido levantados. Esteban Rodríguez se había retirado del periodismo por la misma situación que permeaba en la entidad; junto con su novia y sus dos compañeros murieron en el Día Mundial de la Libertad de Prensa.

“Eso les pasa a quienes traicionan y se quieren pasar de listos”. Con este mensaje fue encontrado muerto el editor de la sección policiaca del periódico Milenio El Portal de Veracruz, Víctor Manuel Baez Chino. El 13 de junio del 2012 había sido secuestrado por un grupo armado. Así la Fiscalía Especial para Atención de Delitos Contra Periodistas abrió el caso número 52. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) iniciaría la investigación relacionada con el homicidio del periodista.

Seis días después de desaparecido encontrarían el cuerpo sin vida de Gregorio Jímenez en Las Choapas. Corría el año de 2014. Las versiones oficiales relatan que fue sacado de su domicilio por cinco hombres armados. La principal responsable sería Teresa de Jesús Hernández Cruz, dueña del Palmar, un bar ubicado en Veracruz. Gregorio ejercía como reportero en Notisur y El Liberal del Sur. Aunque la familia afirma que lo mataron por hacer periodismo en la entidad, las fuentes de gobierno indican que fue ajusticiado por José Luis Márquez Hernández, quien había recibido 20 mil pesos de Teresa para cometer el crimen.

Iniciaba el 2015. Moisés Sánchez, quien trabajaba como taxista y director del semanario La Unión, fue extraído de su domicilio por, al menos, cuatro vehículos. Después de más de veinte días encontrarían su cuerpo irreconocible. Sus captores se llevarían su herramienta de trabajo: cámara fotográfica, laptop, celular y tablet. El chofer del alcalde de Medellín Bravo, Veracruz, aseguró que el entonces presidente municipal, Omar Cruz Reyez, le había pedido desaparecer al comunicador, pues “calentaba” la zona. Ahora es prófugo de la justicia.

Juan Mendoza Delgado fue encontrado muerto y con signos de tortura el 2 de julio. Su esposa había denunciado la desaparición, pero las autoridades afirmaron que había fallecido por atropellamiento, cerca de la carretera Santa Fé-San Julián. Fue director del portal Escribiendo la Verdad. Las investigaciones no han entregado un veredicto.

Después de denunciar acoso por parte del gobierno de Duarte y buscar el autoexilio en la capital del país, Ruben Espinosa fue asesinado con el tiro de gracia junto a cuatro personas más. Una de ellas Nadia Vera, quien también en una entrevista responsabilizaba al gobierno actual de Veracruz si algo le sucediera. Hasta el momento no ha quedado claro el motivo del delito, ni quiénes son los responsables.

Veracruz se ha convertido en un sitio de riesgo para ejercer el periodismo a quienes no aprueban el chantaje por medio de sobornos. Falta un año para que Duarte deje su mandato, Wikipedia ya lo tacha como abogado y “asesino”. La impunidad impera en la región, el silencio se apodera de la libertad de expresión.

                 

 

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