Tuxtla y Chiapas, voto útil

© Vales, compra de votos y acarreo. Tuxtla Gutiérrez (2015)

En la entrada “voto”, el diccionario de la Real Academia Española (edición XXIII, 2014), establece el significado del vocablo que deriva del latín votum: 1. Expresión pública o secreta de una preferencia ante varias opciones, y 2. Gesto, papeleta u otro objeto con que se expresa tal preferencia. En la ficha “votar” define asimismo, que deriva del latín votāre y que ello expresa: dar nuestro voto o decir nuestro dictamen en una reunión o cuerpo deliberante, o en una elección de personas.

Ante ello, queda claro que el voto es inmensamente diverso, como varias y divergentes son las esferas de la vida organizacional, religiosa, gremial, comunal, pública o semipública; la de organizaciones, conventos, sindicatos, sociedades, empresas, etcétera. Del mismo modo, son singulares las características del voto en los regímenes no occidentales, asambleístas, autoritarios, dictatoriales, antidemocráticos o de democracia “en vías de construcción o perfeccionamiento”, como sucede en el caso mexicano.

Sin embargo, independientemente de los diversos “votos” y al margen de sus características extremas o singulares, existe el sufragio propio de los procesos electorales, aquellos que se emiten al amparo de regímenes más o menos democráticos, o bien, regímenes de democracia trasparente, sólida, decantada; culturalmente instituida. En ellos, tal como se establece en la mayor parte de las constituciones nacionales, el voto es o debe ser: 1. Universal, 2. Libre o no condicionado, 3. Igual o igualitario, 4. Directo y 5. Secreto. A esto hay que agregar la obligatoriedad constitucional del voto en algunos países, lo mismo que descartar el designado en México “voto razonado”, pues se incluye en la calidad libertaria y autónoma del punto dos.

En las democracias entonces, por su valor o resultado, el voto puede ser válido o invalidado. Por el modo de la votación puede llamarse: presencial, vía internet, electrónico, a distancia, por correo y delegacional. De acuerdo con sus opciones el voto puede ser: positivo, sustractivo, en blanco y nulo (aquí habría de agregarse la abstención ciudadana cuando se decide no votar) aunque… en el caso particular de las elecciones locales que se efectuarán el próximo domingo en Chiapas (México, en la frontera con Centroamérica), interesa a la ciudadanía conocer el significado del voto, de acuerdo con su fin metaconstitucional o ultraelectoral. Es decir, conocer la naturaleza de los llamados voto útil y voto de castigo, calidades del voto ciudadano ante los cuales el INE mismo, el Instituto Nacional Electoral ―patrón del Organismo Público Local Electoral (OPLE), apodado en Chiapas, “IEPC”―, es silente o tartamudo.

1. El voto útil o “voto estratégico” es el que favorece al candidato o al partido socialmente preferente, pero en desventaja frente a la maraña político-electoral, los efectos nocivos de la publicidad política y, las campañas financiadas con dinero sucio, procedente del gobierno, consorcios empresariales y otras fuentes proscritas. El voto útil concede máxima importancia a ganar la elección, concentrando el sufragio, a la vez que busca evitar la dispersión del voto en múltiples alternativas.

2. El voto de castigo o “voto empoderado” es el que se aplica en contra del candidato, partido o coalición fuerte (“fuerte” dada su trayectoria y/o goce de apoyo oficial ilícito o financiamiento sucio). Es el voto que se destina a cualquier otra opción, a fin de expresar inconformidad en contra de quien se haya votado antes, debido a su negligencia, irresponsabilidad o corrupción evidente. Es asimismo el voto que se le niega al candidato o al partido apoyado con anterioridad, a fin de “castigarlo” por su mala gestión o deshonestidad flagrante.

Así que, en el caso de las elecciones locales e “intermedias” de Chiapas, en las que elegiremos a diputados locales y Ayuntamientos (ediles, síndicos y regidores), dadas las circunstancias electorales trágicas, las y los ciudadanos chiapanecos debemos, como nunca antes, aplicar el voto útil en favor del candidato, partido o coalición, contrario a los intereses del gobierno actual, es decir, contrario al PRI, al Verde, a Chiapas Unido y a Mover a Chiapas, aunque, claro está, en favor del partido o candidato que cuente con posibilidades reales de ganar, como en el caso de Paco Rojas y el PAN, candidato y partido que contienden por la Presidencia Municipal de Tuxtla.

En síntesis, el voto útil en Chiapas, podría ser en esta ocasión: 1. Útil, 2. Estratégico, 3. “De castigo” al gobierno y a sus partidos títeres y… 4. Francamente empoderado desde una perspectiva ciudadana. Es decir, al ejercer el voto así, se actuará ética, cívica, responsable y ciudadanamente y, de tal modo ―como en muy pocas oportunidades en la vida―, se estimulará el despertar-ejercicio ciudadano, la construcción de democracia y la creación de ciudadanías.

Por lo demás, amigos, ciudadanos, todos conocemos las desgraciadas “circunstancias trágicas” a las que me he referido: 1. Gasto descomunal e ilícito por parte del gobierno en materia de propaganda y publicidad política. 2. Campaña electoral, organismos electorales y partidos, casi todo controlado desde el gobierno. 3. Campañas publicitarias anticipadas por parte del PRI, el Verde, Chiapas Unido y Mover a Chiapas. 4. Pintura verde, casi total, a edificios públicos, a infraestructura, bienes, transportes y servicios públicos, e incluso a espacios privados. 5. Compra de votos y acarreo de votantes por parte de redes institucionales asociadas al gobierno. 6. Desaseo absoluto por parte del INE en la nominación de los consejeros miembros del OPLE. 7. Negligencia, miseria e incondicionalidad absoluta por parte de esos mismos consejeros. 8. Abierto desacato de las normas constitucionales, legales y reglamentarias, por parte de esos mismos empleados y… no quiero llegar al extremo. Sume lo que de acuerdo con su voluntad, juicio e información disponga.

Otras crónicas en cronicasdefronter.blogspot.mx

cruzcoutino@gmail.com agradece retroalimentación.