El movimiento ciudadano de Tuxtla
Primero fue la difusión de un video en el que Francisco Rojas Toledo está recibiendo una maleta de dinero. Después la denuncia de que el negocio “Negrito Sandía” había sido allanado.
De manera absurda, el panista Francisco Rojas hace una semana llamó al boicot a ese negocio y otros más por haber apoyado la campaña del contendiente del Verde Fernando Castellanos Cal y Mayor. Después recapacitó y él mismo pidió disculpas a esos sitios que dan trabajo a familias tuxtlecas.
El allanamiento a ese negocio en donde todavía dejaron un letrero que decía “Tuxtla no se vende”, al igual que el video le viene muy bien al PVEM. Pensar que son ellos quienes están detrás de ambos hechos no suena nada descabellado.
Ojalá y no sea así porque si es cierto quiere decir que lo que nos vienen son tres años de oscurantismo tanto a nivel municipal como estatal.
Si algo hacía que la ciudadanía no viera con tan malos ojos al gobierno de Manuel Velasco Coello es que no tiene –o tenía- la perversidad del ex gobernador Juan Sabines Guerrero, capaz de prefabricar este tipo de hechos.
Ojalá y no sean ellos quienes estén detrás de todo esto porque si es así también significaría que siguen sin darse cuenta de cuál es la molestia de la ciudadanía, siguen pensando que el problema es Francisco Rojas –él se irá en algunos meses o tal vez semanas a sus negocios y no habrá más-; pero la inconformidad real de la ciudadanía ahí seguirá o crecerá si continúan negándose a ver que el problema son las acciones que ha emprendido este gobierno y sus aliados.
El PVEM y sus aliados siguen equivocándose. Se equivocan cuando pegan espectaculares diciendo “Gracias, Tuxtla”, cuando el sólo letrero remite más a la ofensa que al agradecimiento. Se equivocan cuando convocan a una marcha y piden la presencia de personas de otros municipios. Y más equivocados han de estar si es que ellos tuvieron algo que ver con la difusión del video del panista, o peor aún con el allanamiento al “negrito sandía”.
Ahora escucho a Fernando Castellanos y sus aliados decir en todos los medios que buena parte de la ciudadanía de Tuxtla no voto, que no todos votaron en contra de él y a favor de otro contendiente; si no que la mayoría decidió no salir a sufragar. Lo dice hasta como un argumento a su favor. Otra equivocación.
No se dan cuenta que esa ciudadanía que no salió a votar está aún más fastidiada de la clase política. Que no hubo despensa, acarreo, programa social, discurso político que los convenciera a salir a sufragar. Esas personas también están hartas. El abstencionismo es también una forma de protesta. Tengan cuidado de darle otra lectura.
Hemos crecido con estructuras verticales. Nuestra sociedad está hecha así. Por eso hasta en los movimientos sociales se levanta un líder – lamentablemente muy pocas líderesas-.
El “líder” emergente en este movimiento ciudadano de Tuxtla fue Francisco Rojas Toledo. ¿Qué tan fastidiada estará al ciudadanía en Tuxtla del Verde que se agarró de Paco Rojas, un político cuestionable en diferentes aspectos y a quien le han “perdonado” más de una equivocación?
El movimiento ciudadano de Tuxtla debe de estar más allá del Verde y del PAN. El movimiento ciudadano de Tuxtla no debe de ser en contra de Fernando Castellanos y a favor de Francisco Rojas, porque al final del día los dos representan cuestiones muy similares. Uno más que otro, es probable, pero el discurso del “menos peor” debe de ser superado.
El movimiento ciudadano en Tuxtla debe continuar y crecer, que todas esas personas que salen a marchar, a hacer sonar una cacerola por la noche, a manifestarse no sean calladas. Que la indignación dé para mucho más, que dé para construir una mejor ciudad más allá de los gobernantes, que dé para que quienes están ejecutando nuestros recursos públicos sepan que NO, no nos vamos a dejar.
Sin comentarios aún.