Un gobernador ganón, un Chiapas perdedor

Para el Partido Verde no hay límites. Se mueve en el atropello, el despojo y la violencia.

Un gobierno y un partido que no respeta las leyes no es raro que sea generador de violencia. Es más se sirve de ella. La alienta. La dirige.

La jornada de ayer estuvo llena de violencia. No una violencia física, pero sí de coacción y compra del voto.

Los taxis y combis que veía desfilar en los ochenta cuando Chiapas era el bastión principal del PRI a nivel nacional –y lo repetía con orgullo el gobernador Patrocinio González Garrido–, ayer volvieron a sus acarreos de votantes.

Eran viajes constantes, de hormiga, pero muy efectivos. Los taxis, las combis y coches particulares llegaban al Parque de la Colonia Romeo Rincón, en donde voté, con cuatro o cinco pasajeros. Un líder acompañaba al grupito. Vigilaba que emitiera su voto y después le tomaba fotos de sus pulgares pintados de una tinta que esta vez no fue indeleble.

Después las señoras y señores regresaban a la Diana Laura, a Bosques del Sur o a Jardines de Mactumatzá, a tomar refrescos y a comer en casa de los líderes de manzana. Todos sonreían. El voto por el Verde se convirtió en una fiesta. En algunos lugares hasta invitaron a grupos musicales. Reían. Se divertían.

La maquinaria de Gobierno del Estado de Chiapas-Partido Verde Ecologista de México funcionó como lo diseñaron sus estrategas. Se llevaron todas las diputaciones, pero sembraron también el desánimo, que se refleja en Chiapas con un abstencionismo del 55 por ciento. Tuxtla, con sus dos distritos, ocupó el primer lugar. Es decir, Emilio Salazar será diputado por el noveno distrito sin la participación del 70 por ciento de los ciudadanos empadronados. El asunto se torna más grave cuando se toma en cuenta el padrón electoral total, porque indica que en realidad Emilio será diputado sin la aprobación del 87.5 por ciento de los ciudadanos. Y Sasil no se queda atrás.

Ese lucrar con la pobreza, con la compra de votos en efectivo, con despensas, útiles escolares y tarjetas de descuento, irritó a muchos –los más informados, dicen los conocedores– de tal manera que los votos nulos llegaron a casi el 8 por ciento. En el noveno distrito se rebasó el 12 por ciento, un porcentaje que en otras partes del mundo pondría de cabeza a cualquier sistema de partidos. Aquí no.

Un siete por ciento prefirió votar por Morena, un partido liderado por un político testarudo, que se ha convertido en la “esperanza de México”, ante los derrapes del PRD.

En cuanto al PRI, sus dirigentes sabían que ocuparía de nueva cuenta el segundo lugar, pero no esperaban que quedara tan abajo, mucho menos que la distancia fuera del 20 por ciento.

¿Quién gana en estas elecciones en Chiapas?

Nadie más que el gobernador Manuel Velasco que a estas horas debe estar muy satisfecho con la rendición de cuentas a su partido, porque Chiapas fue “el bastión de votos” del PVEM (un 28 por ciento a nivel nacional), y eso le asegura un espacio en la estructura del partido-franquicia o su postulación como senador de la república cuando deje la gubernatura.

 

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2 Comentarios en “Un gobernador ganón, un Chiapas perdedor”

  1. Ariosto
    8 junio, 2015 at 10:24 #

    Esto solo puede pasar en un pueblo donde lo que más hace falta es una educación crítica; una educacion que no solo enseñe a leer textos, sino a leer el mundo. Pero esto no podrá darse, con las aulas cerradas casi la mitad del ciclo escolar en educación básica y con profesores sin perfil en educacion media y superior.

  2. jose lopez
    8 junio, 2015 at 8:57 #

    El voto se compró al ejército de pordioseros de los barrios y colonias marginales de la ciudad, a razón de 500, 1000 y 1200 pesos. Ganó el cinismo y la delincuencia de los integrantes del verde y del pri. Una democracia así nunca podrá prosperar

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