Periodismo y política
El actual proceso electoral en Chiapas para votar por diputados locales y presidentes municipales, posee el ingrediente de la mezcla de política con periodismo.
Esta combinación ha sido mala y hasta nefasta, por la naturaleza contraria de ambas actividades. La mudanza de periodista a político ha dejado a reales depredadores públicos, salvo contadas excepciones.
El periodismo, oposicionista de origen, nada tiene que hacer al lado de la política, sino criticarla y exhibirla de cara al ciudadano.
La crítica periodística, águila de incesantes picotazos, no reposa en las alianzas ni en las complicidades partidistas de quienes buscan cargos electorales.
Aquellos chapulines acróbatas que brincan del periodismo a la arena electoral acuden, luego de engañar al público en los medios de comunicación, con una segunda careta paraseducir con el espejismo de las promesas políticas.
Uno de esos rapaces de aspecto camelluno es Enoc Hernández Cruz, un grisáceo ex reportero y zalamero ex locutor, que busca reelegirse en la presidencia del ayuntamiento de San Cristóbal de las Casas.
Desde muy joven, Enoc construyó su proyecto político utilitario, respaldado con su personalidad cínica, arribista e inescrupulosa. Con ella se montó en la potencia y la penetración de la radio y los periódicos, desde los cualesvendió carísimas sus mazorcas políticas.
Apenas adolescente, Enoc, originario del municipio de Jiquipilas e hijo de un ejidatario, estableció sus protocolos de complicidades que lo condujeron a los ex gobernadores Pablo Salazar Mendiguchía y Juan Sabines Guerrero.
Con ellos obtuvo la presidencia de San Cristóbal de las Casas y la diputación local por el extinto Partido del Trabajo.
Después de traicionar a Sabines Guerrero, Enoc obtuvo el visto bueno y los favores del gobernador Manuel Velasco Coello. Éste lo catapultó al Instituto de Capacitación y Vinculación Tecnológica del Estado de Chiapas, de donde fundó y preside el estatal partido Mover a Chiapas con el cual busca por segunda ocasión gobernar la capital coleta del estado.
A esta etapa política, Enoc, originario de Jiquipilas e hijo de un ejidatario, llegó precedido de la coordinación estatal de la fundación Manuel Velasco Suárez y de la delegación chiapaneca de la Asociación Nacional de Locutores, cuyas plataformas utilizó para su proselitismo anticipado, como hace años lo hizo con los micrófonos de radio, donde estratégicamente se fue quitando la simulada caparazón de locutor y periodista para mostrarse en su expresión pura de mercader político.
Allegados suyos lo muestran lleno de méritos propios. Lo ejemplifican y le atribuyen éxitos crecientes, pero su cuestionada trayectoria lo pone en entredicho. En el fiel de la balanza pesan más sus traiciones y sus engaños como recurso de preservación de su carrera pública.
Por cierto, este chapulín de los medios de comunicación, enfrentará en las urnas del próximo 19 de julio, a Carlos Herrera, El Charal, un apreciado periodista en San Cristóbal de las Casas, quien temporalmente dejó la pluma para acudir con el empuje social pero con los colores de Morena a la pelea electoral por la alcaldía de esa ciudad de los Altos de Chiapas.
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