Candidaturas independientes: puerta entreabierta
Comenzó a discutirse las candidaturas independientes en relación con los derechos humanos a raíz de que Jorge Castañeda, en el año 2005, elevara una petición ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para denunciar la inexistencia en México de un recurso sencillo que le protegiera de la negativa que recibió para registrarse como candidato independiente en las elecciones presidenciales. La CIDH resolvió en contra de México y terminó demandando al Estado mexicano ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, quien resolvió en agosto de 2008, entre otras cosas, que se debería legislar para asegurar que los ciudadanos contaran con recursos para proteger su derecho a ser elegido.
La Constitución mexicana supeditaba el derecho a la participación política como candidato o candidata a la inscripción por un partido político. Sin embargo, la situación cambió a raíz de la reforma electoral que entreabrió la puerta a la participación política al margen de los partidos políticos. Como sabemos, los requisitos a cubrir por quien aspire a una candidatura independiente son tantos y tan superiores a los partidos, que más parecen estar diseñados para desanimar la participación. Por suerte no han tenido efecto.
El proceso electoral federal que recién vivimos ha demostrado que las candidaturas independientes son posibles bajo contextos específicos. El proceso electoral local confirmará la necesidad de impulsar estas candidaturas, puesto que los partidos políticos, cada vez más se muestran como verdaderas instancias de control del poder político y económico de las cúpulas enquistadas en el poder. Chiapas paralelo lo ha venido develando con absoluta objetividad.
Sin embargo, creo que también es el momento de discutir, cuál es el perfil de la candidatura independiente. Qué debe entenderse por tal, ¿Solo aquella que se postula al margen de los partidos políticos? ¿Debe ser una candidatura ciudadana, desvinculada de partidos y gobierno?
Coincido en que no debe estar supeditada a los partidos, pero me preocupa que también se le vincule a la capacidad económica. Creo que esta es la razón por la cual se aplaude el reciente anuncio del empresario chiapaneco. Si es así no faltarán personas que comiencen a desligarse de los partidos para contender de manera independiente, o bien que utilicen esta modalidad como estrategia para incrementar sus simpatías. No perdamos de vista que el fenómeno más sonado de candidatura independiente, “El Bronco” viene de una larga trayectoria de militancia en un partido político.
Tampoco habrá que perder de vista que una persona con alta capacidad económica puede instrumentar una campaña de modo similar a los partidos de hoy día, y también pueden gobernar como ellos.
La puerta está entreabierta, y es el momento de abrirla para la verdadera participación ciudadana de quienes se han hartado del sistema de partidos, y de quienes no han visto en ellos el mecanismo honesto y eficaz de participación política. No deberíamos aceptar que se conviertan en una alternativa de participación para los chapulines de la política o en el nuevo hobby de los empresarios.
ALL IS PAPAYOS ABOUT ELECTIONES.ASHAMED