Niños y niñas migrantes

El difícil tránsito por la frontera sur. Foto: Elizabeth Ruiz

“De acuerdo con las autoridades mexicanas y consulados de Centroamérica, desde el 2011 se ha producido un aumento alarmante. En el año 2011, de acuerdo con la Unidad de Política Migratoria de la Secretaria de Gobernación (SEGOB), 4,160 niños, niñas adolescentes fueron registrados por el Instituto Nacional de Migración (INM). En 2012 la cifra se incrementó notablemente hasta llegar a los 6,107. Y el 2013, la cantidad ascendió a 9,630.”

¿Niños no acompañados o separados?

Se entiende por “niños no acompañados” a todo ser humano menor de 18 años de edad que se encuentre separado de ambos padres y otros parientes, y no esté al cuidado de un adulto al que, por ley o costumbre, incumbe esa responsabilidad.

Los “niños separados” son aquellos niños separados de ambos padres o de sus tutores legales o habituales, pero no necesariamente de otros parientes. Por lo tanto, puede tratarse de menores acompañados por otros miembros adultos de la familia.

(39º periódico de sesiones 2005 del comité de los derechos de los niños)

Cada año decena de miles de personas procedentes de Centroamérica principalmente, intentan ingresar a territorio mexicano por diversos motivos. Algunas personas escapan de la pobreza, otras buscan mejores opciones de trabajo, de estudio o reunirse con sus familiares. Muchas otras huyen de la discriminación o la violencia que viven en sus países. Dentro de estos flujos mixtos, existe un gran número de niños, niñas y adolescentes que viajan con sus familias y otro gran número que viaja de manera no acompañada o separados de sus de ambos padres. Desafortunadamente no se tiene un número exacto de las personas menores de edad que están en esta situación.

Dentro del flujo migratorio, esta población es aún más vulnerable, pues corre un alto riesgo de sufrir violencia física, Psicológica, emocional y sexual durante su tránsito o estancia en México.

En los últimos años, se han logrado importantes avances, en la garantía de sus derechos en el país. Sin embargo se requiere continuar con los esfuerzos interinstitucionales y exista una buena articulación entre ellas para el pleno respeto a los derechos de niños, niñas y adolescentes migrantes. Esto mismo es un desafío importante y se requiere aun de nuevas políticas eficientes que faculten en mayor porcentaje los derechos como también nuevos mecanismos para dar cumplimiento a la legislación actual en materia de protección a la niñez migrante en México.