La salud pública en la era global

Imagen: ceibal.elpais.com.uy

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Es común que la salud se convierta en moneda de cambio cuando los tiempos electorales se convierten en tierra fértil para escándalos de toda índole. Hace unos días leí en Facebook que un aspirante a un cargo político expresaba con zuma preocupación la “epidemia” y “mortalidad” por el virus del Chikungunya en un municipio de la costa chiapaneca. Me sorprendió la facilidad con la que utilizó términos alusivos a la salud pública como si tuviera el sustento para publicarlo, pero sobre todo, para generar alertas a partir de estos supuestos.

Las redes sociales se han convertido en una plataforma de difusión masiva e inmediata, nos permite tener información con mayor prontitud; pero esta ventaja puede cambiar de dirección si lo que leemos no se filtra por un criterio mínimo indispensable.

Frecuentemente somos víctimas de la rapidez con que fluye la información y caemos en el juego de perpetuar la difusión o incluso emprender acciones en nuestro entorno a partir de estas alertas. Entiendo que vivimos el inicio de esta era global y super dinámica, pero eso nos exige como ciudadanos usar el criterio para seleccionar y darle el peso debido a la información que recibimos.

 

Chikungunya, un problema global

En esta ocasión me tomaré la libertad de hablarles sobre esta enfermedad, que más que una epidemia, parece una moda. El virus de Chikungunya no es nuevo, su aislamiento data de los años 50 y el área de riesgo por mucho tiempo estuvo supeditada al continente africano. Es precisamente la globalización y la facilidad con la que se puede desplazar una persona de un extremo del mundo a otro lo que ha cambiado la situación epidemiológica de las enfermedades infecciosas. Cabe mencionar que debido a esta “vulnerabilidad” el abordaje de los problemas de salud pública son también globales, porque literalmente todos los habitantes del mundo estamos en riesgo.

La Chikungunya es un virus que se trasmite por la picadura de moscos (Aedes aegypti y Aedes albopictus), mismos vectores que trasmiten la enfermedad del Dengue. La Organización Mundial de la Salud define los principales síntomas: “La fiebre Chikungunya se caracteriza por la aparición súbita de fiebre, generalmente acompañada de dolores articulares. Otros signos y síntomas frecuentes son: dolores musculares, dolores de cabeza, náuseas, cansancio y erupciones cutáneas. Los dolores articulares suelen ser muy debilitantes, pero generalmente desaparecen en pocos días”.

Viviendo en Chiapas, seguramente ha padecido Dengue o alguien cercano ha sido afectado. La presentación clínica es muy similar, pero hay un síntoma muy significativo: el dolor articular. Es precisamente este último síntoma el que origina el nombre de la enfermedad que en el idioma Kimakonde significa “doblarse”. Según personas que me han descrito personalmente la sensación, este dolor puede ser de moderado a intenso, y en algunos casos incapacitante mientras se padece. La presentación de los síntomas sucede regularmente de 4 a 8 días después de la picadura del mosco.

Se diagnostica a través de técnicas serológicas (IgG e IgM), y de biología molecular que permiten hacer tanto la identificación del virus como su tipificación. Recalco que el diagnóstico no es sencillo, para poder asegurar que se padece la enfermedad, además de presentar los síntomas característicos, es preciso realizar un examen en sangre que permitirá aislar el virus, así como identificar el momento en el que se hace el diagnóstico.

Para poder aislar el virus con pruebas moleculares se debe de haber tomado la muestra en la primera semana después de iniciar la sintomatología. Posterior a esto puede ser confirmada con las pruebas serológicas, a través de la cuantificación de la inmunoglobulina IgM. Debido a esto me parece un tanto irresponsable que pueda asumirse que existe un determinado número de casos sin tener resultados que avalen la información.

Hasta el momento, tal como sucede con el Dengue, no existe un tratamiento específico para el virus de la Chikungunya; únicamente se trata los síntomas con antipiréticos, analgésicos y la hidratación. El virus se autolimita, es decir, tiene un ciclo de vida determinado: provoca una etapa aguda de aproximadamente 3 a 10 días, una etapa sub aguda de 10 días donde puede permanecer algunos síntomas como el dolor e inflamación articular; y por último, con menos frecuencia, una etapa crónica a la que se considera si la sintomatología persiste por más de 3 meses. Existen presentaciones clínicas de la enfermedad que son raras o atípicas que pueden provocar manifestaciones más graves, sin embargo son muy poco frecuentes. Un porcentaje de la población (3% – 28%) cursan de forma asintomática, no padecen la sintomatología típica de la enfermedad; los casos que pueden agravarse son los que se desarrollan en los extremos de la vida, niños menores de cinco años y adultos mayores de 65 años.

La muerte asociada a Chikungunya es muy rara, sin embargo puede presentarse siempre y cuando existan condiciones previas en la persona afectada que pongan en riesgo la respuesta inmunológica normal ante la infección del virus. Reitero entonces que hablar de muertes por esta causa debe ser un asunto para expertos en el tema, se tendría que haber confirmado serológica o molecularmente que la persona padecía la enfermedad para atribuirle esta causa. Esta enfermedad es cinco veces menos letal que el dengue.

En resumen, la enfermedad de Chikungunya ciertamente está presente en nuestro entorno, pero es preciso que se le dé la justa medida como problema de salud pública, es una enfermedad que se trasmite por la picadura de mosquitos, es menos letal que el Dengue y el Paludismo, produce síntomas que pueden ser tratados con medicamentos para el dolor y la evidencia hasta el día de hoy es que el virus produce una inmunidad permanente en la persona que ha sido infectada, o sea que es casi nula la posibilidad de volverla a padecer.

Para prevenir la infección necesitamos como sociedad colaborar con las acciones que se realizan ya de forma permanente para el control del mosquito, que recalco es una ventaja que ya se tenga un programa de prevención del Dengue, ya que se trata de los mismos vectores. Colaboremos pues evitando tener dentro y fuera de la casa recipientes que acumulen agua. Sugiero que no esperen hasta que surjan las campañas de descacharrización, cualquier día es bueno para que se deshagan de las fuentes de infección.

Recuerden que los problemas de salud pública son responsabilidad de todos. Es cierto que las instituciones tienen que responder ante la situación epidemiológica con las acciones de prevención, detección y manejo de los casos; pero también es tarea del ciudadano informarse de forma responsable, en publicaciones científicas u oficiales, para poder prevenir o acudir de forma oportuna para el diagnóstico y tratamiento de estas enfermedades. No caigamos en falsas alarmas, tampoco colaboremos con estrategias amarillistas que usan este tipo de situaciones para fines políticos o electorales. Todos podemos participar para que nuestro entorno sea más saludable.

2 Responses to “La salud pública en la era global”

  1. porfirio cruz sanchez
    8 marzo, 2015 at 15:56 #

    Le felicito por su excelente articulo, es asi como los medios de comunicacion siendo objetivos, deben apoyar para difundir las estrategias de combate a las enfermedades, la poblacion juega un papel crucial en el autocuidado de la salud. Las autoridades sanitarias hacen su trabajo, pero deben participar autoridades municipales, sociedad civil, iniciativa privada, autoridades educativas, todos somos coparticipes del bienestar de la familia, la autoridad sanitaria coadyuva en estas tareas, habria que analizar el articulo 115 constitucional para saber en quien recae la responsabilidad de la salud, la educacion, la seguridad, etc en los municipios.

    • Natán Enríquez
      2 junio, 2015 at 8:19 #

      Muchas gracias por su comentario, me disculpo por la tardanza. Aprecio su comentario y coincido en que desde nuestra carta magna el derecho a la salud debe estar garantizado. Saludos. Natán Enríquez

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