Transparencia Sindical

Sindicatos sin cuentas claras

Durante años, millones de sindicalizados no han sabido a dónde van a parar sus cuotas, en qué gasta el sindicato o cuál es el sueldo de su líder sindical. A pesar de que reciben dinero público, los sindicatos eran un lugar inexplorado para la transparencia y la rendición de cuentas. No obstante desde hace algunos años en algunas entidades federativas de México, los sindicatos son sujetos obligados de las leyes de transparencia.

Los sindicatos durante años han generado desconfianza en la población, muchas personas se han enterado por investigaciones periodísticas de la vida cuasi faraónica de los líderes, la megalomanía llega al punto de hacer una escultura del líder en turno para que se le rinda homenaje ahora que dirige al sindicato, sin detenerse a pensar si esto puede o no causar indignación en la sociedad.

Los sindicalizados tienen derecho de conocer los términos de su contrato colectivo de trabajo, el directorio del sindicato, el sueldo que reciben quienes forman parte de la directiva del sindicato, incluyendo prestaciones adicionales, así como saber cuál es la función que desempeñan dentro de esa estructura sindical, los bienes muebles e inmuebles que conforman el patrimonio del sindicato entre otras cosas. La ley General de Transparencia debe llevar luz a esos terrenos oscuros que más bien parecen “hoyos negros” de la rendición de cuentas.

La discrecionalidad en el manejo de los recursos públicos es un dique a la democracia, nos impide que fluyan los cauces de la democracia y la rendición de cuentas, estancan la democracia sindical. La discrecionalidad en el manejo de recursos públicos resulta en absurdos como que los afiliados a un sindicato no sepan en qué se gasta el dinero que aportan o que se recibe.

Se sospecha que muchas veces con ese dinero se compran lealtades y complicidades. Se usa el dinero como arma de cooptación o chantaje para evitar críticas dentro del sindicato o bien para continuar con una forma de manejo patrimonialista de los recursos públicos.

Sin duda el tema de la transparencia sindical es un gran reto, tanto para los sindicatos, los abogados laboralistas y la sociedad, ya que costará trabajo vencen las inercias que durante años han empujado la opacidad en esos entes. Entender que la transparencia beneficia a todos no es trabajo menor, implica un cambio cultural y un rediseño de procesos.

No podemos seguir con afiliados a un sindicato que ni siquiera saben que forman parte del mismo, no se enteran del contenido de su contrato colectivo, con líderes que disponen del dinero público para hacer culto al ego o para comprar complicidades.

@CarlosAntonioMZ