Relatos salvajes en Chiapas

Los hechos salvajes abundan en Chiapas: un hombre cincuentón es asesinado a pedradas frente a sus hijos en un rancho de Villaflores, una mujer es apuñalada por su esposo en Coita, un septuagenario es muerto a garrotazos en Las Chicharas en Frontera Comalapa…

Estos relatos salvajes y sensacionalistas están en casi todos los diarios porque se convierten en el imán par atraer a los escasos lectores. En las redes sociales se repite el fenómeno: sangre y rareza juntan likes y visitas.

El salvajismo nos indigna pero también nos fascina. Vivimos en un territorio de la violencia individual con pocas limitantes. Chiapas figuró en el 2000, como fue la constante en la segunda mitad del siglo XX, entre los tres estados con mayor índice de homicidios intencionales.

A raíz de la persecución al crimen organizado, estos nada deseables primeros lugares se lo han llevado estados del norte. Aún así no es normal que en Chiapas sean asesinadas, de acuerdo a México Evalúa, diez personas por cada cien mil habitantes. Yucatán, la entidad más segura, su cifra es de 1.4.

Escribo sobre esto porque en la premiación de ayer de los Óscar mi película favorita fue Relatos salvajes, una colección de truculencias, venganzas y asesinatos cometidas por personas “normales” pero que, fastidiados por un cúmulo de agravios menores, un día deciden transitar al terreno de la barbarie.

Algunos es cierto no lo planean. De pronto se ven convertidos en energúmenos, incapaces de controlar su rabia y matan a un viejo conocido o un fulano encontrado en la carretera. Una mesera se le presenta la oportunidad de despacharse al autor de la ruina de su familia o la de una novia ensangrentada que en plena boda se entera de la infidelidad de su prometido y echa a andar sobre la marcha un plan diabólico.

Hay quienes tienen paciencia de preparar su venganza: un viaje de enemigos en un super jet con destino a la eternidad o un coche bomba para protestar por el salvajismo del Estado.

Relatos salvajes ha sido la película más taquillera en la Argentina porque los sudamericanos se han visto retratados en la violencia y la ironía de los personajes, con un Estado corrupto e inútil como telón de fondo.

Yo habría votado porque Relatos salvajes se llevara el Óscar como mejor película extranjera. No fue así: Ida, una historia de una monja judía fue la ganadora.