«Apoyos al campo», la publicidad que no produce alimentos

Campesino del Valle Central de Chiapas. Foto: Fermín Ledesma

Campesino del Valle Central de Chiapas. Foto: Fermín Ledesma

 

Al campo chiapaneco le han invertido tanto que pondría suponerse que los hombres y mujeres que cultivan la tierra en Chiapas, hoy viven en inmejorables condiciones de salud y bienestar. El enorme trecho entre la realidad y el discurso hace que las incongruencias magnifiquen carencias y asome el pesimismo.

Sexenios han pasado en que las campesinas y los campesinos son motivo de atención, para apoyarlos en la fundamental producción de alimentos. Miles de ellos, por las condiciones en que viven, se sentirían contentos, quizá no satisfechos, si esos beneficios tan publicitados por lo menos les permitieran cosechar y consumir sus alimentos y el excedente comercializarlo para poder obtener un mínimo ingreso económico.

Las condiciones del campo chiapaneco en particular, pero a nivel nacional sufren de los principales insumos para sembrar y comercializar sus productos. Las altas tasas de importación de granos muestran que lo que proclaman los gobiernos, son discursos para maquillar un rostro que se muere de desesperanza.

Para poner un simple ejemplo, en el 2008, se anunció en Chiapas, una inversión de más de 2 mil 436 millones de pesos para impulsar el agro chiapaneco. Se dijo que ese dinero se invertiría para acciones que permitieran elevar el ingreso y la calidad de las familias campesinas chiapanecas. Ese monto experimentó un incremento de 120% comparado con lo que se invirtió en 2006 y 2007.

Aquella fecha es recordada por los protagonistas de tan extraordinario acontecimiento, como un día de fiesta, con participantes de organizaciones productivas del campo, legisladores federales y locales así como presidentes municipales. Cabría preguntar ¿en dónde está invertida esa extraordinaria cantidad y cuáles han sido los beneficios para hombres y mujeres que cultivan la tierra?

Es monto se dijo que serviría además para maquinaria, material vegetativo, especies zootécnicas y acuícolas, además de información, investigación transferencia de tecnologías, sanidad y desarrollo de mercados y capacidades.

No hagamos cuentas de lo invertido en el sexenio actual, aunque para reactivar la economía de hombres y mujeres del campo se recibió una inversión de 203 millones de pesos para el fortalecimiento de 2104 mil hectáreas de cultivos de maíz y frijol. Con toda pompa se habría dicho que se invertirán otros 400 millones de pesos para la creación de un Parque Agroindustrial en Chiapas, concebido como el espacio donde todos los productos del campo, inclusive la pesca, tenga el valor agregado que requieren para que se genere empleo y se impulse la economía. ¿Otra vez?

Las campesinas y los campesinos chiapanecos forman parte de esos 11.2 millones de mexicanos que vive en miseria extrema y de los 36 millones que se encuentran en pobreza moderada, de los cuales los indígenas son los más afectados, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Son los hombres y mujeres del campo los que hoy no pueden satisfacer varias de las necesidades básicas como alimento, agua potable, techo, sanidad, y cuidado de la salud.

No se puede ocultar el sol con un dedo aunque fotografías de mujeres y hombres sonrientes bajo el discurso de apoyos, solo confirman que con publicidad no se producen alimentos y muchos menos se mata el hambre de aquellos que no ven dónde se invierte tanto dinero que dicen los políticos que “apoyan al campo.”

3 Responses to “«Apoyos al campo», la publicidad que no produce alimentos”

  1. Juan
    20 febrero, 2015 at 9:10 #

    Estoy de acuerdo con todo lo escrito. Sin embargo, habría que abordar otros aspectos que hacen que los campesinos chiapanecos formen «parte de esos 11.2 millones de mexicanos que vive (sic) en miseria extrema y de los 36 millones que se encuentran en pobreza moderada». Me refiero, por ejemplo, a la irresponsabilidad de los campesinos para utilizar los pocos recursos que reciben. Casi todo el dinero lo utilizan para comprar trago, para comprarse una televisión, y no se ejerce en el mejoramiento de sus procesos de producción. Es cierto, también, que debería haber asistencia técnica constante para verificar el adecuado ejercicio de los recursos una vez que han llegado a manos de los campesinos. Mucha culpa la tiene el gobierno, pero los campesinos no son inocentes.

  2. ana
    19 febrero, 2015 at 14:11 #

    a los campesinos solo les llega las migajas que nuestro amable y señor gobernador les da asi como nuestro exsecretario del campo que teniamos por que hay muchas comunidades no les toco que solo mirar como otras comunidades fueron beneficiadas. pobre campesinos que luchan dia a dia para sobre vivir

  3. leonel octavio salguero monzon
    19 febrero, 2015 at 12:48 #

    excelente nota.
    así es y así ha sido la administración publica en nuestro estado y en nuestro país, pretenden sepultar
    la realidad bajo toneladas de publicidad pagada,lo mas lamentable es precisamente que toda la administración publica se maneja a través de componendas entre los poderes del estado y las dirigencias de los partidos políticos.

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