Radio Bonampak
Con el decomiso ejecutado en contra de Radio Bonampak queda claro que el gobierno actúa en contra de radiodifusoras no concesionadas solo cuando es presionado por los empresarios radiofónicos o cuando la línea editorial es crítica respecto al Estado.
En Chiapas funcionan más de 130 estaciones radiofónicas que han surgido al margen de la legislación radioeléctrica, las cuales han conquistado un número notable de audiencia y cuentan con anunciantes privados y públicos.
El grueso de estas radiodifusoras, que los empresarios bautizan como “piratas” o como “ilegales”, son cristianas; le siguen radios comerciales no concesionadas, es decir, estaciones que transmiten música del momento, noticiarios, programas en vivo y anuncios publicitarios.
Hay también radios comunitarias, apoyadas principalmente por Boca de Polen, que buscan la buena convivencia de su auditorio. En Guaquitepec, Chilón, la radio impulsa proyectos productivos y difunde la música tradicional como no lo hace ninguna estación concesionada.
El EZLN tiene también sus propias estaciones. Varios ayuntamientos poseen en las presidencias municipales radiodifusoras de corto alcance que no cuentan con concesiones oficiales.
¿Por qué si en Chiapas operan más de 130 radiodifusoras “al margen”, solo han sido cerradas Radio Bonampak, Radio Activa y Radio Proletaria, por citar las de mayor influencia?
En especial, por el discurso crítico que se atrevieron a difundir a través de sus espacios radiales. Radio Bonampak criticó a Manuel Velasco, Radio Activa a Francisco Martínez y Radio Proletaria a Juan Sabines.
La presión ejercida por los empresarios radiofónicos tampoco puede pasar inadvertida, sobre todo el notable activismo del diputado Simón Valanci, quien ha emprendido una cruzada en contra de este tipo de radiodifusoras y sobre todo de Radio Bonampak.
No obstante los operativos que ponga en marcha el gobierno estatal –porque al federal le tiene sin cuidado estas radiodifusoras– las radios “al margen” seguirán creciendo porque hoy es posible contar con equipo a bajo precio para transmitir por las ondas radiales.
Tan es así un fenómeno imparable que ni Brasil, ni España, ni Argentina lo han podido controlar, por lo que han tenido que llegar a acuerdos con estos nuevos protagonistas de la radio. En Brasil se estima que hay diez mil estaciones sin reconocimiento oficial, en Argentina, ocho mil, y en España, tres mil.
Hace dos años, cuando censamos a este tipo de radiodifusoras en la entidad, registramos 132. Hoy han crecido y quizá se acerquen a las 150.
¿Tendrá capacidad este gobierno de cerrarlas? Desde luego que no, por lo que se ha concretado a perseguir aquellas que cuestionan su trabajo o que representan un peligro, por su auditorio en expansión, a las radiodifusoras concesionadas.
Un libro que analiza este fenómeno es Radios al margen, frecuencias no concesionadas en Chiapas, que publicamos con Hugo Alejandro Villar Pinto, Francisco Javier Cordero Fernández y Juliana Matus López. En la red se puede consultar un artículo sobre radios religiosas, escrito también por nosotros y publicado en Razón y Palabra. http://www.razonypalabra.org.mx/N/N83/V83/18_MartinezCorderoVillar_V83.pdf
AMLO describe claramente el modus operandi, de los discursos retóricos vacíos del gobierno, que como su principal arma, para idiotizar a la población:
“LA MAFIA QUE SE ADUEÑÓ DE MÉXICO Y EL 2012”, Andrés Manuel López Obrador, Editorial Grijalbo, México, D.F., 2010.
“PRÓLOGO.
“Casi nadie puede negar que nuestro país atraviesa por una de las peores crisis de su historia. La inmensa mayoría de los mexicanos no sólo padece abandono y pobreza, sino frustración y desánimo. Pero aun cuando las cosas no andan bien, ni en lo personal ni en el país, la desorientación que prevalece puede prolongar la pesadilla y retrasar la necesaria e inevitable transformación.
“Para algunos, lo que está sucediendo es cosa de la mala suerte; otros piensan que la culpa la tienen los políticos y los partidos; los supuestamente más informados lo atribuyen a causas externas o a que no se han podido aplicar del todo las llamadas reformas estructurales; y cada vez cobra más fuerza la opinión de achacar la debacle a la inexperiencia de los gobiernos del PAN y a la ineptitud de Calderón, al que paradójicamente, los que lo impusieron, lo están exhibiendo como el único responsable. Con esta maniobra, los integrantes de la oligarquía rapaz no sólo pretenden engañar y evadir su culpabilidad en el desastre nacional, sino asegurar, por encima de todo, la continuidad del gobierno de la élite, la corrupción y los privilegios.
“Tan es así que han echado a andar una operación de recambio o recomposición del mismo régimen, que con el apoyo de sus medios de comunicación busca, en medio de la confusión generalizada, inducir la idea de que la solución a los problemas del país radica en el regreso del PRI a la presidencia. Como si el proceso de degradación y las calamidades de hoy no se hubiesen originado cuando usaban como instrumento de dominación a ese partido y como si éste realmente representara algo distinto. (páginas 11-12).
“… En víspera de las elecciones, junto con Gastón Azcárrraga, presidente del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, y José Luis Barraza González, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, promovió y difundió la campaña de televisión, violando la ley electoral, para atemorizar con mensajes nada subliminales, en los cuales se decía que votar por el cambio iba a significar el cierre de empresas, desempleo y caos, todo lo cual ha sucedido y pudo evitarse si gente como ellos no hubiese actuado de manera fraudulenta y perversa. (página 55).
“… No obstante, aunque es evidente que en México existe una república aparente, simulada, falsa y un grupo ha confiscado todos los poderes constitucionales, es indispensable saber cómo opera esta minoría y qué diferencias existen con otras formas de dominación que se han impuesto en la historia de México. Por ejemplo, en 1909, el periodista John Kenneth Turner, en su libro México bárbaro, sostenía que el Porfiriato “es el régimen dictatorial personalista más perfecto que hay en la tierra”. Posteriormente, don Daniel Cosío Villegas definió a los gobiernos surgidos de la Revolución mexicana como “monarquías sexenales hereditarias”. Mario Vargas Llosa llamó al régimen del PRI “la dictadura perfecta” y ahora, a juicio nuestro, en México oprime y domina una oligarquía rapaz. Oligarquía, con apego estricto al significado etimológico y aristotélico, según el cual se trata del “gobierno de pocos”; y rapaz, por la voracidad desmedida de quienes integran este supremo poder.
“Un rasgo característico del actual régimen oligárquico es que en el ejercicio del poder, el presidente de la República se haya subordinado y sólo existe en la formalidad. Ahora quien ocupa ese cargo no es más que un empleado de la élite dominante. Pero como es obvio, no estamos hablando del consejo de administración de una empresa, que se reúne periódicamente a tomar decisiones. Se trata de un grupo de potentados que manda y gobierna de manera encubierta y cuyos integrantes mantienen sus propias peculiaridades; incluso, entre ellos discrepan, compiten y se enfrentan por negocios, vanidad o influyentismo político. Sin embargo, a pesar de la complejidad en sus relaciones, los une el afán de lucro, la defensa de sus intereses y el sentirse poderosos. El otro distintivo es que, a diferencia del Porfiriato o de los gobiernos príistas, que basaba su poder en el uso de la mano dura y en el predominio de un partido único, ahora este grupo se impone, básicamente, por el control que ejerce a través de los medios de comunicación. (páginas 56-57).
“… Ahora bien, el verdadero pilar que sostiene al poder oligárquico en México, es el control que ejerce el grupo de potentados sobre casi la totalidad de los medios de comunicación y, en particular, la de la televisión. A través de este monopolio, manipulan el pensamiento de millones de mexicanos y administran la ignorancia en el país. Téngase en cuenta que 75 por ciento de los mexicanos se entera de las noticias por televisión. Y ésta, como hemos visto, está controlada por consorcios. De manera especial, un papel destacado lo juega Televisa, que constituye, sin duda, el principal instrumento de control del grupo que domina el país.
“La relación Televisa-Salinas es la piedra angular que soporta toda la estructura de poder de las élites en el México contemporáneo. Ellos representan a la minoría que manda y decide en función de sus intereses. En estos tiempos, su estrategia política consiste en darle continuidad al mismo régimen corrupto, de opresión y privilegios y, para ello han echado a andar la operación de recambio con miras al 201_ …” (páginas 59-60).
“… En nuestro país existe una república aparente, simulada, falsa; hay poderes constitucionales, pero en los hechos un grupo ha confiscado todos los poderes. Esta especie de gobierno mafioso o de dictadura encubierta no sólo ha nulificado la vida democrática, sino que ha causado una infame e inmoral desigualdad económica y social.” (página 136).
“… Hay que desechar el engaño de que para crecer, el Estado debe diluirse o subordinarse en beneficio de las fuerzas del mercado. El Estado no puede eludir su responsabilidad pública, ni económica ni social. Su razón de ser es garantizar a todos los ciudadanos una vida digna y justa, con seguridad y bienestar; y su función básica es evitar que los pocos que tienen mucho abusen de los muchos que tienen poco”. (página 138).
“… Nada fácil ha sido resistir los embates de la mafia del poder y de su aparato de destrucción política. Cuando decidieron robarnos la presidencia sabían que no íbamos a claudicar ni rendirnos y que tenían que borrarnos por completo. Por eso no han parado de atacarnos. No hay un solo día en que sus voceros de los medios de comunicación no hablen en contra de nosotros. No sólo el bloqueo informativo, es la guerra sucia: calumniar, infundir miedo, sembrar odio y crear leyendas negras.
“Esta campaña de desprestigio tiene detrás toda una estrategia de comunicación perversa, basada en el manejo de lo más sensible e irracional del cerebro humano. La frase “Es un peligro para México”, no es producto de una simple ocurrencia, sino el resultado de un plan orientado a la manipulación psicológica para crear consenso en contra de nosotros. Naturalmente, esta operación para construir un pensamiento único, no tendría eficacia sin el control absoluto de los medios de comunicación que ejerce la oligarquía. Tengamos en cuenta que la inmensa mayoría de los mexicanos está expuesta al bombardeo de mensajes transmitidos por la televisión y, como se sabe desde la época de Joseph Goebbels, el ministro de propaganda de Adolf Hitler, una mentira que se repite muchas veces, puede convertirse en verdad.
“También esta maniobra se basa en que existe una buena franja de la población muy despolitizada y susceptible de manipulación. Y contrario a lo que se piensa, son más influenciables quienes tienen actitud aspiracionista o mentalidad retrógrada o pertenecen a sectores más incultos de la clase media y alta. Hay profesionistas, incluso personas con maestría o doctorado, que cuando debaten sobre nosotros, actúan como repetidoras o repetidores de lo que se transmite en la televisión y en programas de radio como el de Pedro Ferriz o el de Óscar Mario Beteta. (páginas 173-174).
“… En lo que a mí corresponde, he dado a conocer 10 postulados básicos de la transformación del país:
“1.- Rescatar al Estado y ponerlo al servicio del pueblo y de la nación.- Reitero mi convicción esencial: El Estado se encuentra secuestrado por una minoría y es la causa principal del desastre nacional. En nuestro país existe una República aparente, simulada, falsa. Hay poderes constitucionales, pero, en los hechos, un grupo ha confiscado todos los poderes. Por eso, lo primero debe ser recuperar democráticamente al Estado, y una vez logrado este propósito, reintegrar las riquezas y los bienes públicos que han sido entregados o concesionados ilegalmente, a través de reglamentos o leyes secundarias, que en ningún caso pueden estar por encima del principio constitucional que señala el dominio directo de la nación sobre los recursos naturales de país. Este procedimiento debe aplicarse fundamentalmente en los casos de la minería, la industria eléctrica y el petróleo.
“2.- Democratizar los medios masivos de comunicación. Es inaceptable que un pequeño grupo posea el control de la televisión y de la radio, y administren la ignorancia del país en función de sus intereses. Que quede claro: no hablamos de expropiación, sino de que el Estado cumpla el mandato constitucional de garantizar el derecho a la información. Para ello no hace falta eliminar el régimen de concesiones, ni crear una excesiva reglamentación ni mucho menos optar por la censura, lo más eficaz es lograr la democratización de los medios, evitando el monopolio y auspiciando la libre competencia. Para ser más claro que haya todos los canales de televisión o estaciones de radio que sean técnicamente posibles, con absoluta libertad, sólo impidiendo que se concentren en unas cuantas manos como sucede en la actualidad.” (páginas 189-181).
¿Mutatis mutandi, cómo se interpreta y adecúa lo anterior en Chiapas?