La ceremonia tribal de sacrificio
Indolente, con el rostro cubierto por un periódico que simulaba leer recostado sobre las gradas de la entrada principal del Congreso del estado, Guillermo Hernández, observó de soslayo cómo se preparaba el ritual de la inmolación.
Indiferente al suicidio asistido vio cómo el joven campesino Agustín Gómez Pérez se convertía en una antorcha humana aullante de dolor, en medio de aquel cuadro delirante de radicalismo, obcecación y profundo desprecio a la vida.
Escurridizo, Guillermo, evitó mostrar cara y argumentar una posición – contrario a su práctica de opinar y enviar correos a los periodistas – durante el movimiento de huelga de hambre, de labios suturados, crucifixión y desangre de los integrantes del Frente Ricardo Flores Magón, que pedían y consiguieron finalmente, con el sacrificio de Agustín, la liberación de su líder Florentino Gómez Girón.
En su sitio estratégico aguardó, observó con el rabillo del ojo y aguzó los oídos, la conclusión de esa parte del libreto en su puntillazo final para conseguir la excarcelación de Florentino, sobre quien y su grupo de allegados, según la Procuraduría General de Justicia del Estado, existen 17 indagatorias penales, además del presunto delito de abigeato por el cual se encontraba procesado en el centro penitenciario El Amate.
Qué resortes movieron la turba enardecida a realizar por consenso la ceremonia tribal de sacrificio? Qué condujo a minusvalorar la vida de Agustín por la libertad de su tío Florentino? Por qué los familiares no impidieron que Agustín evitará el fuego destructor, un muchacho que representaba una promesa campirana y quedara reducido a su actual condición vegetativa?
La inmolación en las afueras del edificio color palo de rosa del Legislativo mostró las vísceras del proceso de cosificación en el que se encuentran los procesos políticos-sociales y las personas particularmente en comunidades chiapanecas, en específico del municipio de Ixtapa, donde Chigtón es emblemática por el episodio que protagonizó Agustín y exhibió los vacíos reales del Estado y el gobierno de Manuel Velasco Coello.
Estos esquemas de lucha en los que el individuo adquiere la categoría de objeto o producto utilizable desechable, característico de los países de Oriente, que tiene sus orígenes en las escalas de mando y sumisión en donde son sujetos los más vulnerables, tales como ancianos, mujeres, jóvenes y niños, son parte de la plataforma ideológica de algunas organizaciones chiapanecas, en las cuales la vida humana representa el escalón menos importante de la pirámide de valores.
Con estos principios de radicalismos y de obsolescencias políticas caducas está identificado El Comandante Rebelde Frustrado, un sujeto de personalidades múltiples, que acude a la aulas como maestro, cuando se asoma al café como demócrata y cuando marcha con el magisterio y las organizaciones sociales, disfrazado de subversivo con un atuendo demiliciano trasnochado, así como opera además detrás de las cortinas con una doctrina y un discurso extremistas, que se concretan en hechos trágicos y dramáticos, como lo evidencio el dolorosísimo aullido de Agustín, que rebota y resuena aún en el estupor colectivo.
Éstas son las acusaciones comunitarias que acompañan a Guillermo Hernández Pérez, un hombre de complexión pequeña que pasa muy fácil de la sonrisa a la seriedad, y cuyo temperamento y carácter lo llevaron a la presidencia del Ayuntamiento de Ixtapa en el período de 1996-1998, cuando por la disputa de un ojo de agua se consumó La matanza de Zapotillo, donde El Comandante Rebelde Frustado fue involucrado por las comunidades.
Fue inmiscuido además en la cadena de hechos, a partir del 2010, cuando Florentino Gómez Girón impulsó el boteo , la ocupación de carreteras, la prohibición de los servicios básicos, la quema de viviendas y la expulsión de, al menos, unas 40 familias que se negaron a seguirlo.
A estos expulsados, refugiados actualmente en Chiapa de Corzo los invade una vez más el miedo y la zozobra luego de la liberación de Florentino y la fortaleza que readquirió el discurso incendiario de Guillermo quien, como se advirtió aquella fatídica tarde del 5 de diciembre el Frente Ricardo Flores Magón, existen más voluntarios para la pira de los sacrificios ante cualquier proceso que no están dispuestos a acatar ni concluir, después de que comprobaron que su método extremo de inmolación es el más efectivo para alcanzar sus propósitos.
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