Dr. Cabrera Fuentes, In Memoriam
[Segunda y última parte]
Además ―tú lo has de saber― él es, ya desde hace doce o 14 años, miembro del Sistema Nacional de Investigadores… No recuerdo bien la fecha [en que lo reconocen] pero desde hace más de diez años forma parte del Sistema Nacional del CONACyT; uno de los primeros de [la Facultad de] Humanidades, [nombramiento] que, digamos, confirma el reconocimiento de su labor destacada como académico excelente.
Esa parte de su vida, es la que ya recuerdo bien, Apolinar. Es el tercer profesor incorporado al Sistema Nacional de Investigadores de la Facultad de Humanidades, luego de Carlos Rincón y Lety Pons. Incansable. Un tipo de doce o 14 horas de trabajo diario, permanente. Formulador de PIFI’s y diversos proyectos… Para él no había feriados ni fines de semana.
Profesor de excelencia
Sí. Así es. Uno de los primeros académicos destacados, reconocidos [al nivel de] toda la UNACH aunqueee… a Juan Carlos se le va a recordar siempre por su labor destacada dentro de la docencia. La parte de su vida, la parte fundamental que se le va a recordar va a ser, digamos, [su labor] como excelente profesor. Creo que esto es lo que hay que destacar. Que será recordado básicamente por su formación de calidad… por la calidad de recursos humanos que pasaron por sus manos para su formación. Es decir, quienes estudiaron con él, quienes hayan pasado por él, son y serán vistos como [profesionales] que recibieron un plus, o que tuvieron la oportunidad de [aquilatar] un plus adicional a su formación.
Juan Carlos será recordado por [haber sido] un profesor de calidad… exigente, metódico, disciplinado, trabajador. Llevaba, hay que decirlo, a sus estudiantes, a sus tesistas… los atendía personalmente… los llevaba de la manita, como se dice; los formaba de muy buena… del mejor modo posible. No habemos o no hay muchos de esos…
Con decirte que… cuando no podía o no quería atender a sus tesistas en la Facultad, los citaba en algún café o restaurant aledaño a la Universidad… incluso a deshoras. Yo lo recuerdo. Mientras algunos por placer, negocios o argüendes, íbamos o estábamos en tales lugares, a Juan Carlos varias veces lo ví trabajando con sus alumnos, mientras comía o desayunaba…
Si sí. Un tipazo. Administrador, gestor, investigador, profesor, director de tesis eeeh… gran inteligencia e ideas bien claras, aunquee… se le recordará fundamentalmente por su forma de ser, por su calidad humana, pero sobretodo, como buen profesor. Es [y será ahí] en donde deja Juan Carlos su más grande [y profunda] huella.
Instituciones privadas
Perfecto. Su carrera en la Facultad de [Ciencias] Sociales, en Humanidades, en la UNACH, aunque… no sé si creas valga la pena enunciar o destacar su labor profesoral fuera… en varios programas de posgrado de escuelas privadas…
Puees… yo creo que sí. Creo que sí vale la pena mencionar eso. Su participación en la Universidad del Valle del Grijalva, en la Universidad del Valle de México, en donde participa activamente incluso en doctorados que se establecieron ahí. También en el INEF, creo Instituto Nacional de Estudios Fiscales, peroo… la cuestión es quee… dada su calidad como buen profesor… pese a la situación de muy baja calidad [experimentada en los] programas y planteles de educación superior privadas, él, [al llegar a ellos], era capaz de imprimirles su propia [y singular] dinámica académica a los programas en donde participaba.
Nunca fue de los profesores que llegan, dan sus clasesitas, exponen los alumnos, concluyen, cobran y ahí nos vemos. No, no. Fue un profesor que aunque se [incorporara a] programas menores, privados, o donde el nivel de exigencia no fuera mayor, él era capaz de exigir y levantar el nivel [de los programas], sobre todo cuando la gente, los maestrantes o doctorandos le respondían. Porquee… ya lo ves. A veces por más que se le pone enjundia, trabajo y pasión al trabajo, a las clases, el material humano no responde. Pero bueno, él tenía la pasión, la fuerza suficiente, el carisma del buen profesor, en donde la gente incluso, por querer quedar bien con el profesor, se pone a estudiar en verdad y… digamos, esa es una de las esencias… la esencia del profesor excelente, que se manifiesta en muy poca gente ¿no?
Efectivamente, de los profesores que son capaces de infundir en los muchachos, en sus alumnos, la voluntad de leer, de estudiar, aunque de origen no sean muy buenos lectores y… otro asunto que valdría la pena es su vida personal, anécdotas que recuerdes, o que en conversaciones con él, te haya confiado alguna vez…
Vocación por la Filosofía
Anécdotas. Cosas destacadas habría varias, como la anécdota de su formación quee… al terminar su prepa él inicialmente lo que desea es estudiar filosofía. [Por eso] se inscribe y es becado por la Universidad Iberoamericana, aunque como la Ibero cierra o nunca abre la licenciatura [de filosofía], por falta de alumnos, entonces lo mandan a una escuela de curas [a un seminario de la orden de los Jesuitas], en donde conoce como profesor a estee… [a Miguel Concha Malo], el tipo que funda el Centro de Derechos Humanos Fray [Francisco de Vitoria], con quien, [por esos días], arman ahí o participan en un movimiento que los echa del lugar puees… imagínate: ¿Una escuela de curas super-autoritaria y ellos… este profesor y sus alumnos promoviendo cuestiones sociales?… Pero bueno, la cosa es que no concluye sus estudios de filosofía ahí, lo expulsan de la escuela y entonces se inscribe finalmente en la UNAM, en la ENEP Acatlán, que es en donde finalmente concluye sus estudios de sociología.
El Atlético y su afición por el futbol
Otro asunto de su vida personal, una anécdota, es quee… fue amante del futbol y… llegó incluso a probarse, a entrenar, a someterse a la disciplina, y a formar parte de las reservas del [equipo] Atletico Español, dado que su padre era de ascendencia española y pues, ahí lo cobijaron. [Entrenó con ellos por] algún tiempo, aunque nunca llegó a debutar y… lo cierto es que formó parte de las reservas del Atlético Español. [Debido a ello] cuando viene aquí, a San Cristóbal, él es un futbolista hecho, que juega durante mucho tiempo en la selección de veteranos de San Cristóbal, dentro de la [Liga Municipal de Futbol], hasta los 45 o 50 años [de edad]. Así que esa fue su gran afición y le iba al Atlas, aunque nunca supe porqué, pues ya ves que es un equipo que nunca ha ganado nada, ningún campeonato, pero bueno, fue un gran admirador del Atlas.
Bueno viejo, creo que para ser teléfónica esta entrevista es suficiente, por el momento, aunquee… bueno, si hay algo que quieras agregar Apolinar amigo, pues, adelante…
Solidaridad a mares
Puees… na’más destacar que Juan Carlos vive y trabaja incansablemente hasta [el último de sus días]. Que fuimos amigos. Que nos quisimos. Que durante su vida en San Cristóbal ―esa primera etapa bonita de su vida― es un Juan Carlos jovial, como lo fue siempre, aunque tal vez un poco más. Relajado, servicial, solidario, emotivo, pleno… a pesar de sus problemas metabólicos hereditarios [que le hacen acumular grasa en las arterias], y la diabetes. Bebió poco, aunque de repente y con moderación, precisamente por sus problemas de salud. Por sus triglicéridos siempre altos, lo que lo llevó a tener problemas arteriales y de circulación [sanguínea], y por el azúcar.
Fuera de eso fue un hombre cabal, buen amigo, buen padre para sus hijos, excelente académico, chambeador hasta el cansancio, aunque buenoo… así fue su vida. Así le gustó vivir. Trabajo intenso y solidaridad a mares. Vivió su vida bien y a su gusto. Nunca ninguna queja. Nunca ningún reclamo. Siempre alegre y propositivo. Nunca [ningún lamento] por su enfermedad, o por los excesos del trabajo. Un tipo admirable. Vida plena a pesar de todo. Buen amigo… genio y figura.
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