El Museo de la Ciudad, que construye ciudadanía y fomenta la cultura
¿Conoce el Museo de la Ciudad de Tuxtla? Al entrar usted se dará cuenta que no está en cualquier sitio. Es un edificio que ha logrado sobrevivir a la idea que tienen muchos gobernantes de lo que es una ciudad moderna. Son de esos sitios que son luz y que basta estar ahí unos momentos para empezarlo a querer. ¿Se puede querer un edificio? Pues, a este sí.
El edificio, en donde se encuentra el Museo de la Ciudad, fue construido entre los años 1941 y 1942. Fue el Palacio Municipal de Tuxtla Gutiérrez. El lugar fue diseñado por el arquitecto Francisco D`Amico. Su estilo es ecléctico. Esta considerado por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) como monumento de valor artístico.
Lo más maravilloso de este edificio, para mi gusto, no es su construcción misma, sino todo el movimiento ciudadano y cultural que ha logrado conjuntar.
Hace 25 años un grupo de ciudadanos y ciudadanas se unieron y conformaron la Fundación Fernando Castañón Gamboa. Su intención era rescatar la memoria histórica de Tuxtla. En el camino, muchas y muchos de los integrantes de la fundación se fueron retirando del trabajo por diversos motivos y también hubo quienes se fueron sumando.
En el año 2000 se le entregó a esta Fundación el comodato del edificio que ahora alberga el Museo de la Ciudad de Tuxtla.
De este sitio se ha ido adueñando la ciudadanía. Es visto no sólo como espacio cultural, sino como un espacio en donde todos y todas, sin importar religión, filiación política, ideología, puede llegar y organizar un evento, sumar.
En este lugar convergen diferentes generaciones. Las y los socios de la Fundación Fernando Castañón Gamboa empezaron su trabajo hace 25 años. A su labor se han sumado jóvenes voluntarios de diferentes edades. Chavos y chavas que apenas y alcanzan la mayoría de edad, adultos jóvenes, adultos mayores. La sola convivencia de diferentes generaciones abre un abanico inmenso de posibilidades.
En el Museo de la Ciudad a nadie se le cae el título por colocar una silla y una mesa; por barrer el jardín; por servir el café. En todos los eventos, programas, exposiciones, conciertos hay alguien que ofrece su tiempo y esfuerzo para que las cosas funcionen.
Ayer se iniciaron con los trabajos de remodelación del Museo de la Ciudad. El municipio de Tuxtla otorgará 4.2 millones de pesos y la federación un total de 14.8 millones de pesos.
En su discurso el senador Zoé Robledo, quien gestionó los recursos ante la federación, enumeró cinco razones por las que es importante la inversión para la remodelación en el Museo de la Ciudad. Coincido en la mayoría de ellas: es un edificio que ha sobrevivido a la idea de modernidad que tienen muchos gobernantes; es un ejemplo de resistencia del trabajo de la Fundación Fernando Castañón Gamboa; es un lugar dedicado a la cultura; es un sitio del que se ha apropiado la ciudadanía, es también un referente turístico.
El municipio de Tuxtla Gutiérrez será quien ejecutará la obra y administrará los recursos. Ayer se firmó un acuerdo de transparencia entre el senador Zoé Robledo y el presidente municipal, Samuel Toledo. Lo que se intenta con este acuerdo es que se haga un uso eficiente y transparente de los fondos. Los socios y voluntarios del Museo estarán pendientes que así sea.
Zoé Robledo destacó en su discurso que se logró eliminar las barreras partidarias –él es del PRD y el alcalde del PRI- para lograr bajar los recursos y ejecutarlos en la obra. Considero que esto no es un mérito de ellos, sino de la ciudadanía que los empujó a hacerlo, que estuvo insistente, que no permitió que se perdiera el objetivo.
La remodelación del edificio que alberga el Museo de la Ciudad de Tuxtla Gutiérrez es un logro ciudadano. Hay muchas personas involucradas en todo el trabajo que se hace en este sitio, no las menciono no por falta de reconocimiento, sino por no ser ingrata y que se me pase alguien. Hay personas que otorgan su tiempo, esfuerzo, recursos económicos, talento para que el museo sea el lugar que es ahora.
El Museo de la Ciudad de Tuxtla estará cerrado por cuatro meses. No se apuren, a partir de ahora las actividades del Museo de la Ciudad serán itinerantes. Nos vamos a ir apropiar de otros espacios públicos. A llenarlos de ciudadanía y cultura.
El edificio está incluido en el catálogo nacional de monumentos históricos, razón por la cual es –me traiciona la redundancia– un edificio histórico, no artístico.
Saludos, su trabajo es más que encomiable.