Libertad de Prensa en México

Imagen: www.linkeados.com.ar

México es un país peligroso para la práctica del periodismo de acuerdo a cifras publicadas en el Universal en junio de este año del año 2000 a la fecha han muerto 102 periodistas y hay 22 periodistas en calidad de desaparecidos. De acuerdo a Miguel Rábago (profesor de la Universidad Iberoamericana) “ el periodismo en México es una profesión de alto riesgo, es una profesión acechada, en una profesión en la que no sólo existe el peligro tradicional de estar en contra de los elementos más poderosos del Estado, sino también el problema relativo a una violencia ejercida desde muy diferentes sectores. Desde el Estado predominantemente, pero también desde esta entidad amorfa, difícil de definir, que es la delincuencia organizada.”

El acceso a la información, la libertad de expresión y la libertad de prensa son elementos de un Estado Democrático de derecho, el primero constituye la prerrogativa que tiene todo ciudadano para acopiar, compilar y recopilar información de cualquier tipo y por cualquier medio, la libertad de opinión y expresión incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión, de acuerdo a la Unesco La libertad de prensa, sin ninguna duda, es un elemento central del derecho más amplio a la libertad de expresión. La prensa (en sus varias plataformas) juega un papel central al informar de forma contextualizada sobre los temas relevantes para todos los ciudadanos y ciudadanas, al agendar en debate público las cuestiones centrales para el desarrollo y la democracia, al actuar como “perro-guardián” de los gobiernos y otros actores.

De acuerdo a Fran La Rue ( Ex relator especial de la ONU para la libertad de opinión y expresión) “la violencia contra la prensa es la manifestación de un retroceso en la democracia. Quiere decir que los líderes políticos en el mundo están empezando a sentir de la investigación de la prensa, a sentir temor de la crítica, o del debate público y amplio que es parte de una democracia, o sentir temor de que se investigue corrupción y se denuncie corrupción en las políticas públicas equivocadas.”

En el noveno principio de la Declaración de Principios sobre la Libertad de Expresión, de la CIDH, se establece que: «El asesinato, secuestro, intimidación, amenaza a los comunicadores sociales, así como la destrucción material de los medios de comunicación, viola los derechos fundamentales de las personas y coarta severamente la libertad de expresión. Es deber de los Estados prevenir e investigar estos hechos, sancionar a sus autores y asegurar a las víctimas una reparación adecuada».

El Informe Especial sobre la Libertad de Expresión en México de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos del año 2010 señala que desde el año 2000 México es el lugar más peligro en las Américas para ejercer el periodismo. Como lo ha señaldo Frank de la Rue la violencia contra periodistas viene precedida de un monitoreo, amenazas que dan aviso que hay peligro, el Estado debe actuar con firmeza ante esas agresiones ya que la impunidad es lo que permite la escalada de violencia hasta llegar a sucesos trágicos como el homicidio o la desaparición de periodistas.

Frank de la Rue propone 4 elementos fundamentales para proteger la libertad de prensa:

Primero, que el Estado tenga un mecanismo de emergencia para responder.. Hay mecanismos eficientes que han funcionado en el mundo, como el de Colombia, con recursos del Estado y con determinación de todas las partes con una comisión multipartidaria que lo dirija. Es decir un mecanismo eficaz y eficiente, en el caso de México SEGOB y la CNDH cuentan con mecanismos.

El segundo elemento es un marco legal oportuno que protege la libertad de prensa y la libertad de expresión en general, eso debe estar desde el marco constitucional hasta las leyes secundarias. La libertad de expresión y la libertad de prensa debe estar absolutamente reconocido en un Estado, en su legislación.

En tercer lugar, , es un sistema de justicia eficiente. Este es probablemente el problema de México, sin embargo hemos pasado de un sistema en el que las diligencias judiciales por regla general eran poco abiertas al público a un sistema acusatorio que permite la publicidad de las actuaciones judiciales, sin embargo debe de ir de la mano con capacitación al Poder Judicial, protocolos de actuación para ministerios públicos y policías, cada crimen que queda impune es un aliciente a cometer una nueva agresión contra la prensa.

El último factor señalado por el ex relator de la ONU es el factor político. Los líderes políticos del país deben de tomar posición pública, resaltando la función e importancia de la prensa. Lo tienen que decir en sus discursos. Es probable que la crítica no le gusta, pero como lo señala Frank de la Rue: “Un líder verdaderamente democrático es el que permite la crítica, el que permite un debate político amplio y público, el que está dispuesto a corregir las políticas equivocadas que han diseñado.”

En regiones del norte del país la mayor amenaza a la vida e integridad física de los periodistas, especialmente de aquellos que cubren noticias locales sobre corrupción, narcotráfico, delincuencia organizada, seguridad pública y asuntos relacionados es el crimen organizado. No son gajes del oficio ser golpeado o despojado de los instrumentos de trabajo, amenazado o perseguido por lo publicado. Una sociedad democrática debe velar por tener una prensa libre, porque finalmente son los lectores quienes decidirán qué leer, a que dar confianza y qué dejar en el olvido.