De los bálsamos en los medios de información

Antes era común encontrar textos literarios en las páginas de un periódico –los medios digitales no exitían-. La costumbre, por así decirlo, se ha ido perdiendo. Las y los escritores han abandonado el diarismo de los medios informativos por diferentes razones.
Hay quienes como: Alejandro Molinari, Héctor Cortés Mandujano y Antonio Cruz Coutiño, quienes colaboran en Chiapas Paralelo continúan con ese trabajo, tal vez ellos mismos no sean conscientes lo necesario que son sus textos para las y los lectores que diariamente abren un medio de información.
Su trabajo, para mí, es el equilibrio, lo que necesitamos para saber que no todo está mal, que hay belleza a nuestro alrededor. No es porque escriban sobre situaciones bellas y agradables, sino por toda la gracia que encierra un texto literario y lo bueno que es encontrárselo en la cotidianidad de un medio de información que se actualiza diariamente.
Recuerdo cómo hace algunos años un grupo de correctores de estilo y reporteros nos reuníamos al llegar a la redacción para leer la columna “Arenilla” de Alejandro Molinari. Era un momento sagrado –no exagero-, de compartir con los otros, de dejar a un lado la manifestación del día, la declaracionitis del funcionario.
El trabajo de Alejandro, Héctor y Antonio, que siguen escribiendo con cotidianidad en los medios de información, son una invitación para acercarse a la literatura y también hacer cosas diferentes en el periodismo. En lo personal cada vez que leo la “Casa de citas” de Héctor Cortés me quedó con ganas de leer más de un libro de los que menciona.
Ojalá y más escritores y escritoras retomen el buen hábito de escribir cotidianamente para los medios de información. No saben cómo hace falta su trabajo en estos tiempos. Ojalá y también los tomadores de decisión en los medios de comunicación valoren ese esfuerzo. Ojalá y también las y los lectores se asomen a leer estos trabajos y los defiendan. En Chiapas Paralelo estamos muy agradecidos con esos bálsamos que nos regalan Alejandro Molinari, Héctor Cortés y Antonio Cruz Coutiño. Larga vida a su trabajo.