Andanzas de La Parca y San Pascualito

ENRIQUE PEÑA NIETO

Viene aullando la muerte

échenle duro a la pala

trae cargamento fuerte

quiere fosas en Iguala.

El cadáver es conocido

para nadie indiferente

no es un desaparecido

es el zafio presidente.

Debía muchas “El Copetes”

hasta aquí llegó su raya

sumaba ya varias muertes

las de Atenco y Tlatlaya.

No tendrá descanso eterno

quien a México quiso mover

lo increpará hasta el infierno

la Patria que quiso vender.

MANUEL VELASCO

Se murió Manuel, “El Güero”

de la Parca no pudo escapar

antes –dijo— morir prefiero

que ponerme a gobernar.

Pues con mucha enemistad

por esa actitud ruin

la Flaca le quitó la publicidad

y a su vida puso fin.

Con Anahí no hubo boda

se rompió de corazón a corazón

ahora se le ve a esa boba

lloriquearle desde la televisión.

Hay gente tan compadecida

que lo recuerda sin vergüenza

van en Todosanto a su capilla

a dejarle playeras y despensa.

SAMUEL TOLEDO

Salió a rodar San Pascualito

en su fúnebre carretón

cansado de viajar solito

puso el ojo en el Dientón.

Toledo lo escuchó venir

le rechinaban los dientes

clemencia quiso pedir:

“yo no, soy el presidente”.

Mejores me han rogado

y nunca he hecho trato

estás vivo de regalado

eres alcalde de aparato.

Vamos Samuel, mapache,

es hora de partir al panteón

debes pagar por cada bache

que desmadró mi carretón.

JESÚS MURILLO KARAM

La muerte tan oportuna

rauda a la PGR llegó

un tufillo de cadáveres

hasta ahí la remitió.

Se dijo: “éste ya caducó”

cuando oyó a Murillo hablar

si en huesos es especialista

a mis brazos vendrá a dar.

Vamos ya, mi gordito,

ven, acércate a mi lado

no te resistas más

que te agarraré cansado.

Fogosa y ardiente calaca

secuestró así al ínclito abogado

de quien luego de 43 días

su esqueleto apareció calcinado.

RANA RENÉ

Cansada la Flaca de su pesimismo

a la Rana se llevó al panteón

no resistió su templado estoicismo

frente a enfermiza devoción.

Pero tan lamentable deceso

en las redes causó revuelta

exigían sus fans justo proceso

para que la trajeran de vuelta.

Ante semejante osadía

de seguidores del anfibio

les tiró Facebook un día

y a todo mundo dejó frío.

Por esa viral cibercultura

parece que ya no me temen

pero se van a la sepultura

con René y todos sus memes.

Preocupada y arrepentida

de que tanta gente muriera

quedó la Flaca, dubitativa

pensando: “a veces quisiera…”