Poniatowska en Chiapas
Elena Poniatowska es la escritora y periodista mexicana más comprometida con las más importantes luchas sociales en las últimas décadas de éste México Bravo.
Elena estará en Chiapas este martes para recibir el grado de Doctor Honoris Causa por la UNACH, cosa que celebro de mi Alma Mater, lo que no me gusta son las restricciones que se pretenden imponer a los asistentes.
Elena es de todas y todos los mexicanos que reconocen y admiran no sólo su obra literaria, sino también su lucha y su carisma y amor al pueblo.
Elena es una de las más lúcidas escritoras mexicanas en su discurso y que sin ambages se expresa con total libertad.Que sin empacho abraza una causa y toma su trinchera. Ama la juventud mexicana, a esa que siempre le ha dado voz en sus revueltas a los largo de toda su vida. La recordarmos desde «La Noche de Tlatelolco» y su legado para conocer a detalle lo que sucedió por aquellos días de octubre de 1968.
Nada agrada y gusta tanto a Elena que tener a un público jóven, entusiasta y rebelde, le fastidian las etiquetas y los discursos demagógicos. Por eso restriingir el acceso sólo a los adultos de tacuche es un mero cliché que empaña ese reconocimiento.
Elena es de las que llaman a salir a las calles, a tomar las calles, a marchar, a protestar, no es de las que se quedá en su sofá a leer y escribir nada más.
El pasado miércoles 8 de octubre, invitada al coloquio Elogio de la Ciudad de México, la escritora habló del movimiento estudiantil de 1968, Elena dijo que «hay que pensar que lo que vivimos, sobre todo por lo que ha pasado en Ayotzinapa. Esa cantidad de muchachos muertos y enterrados en fosas casi de inmediato es una verdadera salvajada (que eso) nos indigne lo suficiente para salir a marchar. El miedo es parte de nosotros, siempre hay miedo (siempre que tengo que hablar o que tengo que escribir, siempre tengo miedo, me da miedo, me digo, siempre trato de agarrarme de un rostro que siento que me ve con simpatía y digo de ahí me agarro, lo veo como un ancla durante todo el momento de la presentación). Entonces el miedo existe, y no se trata, se oye un poco chocante, eso de vencer el miedo, sino decir qué nos parece y qué no nos parece, porque si no lo hacemos nos va a seguir yendo de la patada, como nos está yendo».
Ahí estaremos, porque Elena es nuestra. Elena es de todos los que oeyen en su voz , nuestra voz.
Hola , Isaín. Solo para comentarte que me extraña que en varias de las publicaciones se presenten errores ortográficos por lo que, deberían poner mucha más atención. Saluditos :)
A mí no me extraña, Dahira. ¿Por qué en «Chiapas Paralelo» y en «Proceso» sus textos aparecen mal y bien escritos (bueno, regular), respectivamente? Muy simple: por los benditos y sufrientes editores de «Proceso».
Veamos un par de frases de este predecible texto acerca de Poniatowska:
«Que sin empacho abraza una causa y toma su trinchera. Ama la juventud mexicana, a esa que siempre le ha dado voz en sus revueltas a los largo de toda su vida».
¿»Toma su trinchera»? ¡Lugar común de primaria! Y la fea frase hecha que suele anteceder a una observación cursi y facilona: «esa que». Por ejemplo: «Ama la juventud mexicana, a esa que siempre le ha dado voz en sus revueltas a los largo de toda su vida».
En fin, no son sólo los errores ortográficos, sino cierta impericia expresiva. Para decirlo claramente: cierta cándida torpeza.