La Libertad de Prensa y Expresión en Chiapas, un derecho a ganarse con acciones concretas

El pasado 7 de octubre,  periodistas independientes de Chiapas conmemoraron por segundo año el Día  Estatal de La Libertad de Prensa y Expresión  en Chiapas.

Lo hicieron  discreta y reflexivamente, como corresponde a la trascendencia histórica  de la fecha y su aportación al sentido de la libertad.

Fuera de cualquier acto  y aspaviento oficial, el aniversario luctuoso de Belisario Domínguez, fue pauta y motivo para referir  los ideales  y las  luchas incesantes del comiteco.

El legado del médico, periodista y político hoy está   más vigente que nunca, por sus  tan necesarios destellos de la inquebrantable congruencia que guio su vida desde la infancia hasta la tumba.

Pero la figura Domínguez –  junto a  la  Emiliano Zapata,  uno de los  personajes más puros  del período revolucionario-  es cada vez más desdibujada por el Estado mexicano.

La evidencia más cercana de este atropello lo muestra  el expediente Ayotzinapa.

El caso de los estudiantes de Guerrero resume los oscuros mecanismos  operados por el poder político  y el crimen para silenciar los reclamos.

Estos abusos los enfrentó en su tiempo  don Belisario. Estas acciones vuelven, como si se tratara de ciclos repetitivos, como también se alza e  ejemplo ético-moral  del editor  del periódico de El Vate.

Periodistas de esta casa editorial están conscientes de su compromiso de participar en la transformación democrática alienta y promueven la concientización ciudadana.

Lo realizan en la medida de sus posibilidades utilizando los espacios, las capacidades y las herramientas de la tecnología, como ocurrió con el taller de acceso a la información dirigido al lector y al ciudadano de calle.

Otro encuentro formativo del periodismo contemporáneo  lo constituyó el curso sobre medidas de seguridad virtual  en el manejo de la información y las redes.

Más reciente fue el curso sobre la reforma electoral dirigido a un grupo de tunde máquinas, donde la aportación fue enriquecida con la opinión y la polémica de los participantes.

Las publicaciones giran alrededor de la denuncia  y el seguimiento  de  grandes temas  como la justicia  y los procesos democráticos, por mencionar algunos, que vertebran  el entramado social y que son la verdadera preocupación ciudadana.

Con estas actitudes y aptitudes se rechaza un año más el oficialista  7 de junio Día de la Libertad de Expresión en México.

Se pretende, como lo ejemplificó Belisario Domínguez, rechazar el pernicioso amasiato prensa-poder.

El Día  Estatal de La Libertad de Prensa y Expresión  en Chiapas surgió a propuesta de un reducido pero significativo grupo de periodistas,  que en su hartazgo por esa simbología y simbiosis del periodismo con el poder, determinaron la ruptura y se echaron a caminar por la libre,  paso a pasito, con acciones concretas y visibles.