Cinemex, magia que desilusiona
Para fugarse de esta triste realidad de hoyancos, topes, calles, caos vial, bloqueos y de oportunistas con doctorados patitos que se publicitan hasta por debajo de las piedras, no hay nada mejor que perderse en las pantallas del cine.
Aquellos tiempos de esperar los estrenos por un año, de hacer enormes filas de una cuadra para ver a Farrah Fawcett, Steve McQueen, Charles Bronson o Alain Delon, comer palomitas insípidas o tortas de cebolla con algo de carne, han quedado atrás con la llegada de cines que dicen, al asistir, toda una experiencia.
Lo malo es cuando las expectativas de los consumidores no se cumplen y que “lejos o grande” les queda el eslogan con el cual atraen clientes: la magia del cine o la capital del cine; y no quedan ganas de volver ni siquiera en 2×1.
Si en su momento los cines Vistarama, Chiapas 70 y Bonampak desaparecieron por la voracidad en taquillas, dulcerías y películas con rezago, Cinemex podría seguir ese camino y entonces dejar a su odiado competidor, Cinépolis, como el rey en Tuxtla Gutiérrez.
Vivir la “experiencia NFL” del famoso Monday Night en Cinemex es deprimente y de plano NO VALE LA PENA pagar por ello; ni gratis. Primero, el proceso de compra de los boletos es demasiado lento, especialmente si decide pagar con tarjeta de crédito o usar la tarjeta Payback, luego de deslizar más de tres veces al fin obtiene las entradas, pero no se emocione, falta lo peor.
Como mandan los cánones futbolísticos para acompañar la emoción de Dallas Cowboys versus Washington Redskins no podría faltar el combo NFL: un hot dog que presume ser salchicha Óscar Mayer (pero sabe a Capistrano o Chimex), una insípida “Pecsi” light en un vaso de los Green Bay Packers y un mini casco de los Seahawks de Seattle.
El kick off inició a las 18:30 horas, pero como buen Defensive Tackle el joven empleado de Cinemex impidió sentarme puntual porque el “sistema es nuevo y apenas estamos aprendiendo…” Entonces se apoyó de un Linebacker pero el “sistema” tampoco funcionó, mientras tanto los Redskins obtuvieron sus primeros tres puntos por un Field gol, y seguía en la fila con un hot dog frío y una desesperación que… Pero Guard llegó otro joven inspirado y sabiamente como Cheerleaders dijo: prueben en mi terminal y al fin, como Marcus Murray enfilé por fin hacia la sala 2 con la esperanza de ver al menos el último cuarto del partido, luego del “retraso de juego” de más de 25 minutos en dulcería.
Realmente emocionado, enfundado en el jersey 82 de Jason Witten y en penumbras, busqué el mejor Hole para tratar de avanzar al menos a la línea de Scrimmage, pero en busca del First and ten recibí un Holding en los ojos por la mala calidad de imagen que, vaya, ni el canal 10 en sus peores tiempos tuvo.
La señal proviene de Dish que se supone transmite en HD, pero con una resolución de imagen tan pobre que compararla con Compaq, Acer o Printaform, es ofender a estas marcas. Por si fuera poco el ambiente era cálido pero no por el exceso de personas (apenas fuimos 20), sino porque el aire acondicionado al parecer se dañó o el cácaro tenía frío y por eso no lo prendió.
En el medio tiempo unas palomitas podrían mitigar un poco la decepción del combo NFL; un pañuelo amarillo cayó al instante porque las popcorn además de estar más saladas que el mar muerto y frías, no las venden en todos los tamaños: “si quiere más grande tiene que salir…” ¿Y volver a sufrir las fallas del sistema?
Dallas 17 Redskins 20, en tiempo extra. Dos derrotas en una ¿No sé cuál duele más, si la pésima experiencia de vivir la NFL en Cinemex o que ya merito se ganaba?
No solo se sufre esto en los juegos de la NFL, también se padece en las funciones normales (Cinépolis les gana en calidad de imagen). Es una constante que, coincidiendo con otros consumidores, se pensó con la llegada de Cinemex todo mejoraría pues antes Cinemark también dejó mucho que desear. Basta revisar un poco los comentarios en la web, manifestados por varios tuxtlecos, para saber que no solo lo padecen quienes pagan para “disfrutar” el futbol americano.
No vaya a Cinemex por los juegos de la NFL, mejor quédese en casa y súrtase en “la tiendita” que más le convenga, sintonice ESPN y aunque solo grite como en un 15 de septiembre. No sufra ese Foul de más de 170 pesos, no vaya a salir en el “carrito de las desgracias” y lo pongan en la lista de lesionados económicos.
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