Hacienda y el reto del pago de aguinaldos
La semana pasada Juana María de Coss, secretaria de Hacienda del gobierno de Chiapas, reunió con urgencia a todos los jefes de las Unidades de Apoyo Administrativo de las dependencias estatales. Luego de plantearles la situación económica de la entidad la instrucción, con un tono que sonó a orden, fue tajante: administren bien sus finanzas, no hagan gastos innecesarios, reprogramen sus inversiones, acoten sus programas; en síntesis, les pidió que se “amarraran el cinturón” para que a fin de año pueda pagarse sin contratiempos el aguinaldo de los burócratas.
Al conocer la noticia, muchos secretarios y directores quedaron sorprendidos, y varios de ellos no pudieron contener su sentimiento de molestia. Entre otras cosas se preguntaron del porqué de la falta de recursos para una erogación que ya está contemplada en el presupuesto 2014 si no hay indicios de una disminución drástica en los ingresos del gobierno; ¿de dónde proviene entonces el desbalance de las finanzas públicas?
La respuesta más lógica que encontraron es que hay una enorme fuga de dinero que ha desequilibrado la correcta administración de las arcas gubernamentales y no han tenido que pensarle mucho para ubicarla. Coinciden que el boquete fue abierto por el descomunal gasto en la publicidad institucional de las actividades del gobernador, y de algunos secretarios predilectos a los que se les ha ampliado el presupuesto para organizar eventos de relumbrón pensados más en función del lucimiento personal que en el de los beneficios viables que puedan traer al estado, como es el caso de la Secretaría de Turismo.
Se señala también como probable factor de desequilibrio financiero, los recursos oficiales desviados a la gestión del entramado político que servirá de base a la estrategia electoral del gobierno el próximo año en el que se renovará el Congreso local y 122 Ayuntamientos, además de los legisladores federales. Y en este punto se puede citar la formación de los partidos Mover a Chiapas y Chiapas Unido, dos organizaciones con evidentes afinidades gubernamentales que actuarán de acuerdo a las necesidades hegemónicas del Partido Verde Ecologista de México.
Una tercer “hoyo negro” por donde desaparecen cantidades millonarias del erario, lo constituyen los enormes apoyos con fines clientelares que se destinan a las comunidades marginadas con el propósito de establecer lealtades que puedan cobrarse a la hora de concurrir a las urnas; aunado al costoso despliegue de personal gubernamental en las perpetuas giras de Manuel Velasco por territorio chiapaneco y la movilización de personas para darle “volumen” a los actos oficiales.
De acuerdo con lo anterior, el velado recorte de recursos de Hacienda a las dependencias estatales para garantizar el pago de aguinaldos a sus trabajadores, es un indicio de que el presupuesto podría no estar siendo ejercido con racionalidad ni con apego a lo establecido en la ley respectiva, afectando programas y actividades de las instituciones de la administración pública.
En este contexto, llama la atención que voces oficialista empiecen a hablar del tema de la economía del estado, de la eficiencia en el manejo de los recursos públicos como tratando de defender el excesivo gasto gubernamental.
Por ejemplo, el secretario de Gobierno, Eduardo Ramírez Aguilar —que comúnmente no aborda temas económicos— declaró la semana pasada que el gobierno de Chiapas “está trabajando con finanzas sanas y responsables”, que los recursos “están sirviendo para beneficio de la gente”; y que en la recta final del segundo año de esta administración del gobernador Manuel Velasco Coello “se ha cumplido con eficiencia y transparencia el manejo de los recursos públicos, los cuales hoy vuelven a regresar a la gente, a través de acciones, programas y obras de desarrollo social”.
Además enfatizó que “lo más importante es que para todo lo que se está haciendo, no se está pidiendo un sólo crédito y por lo tanto no se está endeudando al estado”.
Cabe preguntarse entonces: si se está trabajando con finanzas sanas y responsables, ¿por qué Hacienda limita el gasto de las dependencias para que pueda sufragar las erogaciones que le corresponden, en este caso el pago de las prestaciones laborales de fin de año?
El gobierno de MVC tuvo ya problemas de pago de aguinaldos cuando enfrentó la crisis financiera heredada por el megaendeudamiento de la administración de Juan Sabines. Quizá esta vez logre sortear los apuros presupuestales y cumpla sin contratiempos esa obligación; sin embargo, lo hará castigando el gasto programado de las dependencias, las cuales se verán sometidas a las consecuencias de un irregular manejo del Presupuesto de Egresos.
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y que esperaban con tanta estúpida publicidad y viajes de placer