Definición de hoy

Foto: www.granadablogs.com

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Pareciera una definición sencilla. Todo mundo sabe lo que significa hoy. Si vemos el diccionario hallamos que hoy es: “en este día, en el día presente”. Pareciera natural colegir que hoy es sinónimo de día; es decir, el hoy contiene veinticuatro horas. Las once con cincuenta y nueve minutos de la noche anterior significan el ayer y un segundo después de las doce de la noche de hoy ya significa el mañana. El hoy, entonces, es, de acuerdo con el diccionario y con el sentido común, el día presente. Por lo tanto, el hoy es la sustancia más endeble y volátil y tal vez, digo sólo que tal vez, es la entelequia más elevada.

 

La pregunta más inocente revela la mentira del hoy. Si alguien, por ejemplo, pregunta: “¿en dónde estabas hace rato?”, la respuesta, necesariamente, debe referirse a un pasado, cercano, pero pasado. La naturaleza de la pregunta refiere a un tiempo pasado: ¿en dónde estabas? De igual manera si alguien pregunta: “¿Iremos al cine a las cuatro?”, lo hace en tiempo futuro: iremos. De tal suerte, pareciera que el hoy es inexistente, en tanto que refiere a un instante que se diluye al instante siguiente. El hoy es la transición entre lo que ya pasó y lo que está por llegar.

 

Cuentan que un Soberano exigió a su lacayo principal le llevara el objeto que reuniera las cualidades del concepto Hoy. Lo amenazó: si no cumplía sería expulsado del reino. El lacayo tomó su mochila, se despidió de su familia y viajó por todo el reino, durmió en posadas llenas de malvivientes, caminó por caminos polvosos esquivando a los salteadores. Cuando las montañas se llenaron de nieve, el lacayo regresó y se presentó ante su soberano. “¿Cumpliste mi orden?”, preguntó y el siervo colocó un cofre de madera ante su amo. El todopoderoso extendió los brazos en intento de abrir el cofre, pero el lacayo le advirtió, en voz baja y con la cabeza gacha, que si lo abría el hoy se esfumaría como nube. “¿Entonces?”, preguntó el soberano, molesto. El siervo dijo que quien abre el cofre mata el hoy. El Rey vio la caja y preguntó qué había en el interior. “Lo que me pidió ¡el hoy!”, dijo el lacayo e insistió en que si el Rey quería cerciorarse el hoy se esfumaría. En cuanto una mano abra el cofre el hoy se convertirá en pasado y jamás recuperará su condición. ¡Quién sabe qué ocurriría si alguien se atreve a cancelar el hoy!, dijo el siervo, y concluyó con una sentencia: “El futuro traga todo”. El Soberano se revolvió en su trono y ordenó al secretario expedir un decreto con la prohibición estricta de tocar el hoy, so pena de ser expulsado del Reino.

Tal vez el hoy es la más grande entelequia. ¿Quién sabe?

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