Acción ciudadana para recuperar Tuxtla

Y, efectivamente, no basta con indignarnos, con vociferar, con sacar las amarguras en Face y criticar a nuestros gobernantes. Es necesario actuar.

Por eso, el rescate de un camellón abandonado a su pobre suerte es uno de los actos de civilidad más memorables que me ha tocado vivir en nuestra ciudad.

Desde las ocho de la mañana de ayer, comenzaron a llegar muchachos con sus palas y barretones dispuestos a recoger el escombro que se había acumulado en el camellón de la séptima oriente y quinta norte.

También empezaron a arribar madres con sus hijos. Llevaban plantas, abono y muchos deseos de demostrar que es posible recuperar Tuxtla, que no se necesita para tal propósito montones de dinero sino ganas de trabajar.

En poco tiempo, se hizo una cofradía. Había muchachas que pintaban, niños que sembraban y regaban las plantas. Abuelas que barrían y hombres que acarreaban escombro en una carretilla.

            Los vecinos también se sumaron. Pusieron música. Alegraron el lugar e hicieron propuestas para conservar el camellón a medias recuperado, pues necesita varias jornadas más de trabajo.

La solidaridad es memorable. Alguien ofreció abono. Otro llevó agua. Varios se juntaron para comprar pintura amarilla. Una señora regaló brochas. Un taxista quiso apoyar con 20 pesos “para los refrescos” pero no se le aceptó, aunque enterneció a más de uno con su gesto.

Esta “toma” de un camellón es, por supuesto, una manifestación en contra de las obras mal planeadas de Tuxtla y de la sordera de un gobierno que no quiere escuchar a los ciudadanos y que no desea saber de las necesidades de sus habitantes.

Es también un mensaje en contra del abuso de este gobierno por tapizar al estado de verde, un color que lo vemos en los uniformes escolares, en las señalizaciones y en los camellones. Por eso, para que recuperemos la memoria, los colectivos participantes pintaron la guarnición de amarillo.

Esta protesta también envía la señal de que los ciudadanos debemos asumir compromisos con Tuxtla, que debemos recuperarla, cuidarla y embellecerla.