Gana la incongruencia en la votación del Congreso del Estado

Toma de protesta de la mesa directiva del Congreso del Estado.

Usted y yo lo sospechábamos, pero ayer cualquier duda respecto a la incongruencia de la mayoría de las y los diputados del Congreso del Estado quedó comprobada con la votación del dictamen de las reformas al Código de Elecciones y Participación Ciudadana.

Ayer, en la última sesión de este periodo ordinario de sesiones, las y los diputados hicieron reformas al Código de Elecciones y Participación Ciudadana. Aprobaron por mayoría acortar los tiempos de campaña en comparación de cómo quedó a nivel federal. En Chiapas será de 63 días para gobernador y 33 para diputados locales y presidentes municipales.

Con una mano los congresistas, la mayoría con aspiraciones para el 2015, aprueban la reducción de tiempos de campaña, pero con la otra pagan espectaculares para promocionar su imagen con muchos meses de anticipación.

Hace unos días los diputados aprobaron, a propuesta del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que se realice el Primer Parlamento de Mujeres; pero ayer votaron en contra de que los partidos políticos garanticen la paridad de género en sus candidaturas. Hay una parte en la que me perdí o ellos se perdieron.

La diputada priísta Alma Rosa Simán, quien tan pocas habla en tribuna, subió ayer en más de dos ocasiones. Una para defender las cuatro circunscripciones para las diputaciones plurinominales asegurando que de esa forma se garantiza mayor espacios para las mujeres; pero minutos después habló de nueva cuenta para decir que las mujeres no quieren participar en política y que por eso no se podía dar la paridad de género en las candidaturas.

Su declaración podría sorprender al venir de una legisladora que logró un espacio plurinominal gracias a que muchas mujeres han defendido los espacios de representación popular para las mujeres. Pero, si se conoce un poco a la diputada, carente de conciencia de género y hasta de inteligencia, la declaración no suena rara en su boca.

Quiero pensar que las intervenciones de la legisladora vinieron a iniciativa propia y no que su partido la mandó, lo cual sería doblemente vergonzoso para quienes la enviaron y para ella misma, que se dejo usar tan burdamente.

Los diputados hombres y mujeres del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), el partido del gobernador de “las mujeres luchonas” –como tanto le gusta llamarlas-, tampoco se les puede creer ya, si es que alguien en algún momento les creyó, su discurso a favor de las mujeres. Ayer votaron en contra de que los partidos políticos garanticen la paridad de género.

Los partidos mayoritarios en Chiapas demostraron ayer que siguen viendo a las mujeres sólo como personas para llenar plazas en mítines de campaña; para mencionarlas en discursos lacrimógenos, que ni sienten, ni creen. Les cuesta ver a las mujeres como ciudadanas con derechos políticos.

Con la votación de ayer,  el parlamento de mujeres y su mesa directiva conformada sólo por diputadas, pareciera que nos siguen ofreciendo «espejitos» a cambio de oro. Las acciones afirmativas, como el parlamento y la conformación de la mesa directiva, a favor de la participación política de las mujeres, muy lamentablemente,  quedan desacreditadas por acciones tan cuestionables como la votación en contra de que los partidos políticos garanticen la paridad de género en las candidaturas a diputaciones locales.

Ojalá y las mujeres tengamos memoria y recordemos cómo nos siguen viendo los partidos políticos. Ojalá y esa imagen en la que votan en contra de la paridad de candidaturas nos venga a la mente cuando nos toque tachar el logotipo de un partido en la jornada electoral.