Necesitamos políticas públicas claras y eficientes en el tema cultural
Sr. Juan Carlos Cal y Mayor usted tuvo dos opciones cuando la ciudadanía le pidió al gobierno del estado que se hiciera algo por la situación del Centro Cultural Jaime Sabines. La primera opción era asumir su puesto como encargado de la política pública en materia cultural en Chiapas y aprovechar esta demanda para hacerle ver al gobernador del estado, Manuel Velasco la urgencia del asunto. Supongo que tiene interlocución con él porque si no es así, si no lo escucha, si no le hace caso, no le recibe las llamadas, no atiende sus oficios. Sr. Tal vez vaya siendo hora que renuncie a su cargo porque está en un lugar donde no lo quieren y donde no sirve.
La segunda opción, y veo que fue por la que optó usted, fue la de dar vueltas en círculo sin saber a ciencia cierta qué hacer con una exigencia ciudadana. El problema de dar vueltas en círculo es que se tiende a tropezar una y otra vez, y en lugar de avanzar pasa todo lo contrario.
Ayer, decidió reunir a un grupo de creadores, de quienes respeto su trabajo, para que impermeabilizaran la techumbre del Centro Cultural Jaime Sabines. Cualquier persona sabe que en esta temporada no se puede impermeabilizar, si no es con las técnicas y con el personal adecuado, así que la acción a mí parecer fue sólo para tomarse la foto y en una actitud reaccionaria a una acción ciudadana. Por cierto…me extraño mucho no ver a ninguna mujer creadora en las imágenes.
Como ciudadana convoque junto con otras personas preocupadas por la situación del Centro Cultural Jaime Sabines a pintar cubetas para las goteras que hay en la biblioteca. Fue nuestra forma de manifestarnos. De hacerles saber que estamos preocupados y ocupados de nuestros edificios públicos. En cualquier estado democrático la participación ciudadana, la libre manifestación y expresión son garantizadas por el Estado, no son derechos cuestionados.
Ante un comentario en facebook del compañero Isain Mandujano y de varios usuarios de la red por su forma de reaccionar ante una exigencia ciudadana, una de sus tantas respuestas fue decir que yo tenía información sobre el tema y que no la había dado a conocer. Su comentario mentiroso me indignó, pero no me sorprendió porque no es la primera vez que usted miente para defenderse.
Hace varios años, cuando usted era diputado local, yo le solicité una entrevista y en ella usted me aseguró que Simón Valanci tenía tomas de agua potable clandestinas. Cuando Valanci empezó a dedicarle las líneas editoriales del medio que dirige, usted se atrevió a decir que nunca me había dicho eso, aún cuando tenía la grabación. ¿Recuerda qué me respondió? “Te lo dije como amigos, off record”. Le repito lo que le dije esa vez: “Yo le vine a pedir una entrevista, no que a nos tomáramos un café para platicar, y usted y yo no somos amigos”. Desde ahí supe que mentía con facilidad o se deslindaba de sus responsabilidades cuando empezaba a dar vueltas en círculo. Por lo visto no ha cambiado.
Le aclaro a quienes hacen el favor de leer está columna, no a usted porque bien sabe lo que sucedió, que lo que pasó es que a mi petición de una entrevista para abordar la situación no sólo del Jaime Sabines, sino también de la opacidad en las políticas públicas en materia cultural lo que me hizo llegar fue unos documentos de forma extraoficial.
Ahora responsabiliza a la directora del Centro Cultural Jaime Sabines, Dolores Montoya y a su encargada de prensa, Tania Broissin de ello. Con eso lo único que hace es ponerse en evidencia. Asuma sus responsabilidades. No intente lavar su imagen culpando a otros de sus fallas, que peor se ve.
Nos podríamos perder en esto, pero no es mi intención. Yo tengo bien clara mis ocupaciones y preocupaciones. Esto no se trata de usted o de mí, se trata de que existan políticas públicas reales y eficientes en materia cultural. Las y los creadores y la ciudadanía no se merecenque lo importante se pierda en una discusión de facebook.
Aquí lo importante:
El edificio principal de Coneculta, y en el que se supone usted debería de despachar, es inhabitable. Hay goteras por donde quiera, las salas Amanda del Llano y Carlos Olmos han dejado de funcionar.
La manera en la que están las y los trabajadores de Coneculta son, y no exagero al decirlo, inhumanas. No quiero ni pensar qué pasaría en un fuerte sismo con todas las personas ahí adentro. Pero, mejor piénselo usted y haga algo al respecto.
Me preocupa que en ese edificio, en donde entran murciélagos y cae agua por doquier, estén “almacenadas” unas 15 marimbas desde enero de este año. Me gustaría saber por qué esas marimbas están en ese lugar, y no en las casas de las culturas municipales, en las escuelas, inclusive, en la casa de un niño o niña, para que vayan aprendiendo que la música es una de las expresiones más bellas del arte.
El Centro Cultural Jaime Sabines tiene daños estructurales, no se necesita ser experto en la materia para saberlo. Usted no es responsable de los años que no se le dio mantenimiento, pero si es responsable de que hasta ahora siga estando en la misma situación.
Las y los integrantes de la Orquesta Sinfónica de Chiapas siguen sin cobrar su salario. Entiendo que es un recurso federal ¿Pero no es usted el encargado de gestionarlo? Es deshonesto el decir que la Orquesta depende del Coneculta cuando se presentan en diferentes lugares y nos regalan su arte, pero deslindarse de ella cuando de pagarles se trata.
También hay pendientes con las y los artistas plásticos, las y los escritores. ¡Caray! Con quienes hacen teatro, que tan olvidados están y tantos esfuerzos hacen.
No le cuestiono su falta de experiencia l, ni su ignorancia en el tema cultural. Hay personas que aún con esas mismas deficiencias son buenos gestores. Le cuestiono su falta de capacidad.
No se pierda, no nos perdamos, lo verdaderamente importante es la promoción y producción cultural. Póngase a trabajar y si ve que no puede, pues, renuncie.
Aviso a las personas que se sumaron a la iniciativa de pintar cubetas para las goteras del Centro Cultural Jaime Sabines.
Debido a que el Centro Cultural Jaime Sabines fue impermeabilizado ayer, al menos eso entiendo, las cubetas, supongo, ya no serán necesarias. Si por alguna razón, espero que no suceda, continúa habiendo goteras vamos a ir a dejarlas.
Gracias, también, a las y los chavos que se sumaron a la actividad del grupo de lectura. Gracias a todos y todas quienes dieron su tiempo y esfuerzo a estas iniciativas ciudadanas. Sigamos trabajando por nuestros espacios públicos. Estoy segura que la única forma en la que podemos avanzar es caminando juntos.
El abandono es sintomático en Chiapas. En verdad.
Cuando era niño, una de las mayores alegrías al alcance de mis padres consistía en llevarnos al Parque Convivencia Infantil. En aquel momento, el parque acababa de ser inaugurado. Todo era bonito y todo funcionaba. Con el paso de los años, al mismo tiempo que infantil alegría, el parque nos dio también sentido común. Y es que había que tener un fuerte sentido común y de supervivencia si quería uno regresar completo a casa después de visitar el parque. Las razones: el mobiliario se deterioró, se aflojaron las soldaduras de las resbaladillas metálicas (que en algunos casos se convirtieron en muy eficientes rebanadoras de piel humana), los muñecos de fibra de vidrio se descascararon y más tarde se rompieron, los botes de basura desaparecieron; aquí y allá comenzaron a aparecer cables de corriente eléctrica sueltos, tornillos en el suelo que antes sujetaron los postes de la iluminación. Más aún: la biblioteca pública que ahí estaba fue abandonada y luego vandalizada; el mismo destino corrió la ciclopista con sus bicicletas, el golfito, el túnel del tren y casi todo lo demás. La música infantil dio paso al reggaetón y música de banda a altísimo volumen, para regocijo –se supone– de los pequeños visitantes, asiduos del parque. Y luego, bueno, no hay nada más que darse una vuelta para comprobar lo que ocurrió con el parque. El abandono.
[Eso sí, recientemente le agregaron un planetario muy bonito. Un buen deseo para el planetario sería que no corriese el mismo destino que el parque, la biblioteca, la ciclopista y el largo etcétera. Pero todos sabemos que los buenos deseos aquí no duran mucho].
Otro tanto ocurrió con el Parque Bicentenario, antes Morelos. El arenero de los juegos infantiles se convirtió en establo para ponys (arena con olor a meados). Algunos maderos de los juegos fueron robados y jamás repuestos. La exposición al sol y la lluvia que sufrieron los demás juegos infantiles terminó por deteriorarlos y, a la postre, destruirlos. La caída de agua se convirtió en incubadora de moscos. La música siempre fue inapropiada para los niños y, peor, también a altísimo volumen. Las concesiones para otros juegos infantiles que ahí se ofertan (¿dadas por quién, bajo qué criterios y sujetos a cuál regulación municipal?) no han tenido mucha responsabilidad social ni coherencia con, digamos, el origen público de los cuantiosos recursos con los que este parque fue construido y remodelado; sus precios son prohibitivos si tomamos en cuenta los ingresos de una familia común y corriente. Los baños son un asco, a pesar de que también están concesionados y cobran por su uso.
Como cereza del pastel, el parque suele ser rentado a cualquier merolico que lo solicite para que, con toda impunidad (siempre que tenga cómo pagar), nos recete a los incautos peatones que por ahí transitamos con nuestros hijos cualquier clase de espectáculo y discurso: lo mismo da si es una cantante de tv que un político sin ideas pero con aspiraciones (¿pero cuál no, verdad?) o un pastor alertando a la asistencia de los muchísimos peligros de la homosexualidad (es cierto, yo lo escuché).
Dense una vuelta por el parque. Díganme que no ven ahí los inquietantes, retorcidos símbolos con que escribe el abandono.
Un último caso de ejemplo. Recientemente tuve que ir al aeropuerto. Algunos baños no sirven. No todas las máquinas de aire acondicionado están encendidas o tal vez no sirven, no se sabe, pero hace casi tanto calor adentro como afuera. Cuando iba de salida, me llamó la atención un pedazo de diurex que colgaba del techo para soportar un fragmento del plafón. No pude evitar pensar en todo lo que aquí he expuesto. El abandono de todo lo que se hace con los recursos de los contribuyentes. El abandono. «Ya empezó aquí también», me dije. Otra cosa en la que me fui pensando es ¿en qué diantres reivertirán el dinero que recaudan por la renta de los locales, las concesiones de servicios (alquiler de autos, transportación terrestre y aérea, etc.), el estacionamiento? ¿A dónde va a parar ese dinero? ¿Alguien lo sabe? Sospecho que no. Lo que nos queda saber a los contribuyentes es nomás que, tarde o temprano, todo terminará siempre en el abandono.
Todo lo que se construye, se inaugura y se explota con el dinero público, suele terminar en el abandono. Desde luego, el costo de la remodelación y reparación del daño que nos herede el abandono, también será aprovechado con más recursos públicos invertidos con sobreprecio, para luego repetir el ciclo que termina otra vez y siempre en el abandono.
Pero no nos engañemos: el abandono es un síntoma. La enfermedad es lo terrible.
publiquen los comentarios pue
Juan Carlos es un frívolo; qué le interesa la cultura?, qué intéres tiene en los edificios de gobierno?, El fue puesto por la mamá de Manuel porque Juan le rogo que no lo dejaran fuera del presupuesto, puso en los dos puestos de coordinadora, a una mujer que no sabe NADA del tema cultural, la puso porque le maneja sus cuentas personales, le maneja las colegiaturas de sus hijos, le paga el celular, las tarjetas y el dinero que le manda a su esposa, en fin, ese es su justificante, una persona que le «ayuda» en sus cosas personales; que sepa, es una posición que debe ofrecer el conocimiento en favor de la institución, en favor de la cultura, no en favor del director, eso es una aberración, pero insisto Juan es un frívolo, que además lo presume; la segunda posición se la dio al maestro Oscar Palacios, que sus credenciales lo avalan, lo puso para contener a los «Intelectuales» en sus propias palabras y comillas, el maestro Oscar por si solo sería un excelente Director de CONECULTA, no el sangano de Juan.
La Institución se desmorona, ¡Claro!, desde el último director que en verdad funcionó que fue el propio Uvence, no ha pasado ni un director con visión para hacerla crecer, En la época de Pablo, pusieron a uno grande, al maestro Oliva, pero sin presupuesto, en la época de Juan, pusieron al inicio otra grande al Maestro Palacios, que por odios entre Juan y Pablo, lo cesaron y encarcelaron y luego pusieron a lo peor que le pudiera pasar a CONECULTA, llego la «Inteligentisima», «Intelectual» y sobre todo «visionaria» de marvin -así en minúsculas- que le dio fin a todo lo que se tenia planificado, es ella la que movió los recursos de mantenimiento a su favor y a favor de su padre político, Juan, posteriori, nuevamente llega Uvence, y recibe una institución decaída, sin recursos, que tenía que invertir 3 años de su propio presupuesto para dejar como El lo dejó, 12 años atras, por supuesto, no encontró eco en el gobernador y prefirió la salida fácil, dejárselo a otro y él, a Turismo, con poco presupuesto, pero sin problemas.
¿Ahora qué hacer? para renovar no solo los edificios, sino todas las casas de la cultura del estado, ese es el tema, Juan Carlos no tiene ni IDEA de ¡qué hacer!, en su frivolidad, en sus viajes y sus ganas de ligar y conquistar a cuanta mujer se le atraviese, tiene perdida toda la semana, todo el mes y todo el año y con ello por supuesto, todo el presupuesto.
El ¿qué hacer? y ¿cómo lo resuelvo? es fácil, lo difícil es que a Juan Carlos se le ilumine su cerebro, si solo cuenta con 1 dedo de frente y 0 visión de futuro.
Excelente nota estimada, se ve el interés que tienes con la sociedad, se te agradece que pongas en esas líneas y critiques el accionar de los servidores públicos ya que nadie se preocupa por el arte mucho menos los encargados de estas instituciones, te invito a dar una vuelta por talleres culturales 5a. norte y 15 pte. también el techumbre está abandonado, hay personal que solo llega a pasar el tiempo, el encargado de ese taller nunca está, creo que solo en quincena, te felicito por tu nota, saludos cordiales