En la mira los Agentes de Pastoral de la Diócesis de SCLC
En la mira los Agentes de Pastoral de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas. Chiapas.
No es extraño lo que pasa en Simojovel,
ahí siguen los grupos de poder.
Joel Padrón
20 Jun2014
En la primera semana de Junio el Movimiento del Pueblo Creyente realizó una jornada de peregrinaciones y oración para erradicar las drogas, el alcoholismo y la prostitución de los municipios de Jitotol, Rayón, El Bosque y Simojovel. El pasado 6 de junio, cientos cristianos católicos peregrinaron en la Tierra del Ámbar, de la parroquia de San Antonio de Padua y demandaron el cierre definitivo de cantinas, centros nocturnos y de prostitución. También hicieron un riesgoso llamado. Pidieron la intervención del gobierno federal para combatir al narcotráfico y a la delincuencia. (…) hemos sido víctimas de robos, asaltos, asesinatos a plena luz del día. Afirmaron en su comunicado del 6 de Junio de 2014.
Seis días después, la madrugada del 12 de Junio, aparecieron volantes en los que se ofendía, vituperaba y amenazaba al padre Marcelo Pérez Pérez, párroco de Simojovel. Después se ofrecieron 150 mil pesos “por su cabeza”. Tres décadas han pasado de jornadas de lucha por la justicia en esa parroquia y los grupos de poder caciquil en Simojovel siguen ahí fomentando la drogadicción, el alcoholismo y la prostitución.
Algunos momentos de finales del siglo pasado en Chiapas
En 1983, el movimiento indígena campesino dejó al descubierto la brutal opresión que se vivía en la Región Norte de Chiapas: “(…) los indígenas se sublevaron contra la explotación feudal que padecían como peones acasillados en las fincas y caminaron más de mil kilómetros para llevar su reclamo de justicia al Distrito Federal. Exigían, entre otras cosas, la solución de 52 conflictos agrarios, de los cuales todavía subsisten aquí 34 demandas.
De entonces a la fecha, en la zona, y en la lucha por la tierra, han caído asesinados 24 campesinos (…); 109 han sido heridos; 82 apresados; 22 secuestrados y torturados; 323 se encuentran desaparecidos, y ha habido 22 desalojos de poblados.
Aquella marcha, que sacudió la conciencia nacional restregándole en el corazón centralista la evidencia de que por las fincas de Simojovel, Huitiupán, Jitotol, Bochil, de todo Chiapas, no había pasado la revolución, que subsistían las tiendas de raya y el trabajo semiesclavo en ellas (…)” (La Jornada, 31 de mayo, 1988)
En 1988, corría el primer año de gobierno de Patrocinio González Garrido – ubicado en los primeros círculos de Carlos Salinas de Gortari -. En diciembre de ese año fue asesinado Sebastián Pérez Núñez (…) exdirigente de la CIOAC por el finquero Roberto Zenteno Rojas. El 6 de marzo de 1989, fue asesinado Arturo Albores Velasco fundador de la OCEZ. “Al tiempo de empeñar su palabra de que el asesino del dirigente campesino Sebastián Pérez Núñez irá a la cárcel, (…) Patrocinio González Garrido se comprometió a acabar con la impunidad en Chiapas”. (La Jornada, mayo 21, 1989).
De la beligerancia de un gobernador contra la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas
Para 1989, Patrocinio González Garrido confrontaba abiertamente contra el obispo Samuel Ruiz. No tenía el menor respeto por el príncipe de la iglesia. Tocando el tema de las expulsiones en San Juan Chamula: “El gobernador chiapaneco afirmó que es muy fácil incitar, hablar, en relación con eso (…) al fin y al cabo es romántico, pero no es tan fácil resolverlo. Mire, yo llevo seis meses gobernando Chiapas. Samuel Ruiz lleva 25 años de obispo (…) y de una patada en las nalgas lo sacaron de la región. (…) una estructura de 25 años al amparo de la ‘inteligencia’ y de la ‘autoridad moral’ que sí tiene Samuel fue desplazada de un día para otro en toda la comunidad (Chamula) que totalmente cambió de religión para convertirse en ortodoxos, (…)” (La Jornada, 22 de mayo, 1989).
El 15 de septiembre de 1991, el obispo Samuel Ruiz, responsabilizó al gobierno del estado de Chiapas y a “grupos que han establecido relación con grupos de terratenientes, sectores del priísmo local, expendedores de alcohol y autoridades judiciales” del “preocupante aumento de la represión” que consideró “más grave que la registrada en los cuatro sexenios anteriores”.
En la ciudad de México, Ruiz García apuntó: “desde 1961, año que me ligué a la lucha del pueblo chiapaneco, no se había presentado tal volumen de violaciones a los derechos humanos y no se habían incrementado en tal magnitud. (…). Tres días después de estas declaraciones, en Simojovel de Allende fue aprendido por elementos de la Policía Judicial Estatal el párroco Joel Padrón Gonzáles (…)”.
Entrevistado a 23 años de su encarcelamiento, Joel Padrón lo recuerdó así: “Fui detenido el 18 de septiembre de 1991 cuando salía de la casa parroquial a comer. Eran las 2 de la tarde. Patrocinio me dijo: ‘no crea que mandamos a cualquiera por usted… fue gente especial…’ Me imputaron delitos federales: conspiración contra el gobierno, asociación delictuosa y posesión de armas de uso exclusivo del Ejército. Después Edgardo Robles Sasso del fuero común me dio auto de libertad de los delitos federales. Y me inició un proceso por delitos del fuero común: despojo, robo, amenazas, daños, provocación, apología de un delito y pandillerismo. ¿Cómo ves?
El Pueblo Creyente realizó una jornada sostenida de peregrinaciones y oración por la libertad de Joel y miles se movilizaron en las parroquias de Simijovel, Las Margaritas, Comitán, Ocosingo, Salto de Agua, Palenque, Bachajón, villa de las Rosas, Chenalhó, Chalchihuitán y Pantelhó, entre otras. El 18 de octubre de 1991, cerca de 3 mil indígenas iniciaron una marcha de 123 kilómetros, de Simojovel a Tuxtla Gutiérrez. Cincuenta días después de su aprensión, el 6 de noviembre, el padre Joel fue puesto en libertad por la noche: “La Diócesis se mantuvo firme y regresé a mi parroquia en Simojovel y ahí estuve hasta el 2001. La Iglesia no podía, no puede condicionar su misión al poder del Estado”, afirmó.
Efectivamente, el 12 de Junio, seis días después de la peregrinación del Pueblo Creyente en Simojovel, los grupos de poder distribuyeron un volante en contra de Marcelo Pérez Pérez, párroco de ese poblado. El panfleto es único. Beligerante. Irónico. Racista. Como en los tiempos de Patrocinio y los Comités Cívicos de los ganaderos y caciques pueblerinos.
¡Ya basta! Es el encabezado.
“Sí, es tiempo de reflexionar y ya no permitir más que gente que no es originaria de nuestro querido y sufrido Simojovel, se posiciones de manera ruin en la confianza de nuestra gente y fomente la inestabilidad social en la región, son presas fáciles nuestros campesinos, que tal vez por su sencillez son fácilmente convencidos por el sacerdote Marcelo, pues injustamente los involucra en los movimientos de protesta que él organiza en contra de las autoridades, contra las tradiciones y costumbres de nuestro vapuleado Pueblo, en resumen hace que sus ovejas sirvan, no a Dios, sino a sus mezquinos intereses”.
Tienen memoria. Sin mencionarlo recordaron a Joel Padrón: “(…) hace ya años también con otro sacerdote pusieron al pueblo en estado de sitio, cortaron el suministro de agua, condicionaron la venta de tortilla, gas, alimentos, transporte, en fin un verdadero estado de guerra”.
Se preguntan y responden:
¿Y qué sabemos del cura Marcelo? Excelente currículo, su origen: Sam Andrés Larraínzar, Chiapas, cuna del movimiento zapatista.
“Corrido” de Chenalhó por “falso profeta y lleno de actividad de la guerrilla, desestabilizando socialmente a esa región.”
Lo adscriben como “hijo de la doctrina de la Teología de la Liberacióny desde luego, fiel seguidor de Samuel Ruiz”.
“¿Su misión? Destruir las tradiciones y costumbres de nuestro bien amado Simojovel…”
Acusan al sacerdote tozotzil de haber interrumpido la coronación de la Reina de la Feria con un grupo de 20 personas que portaban armas de fuego, piedras, palos y machetes: “el Presidente, su Ayuntamiento, la policía, la Reina y su Corte Real, ahora sí salieron volados, (…) antes de ser linchados por el grupo de vándalos (…) que se dieron a la rapiña, saqueando el lugar”.
En el volante, llamaron a la expulsión del padre Marcelo: ¡EL CURA MARCELO DE SIMOJOVEL, CON TODO Y CAPUCHA FUERA DE ÉL!
Efectivamente, lo que ahora está pasando en Simojovel nos dice que ahí siguen los grupos de poder.
Lo paradójico es que el cura tzotzil de San Andrés Larraínzar, Marcelo Pérez, es párroco de Simojovel y el cura no indígena y ex párroco de Simojovel, Joel Padrón, ahora es párroco en San Andrés Larraínzar.
P.D. A lo mejor recuerdan el ultraje a religiosas en Altamirano, Chis., por militantes de la CIOAC-D
P.D. El hostigamiento al personal del Frayba y elallanamiento de la casa del compa Javier Molina es parte de la campaña de intimidación de los malos gobiernos.
Fuentes:
Uno de los mejores libros que dan santo y seña de las diversas causas del levantamiento armado rebelde de 1994:
Chiapas: la paz violenta. De Rosa Rojas. La Jornada Ediciones. Serie Atrás de la Raya. 1995.
Revista Chiapas 2. Del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM y Ediciones Era. 1996.
Notas:
Elio Enriques: on lain: http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2014/06/16/agreden-a-parroco-de-simojovel-chiapas-por-demandar-cierre-de-cantinas-5521.html
Panfleto:
Copia fotográfica del volante distribuido en Simojovel del 12 de junio de 2014. Cortesía de Elio Enriques.
Entrevista:
A Joel Padrón, viernes 20 de junio de 2014 en el Andador Guadalupano de SCLC. Chiapas.
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