Definición de uña

Escultura en Punta del Este, Chile.

Todo mundo tiene uñas en los dedos, en los extremos de los dedos. Si alguien, en este momento se revisa las manos, verá que las uñas son como trampolines al vacío. Nunca he visto un ácaro, pero puede ser que la uña sea la plataforma para que los ácaros se avienten al vacío. ¿Para qué sirven las uñas? En México se acostumbra decir que alguien es “uña larga” cuando es ladrón. En este país abundan “los uñas largas”.

Tenemos uñas en los dedos de las manos y de los pies. Todo mundo (salvo los tuncos o los pata de palo) tiene uñas.

Si alguien me preguntara qué utilidad tiene la uña, respondería lo mismo que muchos: sirve para rascar y para sacar la cerilla de las orejas (bueno, ya se dijo, los rateros las usan, al estilo del lobo feroz, “para robar mejor”).

El diccionario dice que uña es: “parte del cuerpo, dura, de naturaleza córnea, que nace y crece en las extremidades de los dedos”. Una definición ¡nada espectacular! ¿De naturaleza córnea? Es decir ¿es del mismo material de los cuernos? ¿Por qué?

Cuando a Mariana le dije el tema de esta Arenilla me preguntó por qué las uñas crecen en las extremidades de los dedos. No supe qué responder. Me dijo que si ellas acostumbraban crecer en las extremidades, los hombres se habían salvado de que les crecieran uñas en los penes. Al principio se me hizo un absurdo, pero luego pensé que no dejaba de tener su lógica. Ella puso cara de ropero viejo y se llevó las manos a la cara cuando imaginó a su novio con un pene adornado con uña. Dijo que las mujeres ya no sólo tendrían el pretexto del dolor de cabeza. Bien podrían decir: “No, no, hasta que te cortes la uña” o “No, no, tu uña está llena de tierra”. Algunas (las más románticas) insistirían en pintar la uña del pene de su amado (Mariana y yo jugamos a imaginar algunas estéticas especializadas en decorar uñas de penes). Pero lo que más sorprendió a Mariana fue la posibilidad de colocar extensiones de uñas. ¿Y las mujeres?, pregunté. ¿En qué parte del cuerpo le nacería una uña? Mariana puso cara de botella de aderezo sin abrir y dijo que no podía responder esa pregunta porque era muy euclidiana y clitoriana.

¿Qué sucedería si el diseño universal nos hubiese programado sin uñas? Entiendo que los animales se desplazan con ayuda de las pezuñas. Nuestros primos hermanos, los monos, las usan para colgarse de los árboles y para destazar su alimento, pero ¿los humanos? Mi tío Ambrosio odia las uñas. Dice que es un castigo divino tener que estar cortándose las uñas de tiempo en tiempo. Lo mismo opina del cabello. El tío dice que Dios hizo las uñas, la barba y el cabello sólo para fastidiar, “son quita tiempo”, dice. Asimismo dice que Dios es tan perverso que creó las uñas para que cada que se da un martillazo en el dedo se le ponga morada y se le caiga. El tío sostiene que un martillazo en el dedo no duele tanto si no cae en la uña. No sé si esto sea cierto.

Armando, por el contrario, dice que Dios creó la uña para que pueda tocarse el requinto de la guitarra.

Alicia coincide con tío Ambrosio y dice que Dios debió crear la uña con el mismo material con que están hechos los espejos. ¡Sería maravilloso -dice- hacerse caracolitos y verse reflejada en ocho espejitos!

Mariana, como fin de plática, preguntó: “Dios ¿tiene uñas?”.