Las Múltiples Facetas del Subcomandante Marcos
Por definición la guerrilla es un grupo armado -pequeño en comparación con un ejército nacional- que precisamente por su tamaño, hostiga a un ejército regular con sabotajes, emboscadas y solo abre fuego en situaciones donde el factor sorpresa está de su lado.
Dos son los factores principales para que un grupo de esas características pueda triunfar: el primero es el conocimiento profundo del terreno y el segundo, es el apoyo popular.
Muchos son los teóricos de las tácticas guerrilleras, pero Mao es un referente porque decía que solo quienes admiten la derrota pueden ser derrotados. Si una población entera se resiste a ser derrotada su resistencia puede transformarse en una guerra de desgaste que al final será victoriosa.
Otro referente es Robert Taber que decía que la guerrilla en combate es como la pulga y su enemigo el como el perro. El can tiene demasiado cuerpo que defender y la pulga es pequeña, rápida y muy difícil de atrapar. Si la guerra entre la pulga y el perro es prolongada, el perro se agotará y ni las patas ni los dientes darán con la molesta pulga; en cambio, sufrirá laceraciones en su cuerpo hasta que se enferme y muera.
Con esta analogía es obvio que cuando se habla del perro, se está hablando del gobierno o del Estado, el que inevitablemente se desgasta en esta guerra perdiendo credibilidad, atropellando los derechos humanos en la búsqueda de los guerrilleros y perdiendo apoyo popular.
El resultado es que el régimen se convierte en políticamente inviable y por lo tanto colapsará tarde o temprano, derrotado militarmente por un puñado de hombres y rebasado políticamente.
Si nos atenemos a las anteriores características, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) las reunía todas y su aparición puede resumirse así: Un puñado de hombres se levantó en armas desde un rincón del país, rompiendo con ello el mito de la paz social y haciendo trizas con la cohesión de un grupo político que cinco años antes había accedido al poder político.
Pero lo que distingue significativamente al EZLN de las características de cualquier otro grupo guerrillero en el país o en el mundo, es la irrupción de su vocero. El legendario Subcomandante Marcos, único mestizo visible del grupo rebelde.
Mítico personaje al que nadie puede escatimarle su influencia política, sobre todo en los primeros cinco o siete años de la aparición zapatista y al que habría que reprocharle el misterio de sus largos silencios.
Sobre todo porque si bien es cierto que -incluso por historia- el zapatismo está arraigado en las comunidades de la selva chiapaneca y que lo seguirá estando mientras existan las brutales condiciones de pobreza y de exclusión que observamos en las comunidades chiapanecas.
También es cierto que el gobierno federal ha hecho su parte para contrarrestar la influencia zapatista.
Lo más evidente es la violencia intracomunitaria por los recursos locales, por los apoyos gubernamentales o por el choque ideológico entre zapatistas y no zapatistas,
De lo poco se habla es de la violencia contra las comunidades chiapanecas zapatistas y no zapatistas expresada en el ataque brutal de un modelo económico neoliberal que obliga a sus habitantes a abandonar el terruño buscando otros horizontes.
Por eso, Marcos tiene toda la razón cuando combate el neoliberalismo; primero porque este con su mano invisible ha tocado a las comunidades zapatistas, segundo porque es un movimiento económico mundial -e incluso el que mejor se adapta al fenómeno de la globalización- y además porque sus saldos negativos afectan a muchas más personas.
Por ejemplo, ¿cuantos desempleados hay en Europa por la crisis financiera global?
El enemigo ahora es global y de ese tamaño debe de ser la resistencia.
A veinte años de distancia y siguiendo la analogía de Taber sobre la pulga y el perro, el trabajo del Subcomandante Marcos ha sido eficaz.
Marcos y el EZLN apostaron por la descomposición del régimen y esto de alguna manera se logró.
El problema es que la sociedad en las elecciones del 94 siguió sosteniendo al PRI y en las del 2000 definitivamente viró a la derecha con el PAN.
¿Cómo dejar de existir así?, ¿Cómo no seguir si ya no la lucha armada, si la política para que el país de el viraje hacia la izquierda? Porque fue la izquierda –armada- no la parlamentaria la que de alguna manera logró cambios democráticos por lo menos en materia electoral.
¿Cómo no seguir luchando si la izquierda -que es la históricamente ha puesto los muertos y los mártires democráticos en este país- se desdibuja sin ponerse de acuerdo, en actos de corrupción o sin ser una alternativa política viable?
Por estas razones Marcos no desaparece, Marcos elige otra de las facetas que le han permitido sobrevivir 20 años nos guste o no. Estés o no estés de acuerdo con él.
Aquel guerrillero que acaparó la atención el 1ro de enero de 1994 no ha renunciado a la victoria. Ha elegido el combate en la arena política por sobre las escaramuzas militares.
Es quien por encima de cualquier otro grupo guerrillero en el mundo, mejor ha entendido que la política es una forma de hacer la guerra y que la política es lo que mejor enferma al perro no las balas.
En lo local con todo y su aislamiento, es digno de reconocerle la gran cohesión que el EZLN maneja entre lo político y lo militar, porque evidentemente lo militar está completamente subordinado a lo político.
Si una guerrilla avanza, si con victorias militares camina desde la zona de su origen -generalmente aislada- hacia lugares mejores posicionados económica y políticamente, el EZLN lo ha logrado con creces.
Prácticamente no hay movimiento alternativo en el mundo que no los vea con simpatía (a los únicos a los que les causan prurito son a los funcionarios nacionales; los locales prácticamente siempre buscan una justificación para minimizarlos).
Pero siguen vigentes, y esto es gracias a la capacidad política del Subcomandante Marcos que para ello enarbola cualquier causa global esperando que en lo local, la pulga pueda pudrir la piel del perro.
Twitter: @GerardoCoutino
Correo: geracouti@hotmail.com
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