El perverso encanto del gobierno de Carlos Salinas–Peña Nieto

Carlos Salinas de Gortari y Enrique Peña Nieto. Foto: Archivo

Resulta que después de haber impuesto las Reforma Estructurales el gobierno de Carlos Salinas – Peña Nieto ha cerrado la interlocución directa de la más poderosa de las Secretarías de Estado  – la de Gobernación -, a todos los descontentos sociales. Bajaron las cortinillas. A los molestos movilizados y a sus mediaciones los han remitido a las diferentes Secretarias de Estado o a los gobiernos de sus respectivas entidades.

De esa forma, además de desarticular, los movimientos son direccionados hacia una dinámica de desgaste. Los que están por la defensa de la tierra y el territorio enfrentarán a hábiles  burocracias y reducirán su movimiento a una lucha sectorial. Si los pueblos en alguna región del país luchaban contra la construcción de una presa o del establecimiento de una mina, ahora tendrán que dirigirse a la Comisión Federal de Electricidad o a la Secretaría del Medio Ambiente para tratar de impedir la realización de la obra o la explotación de los recursos minerales.

No cabe duda el Proyecto Neoliberal Conservador y de Derecha en México tiene un diseño, estrategia, tácticas, tiempos y forma bien definidos. Todo en detalle. No ha dejado tema fuera de la agenda.

Recordemos parte del recorrido de uno de sus actores centrales: Carlos Salinas de Gortari. El señor, reitero, es inteligente, tiene poder, lo sabe ejercer; se sabe replegar y tomar la iniciativa. Es perverso y tiene la fortaleza física y metal para ver sus éxitos por lo menos los próximos 15 años, es decir, dos sexenios más.

A mediados de la década de 1990, como ustedes saben, el Grupo Compacto Salinista dejaba de serlo. Se acercaba la sucesión presidencial. La luchas internas (una de las más visibles: Salinas – Camacho Solís) lo debilitaban. El levantamiento armado del EZLN, terminó por descarrilar su proyecto y luego se sucedieron los asesinatos de Colosio y de su cuñado Ruiz Massieu. Zedillo fue impuesto y los hicieron bisagra para la transición neoliberal en México. Durante su gestión desató la segunda etapa de la guerra de contrainsurgencia. Cercó al EZLN y en 1995 lo llevó a la mesa del dialogo para firmar acuerdos que nunca cumpliría. El EZLN fue reducido y acotado desde entonces. La guerra de Zedillo escaló hasta llegar a la infame masacre en Acteal.

Salinas, literalmente, se aisló. Desde la cálida Cuba siguió operando políticamente y preparando su retorno. En la isla – después de Fidel – era el personaje que más políticos recibía.

En 2005, Salinas estaba de regreso con Ruta en mano para recuperar el Poder Político en México. Salinas y su banda lanzaron a Peña Nieto al gobierno del Estado de México en 2005 y ganó mientras el Peje andaba en la suya y perdió. Nosotros en la Otra campaña. En 2008, Salinas levantó la mano de Peña Nieto para decir este es mi gallo, el próximo candidato del PRI al gobierno de la República. En 2012 ganó las elecciones federales con un amplio margen. Para entonces, Salinas y su banda habían montado un aparato político al que llamaron  Pacto por México para lanzar las Reformas Estructurales. Una alianza del PRI, el PAN y el PRD. Para quitarle filo lo presentaron como una iniciativa del PRD, es decir, una propuesta de la izquierda de la derecha. Los Chuchos estaban encantados.  Salinas promovió a la enamorada de Ahumada a la Secretaria de Desarrollo Social (SEDESOL). A Rosario Robles, la ex perredistas con aspiraciones presidenciales, que dicho sea de paso, a hurtadillas “acompañaba” a su amor para entrevistarse con Salinas en su residencia. Lugar donde el ex presidente le cruzó la banda presidencial. Encantada y como secretaria de la SEDESOL colocó a su peón Martín Longoria en Chiapas. Un ex maoísta con una trayectoria más o menos intensa en la entidad. Antes de la guerra en la contra y después de la Convención Nacional Democrática francamente antizapatista.

En 2013, Salinas – Peña Nieto, desafiante, anunció en Chiapas la Cruzada Contra el Hambre. Llegó acompañado de su gabinete y los gobernadores de las entidades. Evento al que no asistió el arquitecto Jaime Martínez Veloz, cuatro veces COCOPA – del que se dice es uña y mugre con Marcos-. Para entonces era empleado de la poderosa Secretaría de Gobernación (SEGOB). Ahora con un presupuesto de 75 mil millones de pesos. Martínez Veloz es elComisionado para el Diálogo con los Pueblos Indios de México. Diseñador         – según él – de la Ruta para el diálogo en Chiapas. Una Ruta que bajo el mando de la super SEGON puede ser todo… menos inocente.

Todo el 2013 la SEGOB abrió las ventanillas para crear expectativas y  neutralizar los descontentos. Algunos movimientos y mediaciones quedaron encantados. Salinas – Peña Nieto impuso – una a una y sin mayor complicación -, cuatro Reformas Estructurales. Realizó, además, acciones de alto impacto mediático como el encarcelamiento de Elba Esther y en contraparte encausó a la lucha magisterial en la vía del desgaste y lanzó un paquete de iniciativas y reformas compensatorias: La Ley de Víctimas, el fortalecimiento de la Conapred, 1,300 pensiones vitalicias a los trabajadores jubilados del Sindicato Mexicano de Electricistas SME y empezó a pavimentar la Ruta para el Diálogo en Chiapas.

En esa Ruta, Salinas – Peña Nieto no ha dado un paso sin huarache. Para liberar al profesor Patishtán se reformó el Código Penal de tal forma que el presidente obtuvo mayores prerrogativas. Ahora usted puede pedir del presidente el indulto y dejar de luchar por Justicia. Otra de las condiciones para liberar a Patishtán era la foto con el presidente. Los asesores del profesor lograron que ese encuentro fuera después de que Patishtán visitara San Cristóbal y su natal municipio El Bosque. El encuentro de Patishtán con Salinas – Peña Nieto sorprendió y provocó malestar en los grupos solidarios. De la lista de 300 presos que Patishtán entregó al presidente no hay noticia de que alguno haya sido liberado. Bajó el perfil y activismo del profesor. Ha trascendido que Patishtán está negociando su indemnización por los años que pasó injustamente preso. Que demanda 11 millones de pesos y que el gobierno federal ofrece 5 millones. Por un ramal de esa Ruta, han retornado los desplazados del ejido Puebla  en las mismas condiciones que la SEGOB y Martínez Veloz habían impuesto desde noviembre de 2013.  Mientras, en La Realidad, los CIOAC-Verde-PAN asesinaron a un compa base de apoyo.

Regresando a la Ruta para el Diálogo en Chiapas. En noviembre de 2013 Martínez Veloz declaró que 2014 sería el año de los Derechos Indígenas. Que habían reunido a un grupo de especialistas y trabajado un semestre para reformular la Ley Indígena y que se presentaría en febrero pasado. ¡Nada que! Todo quedó en un forito de una comisión de un burdel conocido como Cámara de Diputados. Trascendió que la reposición del procedimiento de la Ley Indígena será para septiembre u octubre junto con la Reforma al Campo. Una jugada de dos bandas.

De acuerdo a una reunión cerrada – muy de moda en estos días -, que tuvo como tema Repensar el Campo, el agro mexicano está hecho trizas económicamente y socialmente. La descapitalización viene de la década de 1970. Hoy día 12 millones de hectáreas de tierra productiva están abandonadas y el 60% de la propiedad social de tierra ha sido rentada. El movimiento campesino es prácticamente inexistente y las comunidades indígenas en el país se sostienen de un hilo. Las condiciones están dadas para la siguiente reforma.

Sin tocar la reforma Salinista del 27 Constitucional, la Reforma al Campo de 2014  tiene como objetivo modificar las leyes  secundarias para debilitar sustancialmente a las Asambleas Ejidales y Comunitarias. Hacer de los ejidatarios y comuneros campesinos libres que puedan disponer individualmente de sus recursos y puedan asociarse como particulares con las empresas capitalistas (agroindustriales, mineras, de energía, etc.). Un piso legal para que las empresas puedan gestionar  directamente y acordar con los campesinos libres lo que se les venga en gana.  Es muy probable que la reforma a la Ley Indígena también tenga ese propósito, además de asestar un duro golpe político al EZLN.

En 2013, también fue el lanzamiento de la “nueva estrategia de guerra contra la delincuencia organizada. Al igual que Calderón, Salinas – Peña Nieto iniciaron la ofensiva en Michoacán. Entidad donde los productores agroindustriales habían organizado a sus fuerzas armadas de autodefensa con una importante capacidad de fuego e iniciado sus operativos en marzo de ese mismo año. Una extraña combinación de operativos conjuntos de las “comunitarias” con las fuerzas federales. Después del éxito obtenido, en 2014,  el gobierno federal dijo: hasta aquí llegaron. Para entonces los recursos de la SEDESOL habían logrado el objetivo de dividir a los pueblos y el gobierno federal procesaba penalmente a un grupo de “comunitarios” para forzar un acuerdo. Las fuerzas armadas de los agroindustriales michoacanos guardaban sus fierros y entregaban el armamento pesado: los misiles tierra – aire y los lanza – granadas. Un pacto con el gobierno federal que vence el próximo 10 de mayo,  el sacrosanto Día de las Madres. En el inter “cayó” El Chapo y entre abril – mayo se desató la violencia en Tamaulipas con decenas de víctimas mortales.

La Ley de Víctimas, hasta ahora, resultó ser puro papel y en Morelos acaban de asesinar a una persona cercana al compañero Javier Sicilia. El gobierno federal no cumplió en acuerdo con las/os trabajadores del SME que se movilizaron porque de las 1,300 pensiones otorgadas no habían visto un quinto. Las y los trabajadores de Mexicana recibieron un duro golpe cuando un juez declaró la quiebra de la empresa. Ahora las ventanillas de la millonaria SEGOB han sido cerradas a los descontentos sociales. ¿Qué sigue? La reforma del campo, a la Ley indígena y del sistema de salud.

La coyuntura electoral del 2015 y sus resultados nos dará idea de la destrucción del tejido social y el tamaño del cambio y suplantación de la identidad nacional que anunció Marcos en 2011. Carlos Salinas con 66 años de edad tiene la fuerza física y mental para ver sus éxitos los próximos 15 años, es decir, dos sexenios más.  Con ese escenario adverso nos encontraremos con los compas del EZLN en poco menos de un mes.

Hace tiempo preguntaba: ¿Está usted preparado para el Sexenio del Horror?

Ahora pregunto: ¿Está seguro que lo que hace tiene sentido? ¿Está usted listo para una árida y  prolongada sequía del descontento?