Del placer más allá de los 50
A lo largo de la vida sexual de hombres y mujeres hay etapas por la que atravesamos en las que por cuestiones de salud, de estrés, u hormonales, la libido nos abandona y empiezan los problemas con nuestra pareja.
A las mujeres la etapa de la menopausia y en los hombres la andropausia se viven de maneras diferentes, lo único cierto es que en alguna etapa de las vidas de ambos, el sexo deja de ser prioridad, aunque eso no implique dejar de amar, de querer o desear a quien está a nuestro lado.
Pero no solo nos enfrentamos a eso, hay mujeres que tienen problemas durante el coito, y el tener relaciones sexuales en vez de un placer se vuelve un martirio, pero no solo por un problema físico que causa dolor, sino también porque hay quienes en toda su vida después de 20 o 30 años de matrimonio jamás han llegado a sentir un orgasmo.
A diferencia de los hombres que su miembro viril es el único órgano que les da placer, las mujeres son multi orgásmicas y no depende solo de sentir una penetración para vivirlas.
Hay muchas maneras de hacer sentir a una mujer, desde un beso por el cuello, una buena sesión de caricias y lamidas en los senos, hasta la entrepierna y finalmente el máximo poder que le da sentir al mismo tiempo varios orgasmos cuando se encuentra el punto G.
No hay edad para vivir plenamente la sexualidad, lo único cierto es que la madurez sexual en las parejas te da un sexo de calidad no de cantidad, y esa es la diferencia entre el ímpetu de la juventud y la calma de la experiencia.
Por eso en cualquier etapa de tu vida lo que realmente importa es que vivas intensamente tu sexualidad y la disfrutes, aunque para ello tengas que buscar alternativas que te permitan disfrutar del placer con tu pareja para evitar que una mala comunicación termine con una buena relación.
Por eso te comparto esta historia que he denominado
Del placer más allá de los 50
Para Eloísa, llegar a los 50 años no solo significó una fecha especial que reunió a sus hijos , familiares y amigos, sino entrar a una etapa de pareja muy difícil, desde hacía meses los síntomas de la menopausia la habían desquiciado hormonalmente.
Los bochornos, el cambio de humor, la irritabilidad entre otras cosas, hicieron que poco a poco se fuera distanciando de su esposo, hablar de relaciones sexuales o que su pareja sugiriera un acercamiento íntimo, hacían que ella se enojara al grado de evitar dirigirle la palabra.
Ella sabía que tenía un problema, su médico le había dicho que esos cambios se debían a la menopausia, pero por pena ella no se atrevió a preguntar de qué forma iba afectarle, porque ya no sentía ganas de estar con su esposo.
Así que en la primera oportunidad se lo planteó a una amiga, ella le aconsejo acudir con un terapeuta que le permitiera sobrellevar esta situación antes de que pudiera causarle una ruptura en su relación.
Eloísa acudió con ayuda profesional, y ahí le explicaron que menopausia no es sinónimo de disfunción sexual femenina y que habría que experimentar con otros métodos que le permitieran tanto a ella como a su pareja disfrutar del placer de la sexualidad.
El hecho de llegar a esta etapa de la vida no significa que no puedan seguir viviendo intensamente con su pareja, todo depende de la comunicación y por supuesto de sobrellevar este proceso en los cambios hormonales y evitar deprimirse.
Con una nueva actitud, Eloísa invitó a su esposo a salir a un motel, la invitación le causó extrañeza, pero él acepto sabedor que ella intentaba dejar de lado los malos momentos que habían estado viviendo.
Esa tarde, Eloísa decidió enfrentar sus miedos, dejar atrás el mito de que la menopausia y el sexo no se llevan.
La habitación del motel dio paso a la experiencia de una pareja, ella, llevó entre sus cosas algunas velas aromáticas que encendió y un incienso exquisito, su esposo no solo estaba sorprendido, estaba extasiado de ver como su esposa derrochaba sensualidad.
Él se acercó lentamente a ella, y mientras sus besos recorrían su cuello, la ayudó a desvestirse lentamente sin prisa, y cuando el vestido cayó en el piso, admiró el cuerpo de esa mujer que se había arreglado especialmente para ella, lucía un coordinado muy sexi en color negro, con encajes que resaltaban su coquetería natural.
La contempló por varios minutos con una mirada de deseo y amor que hicieron en ella que su deseo se incrementara, entonces él se acercó y empezó a besarla de una forma tan apasionada, los besos eran largos, mientras la recostaba en la cama.
Pero entonces ella suavemente cambio de posición y le pidió que él se recostara mientras ella le quitaba la ropa.
El no opuso resistencia, cuando finalmente quedó desnudo, ella empezó acariciarlo mientras lo veía a los ojos, ella posó sus labios en su tórax, y con su lengua recorrió muy lentamente hasta bajar a la ingle, él ya no podía con tanta excitación, pero ella logró controlarlo, por eso cuando posó sus manos sobre su miembro, sus movimientos fueron sutiles, acariciaba el escroto, al tiempo que deslizaba sus dedos de abajo hacia arriba y de vez en cuando con el pulgar tomaba el glande de su pene.
Su esposo gemía de placer y ella estaba disfrutando tener el control de la situación, por eso no permitió que su virilidad explotara, retardó el momento con un breve desnudo ante los ojos de él, se quitó sus prendas íntimas sin dejar de mirarlo a los ojos, y después se acercó hacia él que estaba sentado en la orilla de la cama.
Él la tomo de las caderas, y luego le mordisqueo los senos, mientras sus manos apretaban sus glúteos y aspiraba el olor a mujer, esa mujer que parecía una diosa, entonces la depositó en la cama y siguieron con las caricias mutuas, se redescubrieron como pareja, y palmo a palmo recorrieron juntos sus cuerpos para llegar al final a una entrega en la que resultó satisfactoria para ambos porque no hubo prisas.
Fue una relación diferente a todas las que habían tenido, entonces supieron que la sexualidad de ambos estaba en su mejor momento y que solo era cuestión de comunicación y que con la menopausia no solo se van las ganas también llega la posibilidad de experimentar y conocer que el mejor sexo y el placer se vive después de los cincuenta.
En esta semana les compartimos los temas de paroles paroles de Bosarroma Gabrielle Chiararo y Indian love con jose Sebeloue, espero que hayan sido de su grado y si quieren compartir con nosotros algunas propuestas musicales para este podscats lo pueden hacer poniéndose en contacto conmigo lo puedes hacer a través del correo electrónico hablemosdesexo2014@hotmail.com y en twitter @hablemosdesex14 para que compartas tus historias.
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