Chiapas: A años luz de las nuevas tecnologías para la innovación y el emprendimiento
La famosa empresa Walmart se tardó desde su fundación diecisiete años en acumular en ventas un billón de dólares. Microsoft se tardó en generar esa cantidad para sus dueños quince años, a Netflix le llevó trece, a Google doce, a Skype ocho, Amazon cinco; pero Groupon, un sitio de comercio electrónico se lleva las palmas en este ranking; creada en el 2008, solo tres años después acumuló el billón de dólares de ganancias; un récord que no ha realizado nunca en la historia alguna otra empresa.
Incluso más allá de los niveles de ingresos, según diversos rankings las compañías que usan las nuevas tecnologías o aquellas que se dedican a ellas tienen dos características fundamentales: son globales e innovadoras.
Pero sobre todo, el éxito de las nuevas tecnologías es que hace más cómoda la vida y tiene múltiples aplicaciones todavía por descubrirse. Imaginemos por ejemplo la gama de posibilidades que se abrirán en muchos aspectos cotidianos cuando se masifique el uso de la impresora de tercera dimensión.
Quienes han estado atrás del éxito de estas empresas se conocen como “innovadores” porque lanzan al mercado un producto novedoso generado a partir de una idea y realizado con pocos recursos.
Las nuevas ideas que mejoran los inventos ya realizados, es otra definición de la innovación e incluso existen otras; lo que no se puede negar es el hecho de que la innovación es el nuevo “catalizador del crecimiento”.
Quienes realizan innovación son conocidos generalmente como “innovadores o emprendedores” y en México diversas radiografías los definen como jóvenes menores de 32 años, hijo de padres con carrera universitaria, estudió o estudia algún tipo de ingeniería mayoritariamente en una escuela privada, cuenta con más de un proyecto en cartera y generalmente es del sexo masculino.
Nuestro país tiene rezagos evidentes en la creación de empresas tecnológicas, de hecho anualmente se crean solo cincuenta y solo 15 sobreviven en promedio tres años y medio. En la India, anualmente se crean más de 350 empresas tecnológicas.
Es decir, el país desaprovecha el potencial que representa un mercado tan grande como Estados Unidos para este tipo de empresas. Nuestro problema es que no tenemos una cultura de la innovación, tampoco existen incentivos para fomentar la cultura de la innovación entre los jóvenes y no hay suficiente financiamiento para el desarrollo de empresas de riesgo.
Si el asunto está así en el país, imaginemos Chiapas donde no existe evidencia de políticas públicas para fomentar las condiciones que permitan la aparición de emprendedores y mucho menos de empresas tecnológicas.
¿Cuál es el entorno para hacer negocios de este tipo o cuantas empresas de este tipo existen en Chiapas?
¿Con cuántas patentes de este tipo contamos?
¿Nuestras políticas educativas fomentan el uso de los sistemas computacionales?
Las ventajas comparativas en las relaciones comerciales que tenían los países como la cercanía a los mercados, los bajos costos de producción, o la disponibilidad de recursos naturales, no funcionan en el mundo globalizado si no existe capacidad de agregar valor para competir.
A ello se le agrega ahora la capacidad de emprendimiento, es decir el factor humano. En Chiapas el recurso humano es abundante, pero sin la preparación suficiente para afrontar los retos globales como el de la innovación y el emprendimiento.
Somos un estado donde nuestros administradores públicos y gobernantes se dedican a administrar problemas -sin siquiera resolverlos- pero no se cuenta ni se promueve una agenda del futuro.
El mundo se mueve hacia la promoción de nuevas tecnologías y la cultura del emprendimiento. Nosotros ¿Cuándo?
El futuro tarde o temprano nos alcanzará o ya lo hizo.
Twitter: @GerardoCoutino
Correo: geracouti@hotmail.com
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