900 mil familias chiapanecas recibirán televisores de pantalla plana
En una lógica incomprensible, que solo pasa en México, este fin de semana inició la entrega de televisores de pantalla plana a familias de escasos recursos económicos que habitan el norte del país. Para el próximo año, si este programa subsiste, serán beneficiadas también 900 mil familias chiapanecas.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), que no había sido parte de la estructura de apoyos directos del gobierno mexicano, es ahora la encargada de entregar un lote de siete millones de televisores.
En otros países también se está registrando la transición de la televisión analógica a la digital, pero en ninguno de ellos se tiene un programa de entrega de aparatos receptores.
¿Por qué el gobierno mexicano regala televisiones en lugar de libros, de computadoras o infraestructura de redes de internet que cubra la totalidad del país?
Sin duda, porque asocia a los televidentes como personas con menor capacidad crítica; hombres y mujeres que en lugar de hablar sobre los problemas que padece el país, prefieren discutir el penalti mal marcado, recordar al padre maltratador presentado en Laura o referirse a las virtudes de la heroína de la telenovela de moda.
La televisión mexicana no es propositiva, creativa ni alienta al crecimiento educativo y cultural de los televidentes. No crea ciudadanía, es decir, a personas responsables, participativas y colaborativas con su entorno.
Es el medio más poderoso de distracción de los habitantes. Sus espacios noticiosos, en lugar de informar logran desinformar y desviar la atención hacia temas de poco interés ciudadano.
Pese a que nuestra televisión, en términos generales, es pésima, logra su propósito de mantener tranquilos, sin mayores expresiones de inconformidad, a los mexicanos.
Por eso, el que siete millones de familias se quedaran sin entretenimiento televisivo, por la transición a la emisión digital, se ha considerado sumamente grave, una cuestión de seguridad nacional. De ahí la respuesta generosa del gobierno de repartir televisores en todo el país.
Chiapas será la tercera entidad más beneficiada después del Estado de México y de Veracruz.
Lo curioso es que esas televisiones se entregarán a las familias chiapanecas en 2015, en pleno periodo electoral, no obstante que el gobierno ha indicado que este programa no es clientelar.
Con estas acciones, el gobierno priista lo que desea es que sigamos prendidos a la Rosa de Guadalupe, a Laura, a Ventaneando o a los partidos de futbol en lugar de prendernos con la realidad, porque discutir las sagradas cosas del Estado puede ser perjudicial para el sistema.
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