Los libros que deberíamos leer quienes vivimos en Chiapas
Paco Nazar lanzó, a propósito del Día del Libro, la sugerente pregunta sobre los libros que deberíamos leer quienes vivimos en Chiapas.
Propuse los siguientes textos: Historia verdadera de la Nueva España, de Bernal Díaz del Castillo; Cuarto Poder, de Emilio Rabasa; María Candelaria, de Juan Pedro Viqueira; Benzulul, de Eraclio Zepeda; Estado de sitio, de Óscar Oliva; Ojo de jaguar, de Efraín Bartolomé; Balún Canán, de Rosario Castellanos; Diccionario de la Rial Academia de la Lengua Frailescana; Historia del Teatro Emilio Rabasa, de Fernando Castañón; En memoria de nadie, de Óscar Palacios; Playa a la vista, de Santiago Serrano; Mar en movimiento, de Héctor Cortés Mandujano; Morir de periodismo, de Marco Aurelio Carballo; Resistencia y utopía, de Antonio García de León; Fray Pedro Lorenzo de la Nada, de Jan de Vos; Los arrieros del agua, de Carlos Navarrete; Recuerdos de un primerizo, de José Casahonda Castillo, y ¿Te gusta el látex, cielo?, de Nadia Villafuerte.
Dejé fuera, sin quererlo, a Jaime Sabines, que aun cuando quedamos saturados de su apellido, es nuestro poeta mayor, un gran poeta, que no debe ser olvidado. Otro escritor que me ha alegrado leerlo es B. Traven. La carreta es una novela que nos transporta a Chiapas de finales del siglo XIX y sus cientos, miles de carretas, que levantaban polvo hasta en los pueblos más inhóspitos.
La crónica de Bernal Díaz del Castillo sobre su llegada a Chiapa es estupenda, Divertida. Entretenida. Ilustrativa. Dice que se le podía llamar ciudad, de más de cuatro mil vecinos, hábiles nadadores y grandes guerreros. Escribe, además, que había “muy buenas ciruelas (jocotes, pues), porque como era Cuaresma y en aqueste tiempo las hay maduras y en aquella poblazón son las muy buenas”.
Con Cuarto Poder Emilio Rabasa no solo retrata al periodismo de su tiempo (de mediados del siglo XIX) sino el de la actualidad, con sus dos diferentes concepciones: oficialistas e independientes; los unos para defender el gobierno y los otros para transparentarlo (y por qué no, criticarlo).
En María Candelaria, Juan Pedro Viqueira logra sintetizar el levantamiento armado de 1722 en Chiapas. No altera ningún dato, aun cuando leamos el libro como si fuera una novela.
Enumero tres libros de poesía, Estado de sitio, de Óscar Oliva; Playa a la vista, de Santiago Serrano, y Ojo de jaguar, de Efraín Bartolomé, pero había que agregar los de Jaime Sabines y, por supuesto, de Joaquín Vásquez Aguilar, sobre todo en la estupenda edición coordinada por el doctor José Martínez Torres, En el pico de la garza más blanca. Por cierto, hay que enriquecer la lista con La isla en el lago, de José Martínez Torres.
Hay otros libros que no son de ficción pero que igual son entretenidos y que nos permiten entender nuestra historia: Historia del Teatro Emilio Rabasa, de Fernando Castañón; Resistencia y utopía, de Antonio García de León; Fray Pedro Lorenzo de la Nada, de Jan de Vos; Los arrieros del agua, de Carlos Navarrete. Habría que agregar aquí Tierra rica, pueblo pobre, de Thomas Benjamin.
Los arrieros del agua es maravilloso, sobre todo por ese relato en que los Ruiz presencian, desde sus caballos, una película pasión de Cristo en El Parral. En el momento que van a crucificar al nazareno, un jinete dispara en contra de los romanos, al tiempo que grita que un Ruiz no permitirá la muerte de Jesucristo.
Tampoco incluí a Rafael Arles quien escribió B. S. Tamila, una novela sobre la fundación de la colonia Bienestar Social. El único problema es que es un texto escaso, aunque sí se consigue Ojalá te mueras, también de su autoría.
De Héctor Cortés Mandujano mencioné solo Mar en movimiento pero toda su obra es valiosísima y abundante. Por algo, es nuestro más grande escritor actual.
Solo anoté a dos mujeres, Rosario Castellanos y Nadia Villafuerte, pero ambas tienen obras sin desperdicio.
La lista podría ampliarse pero estos son los libros, que se refieren a Chiapas o han sido escrito por chiapanecos, con los que más me he divertido y que no dudaría en volverlos a leer.
Estoy buscando el nombre de una autora, nacionalizda mexicana que siendo niña y huyendo de los alimanes, llegó como refugiada a Estados Unidos, casó dos veces, de hecho, su nombre tiene los dos apellidos de sus esposos. Dedicó su vida a estudiar y convivir sobre los chiapanecos, concretamente con los chamulas.
¿Alguien me podría decir su nombre, para buscar sus libros o trabajos?
Busco una novela que leí hace tiempo.habla sobre los hacendados y el trato a los trabajadores indígenas. Alguien me pude dar alguna información? Gracias.
Quizás sería interesante sugerir también a Bartolito de César Pineda del Valle, describe las costumbres de la costa y es divertido
jajajajajajajajajaja y dale con «es nuestro más grande escritor» ja ja ja
Gracias por las recomendaciones, solo he leído un libro de esa lista y me gustó. Le recomiendo Miedo al bikini de Karen Dianne, Hiato de Antonio Reyes y Prohibido degollar patos de Luis Daniel Pulido. Saludos :]