Guarniciones verdes, violación a la NOM
La idea de transgredir la normatividad vial con fines propagandísticos se fraguó días antes del primer informe del gobierno estatal. Samuel Toledo Córdova, alcalde de Tuxtla Gutiérrez, avaló con su círculo cercano la propuesta de remozar las avenidas aledañas de acceso al Polyfórum, sede del evento al que concurrieron la clase política estatal y cientos de invitados de otras partes del país.
Los trabajadores municipales bachearon el pavimento en mal estado, limpiaron y adornaron camellones, podaron árboles y hasta crearon jardines exprés, acciones típicas de la parafernalia política, de los “usos y costumbres” del poder que busca recurrentemente autoafirmarse. En esta lógica, se decidió también que había que cambiar el pigmento de las guarniciones y ponerles el color que identifica al partido gobernante en Chiapas y su capital. Sin embargo, esa decisión técnica con intenciones políticas que ya trascendió la coyuntura del Informe adoptándose como práctica común, raya en la ilegalidad y atenta contra la seguridad de ciudadanos automovilistas y transeúntes.
Pintar de verde miles de metros de guarniciones de la ciudad, contraviene la Norma Oficial Mexicana (NOM-034-SCT2-2011) referente a Señalamiento horizontal y vertical de carreteras y vialidades urbanas, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 16 de noviembre de 2011.
Dicho ordenamiento de aplicación obligatoria en carreteras y vialidades urbanas de jurisdicción federal, estatal y municipal, fue elaborado –entre otras razones— para uniformar los señalamientos en el territorio nacional con el propósito de disminuir la ocurrencia de accidentes; y establece en el apartado de “Especificaciones y características del señalamiento horizontal”, particularmente en el de “Marca de guarniciones”, que “en caso de que se requiera delinear las guarniciones para su mejor visibilidad, éstas se deben pintar de blanco”.
No obstante la especificidad de la norma, las autoridades hicieron caso omiso poniendo en riesgo la seguridad del ciudadano. Los automovilistas usuarios de las vialidades aludidas, particularmente quienes las transitan después de las 7 de la noche, pueden constatar la dificultad de conducir en tramos donde no se advierte con nitidez los límites externos de los carriles, sobre todo en aquellas donde la iluminación pública es nula o deficiente. Un caso paradigmático es el enlace oriente entre el Libramiento Sur y el Libramiento Norte, una zona particularmente peligrosa donde por falta de visibilidad de la guarnición han ocurrido muchos accidentes.
También han omitido observar el apartado 10.3, referente a la evaluación, que dice: “Las autoridades estatales y municipales, responsables de proyectar, construir, operar y conservar las carreteras y vialidades urbanas, deben designar al personal de verificación que supervise e inspeccione el señalamiento vial, tanto horizontal como vertical, de esas carreteras y vialidades, incluyendo las que hayan concesionado, mediante programas de inspecciones periódicas, para comprobar que cumplan con las disposiciones de esta Norma y que se encuentren en buen estado. Los alcances de las inspecciones, su frecuencia y sus métodos o instrucciones de trabajo, se realizarán según las estrategias que establezcan dichas autoridades, para dar cumplimiento a las disposiciones de esta Norma”.
Bajo estas consideraciones, las autoridades involucradas en la violación de la NOM-034-SCT2-2011 debieran revertir la decisión de pintar de verde miles de metros de guarniciones de la ciudad. Utilizar la infraestructura urbana para propaganda subliminal a costa de la integridad física de los automovilistas, es un acto ilegítimo y contrario a la idea de una “ciudad segura”. Veremos si hay capacidad de autocrítica o si seguiremos siendo arrastrados por la “ola verde”.
COMPROMISOS CUMPLIDOS… A MEDIAS.- El pasado 12 de febrero, durante la inauguración del Aeropuerto de Palenque, Chiapas, el subsecretario de Transporte Carlos Almada López fue instruido por el titular de la SCT, Gerardo Ruiz Esparza, para informar que dos de los siete compromisos de gobierno del Ejecutivo federal en Chiapas “han sido ya concluidos”. El primero de ellos –señaló— es el de “Mejorar las vías de comunicación entre Chiapa de Corzo y Emiliano Zapata, Parral, La Concordia, Rizo de Oro y Chicomuselo”. Con una inversión de 360 millones de pesos “se reconstruyeron 70 kilómetros de carretera y se modernizaron casi 120 kilómetros más, lo que significa una mejor comunicación para los habitantes de estas comunidades con el resto de la entidad”, dijo con euforia Almada López. Sin embargo, no habría que echar las campanas al vuelo con esta obra tan demandada desde hace años por los habitantes de la zona. Las sospechas de corrupción vuelven a surgir pues el tramo que va de la desviación de Valle Morelos, municipio de Villacorzo, a Independencia, municipio de La Concordia, la calidad de la carretera deja mucho que desear en comparación con el resto de la vialidad. Los automovilistas que la transitan diariamente cuentan que la empresa constructora colocó los señalamientos respectivos, delimitó los carriles y el acotamiento, pero el pavimento presenta muchas deficiencias, pues al parecer sólo se aplicó un baño de chapopote. Por lo tanto, ya se augura que con las próximas lluvias se empiece a deteriorar la obra que con rimbombancia se anuncia en grandes espectaculares durante el trayecto. La Secretaría de Comunicaciones y Transporte tendría que dar una explicación del porqué de las deficiencias, pues de lo contrario estaría convalidando irregularidades en la construcción de infraestructura carretera. El gobierno estatal también debería exigir a la SCT que entregue con la calidad debida las obras federales, pues no debe consentir que la sospecha de fraude se extienda entre los chiapanecos que ya están cansados carreteras pésimas que llegan a durar dos años cuando mucho.
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