Ramírez Aguilar, operación encubierta
Si alguien no estaba convencido de que el secretario de Gobierno, Eduardo Ramírez Aguilar, ha puesto en marcha una estrategia con fines político-electorales, puede consultar la edición del lunes del periódico Noticias para disipar sus dudas. La mayor parte de la portada la ocupa su cuidada imagen de medio cuerpo acompañada del siguiente texto –a modo de titular, con una tipografía especial—: “Eduardo Ramírez Aguilar/UN CHIAPANECO DE ESFUERZO”; y abajo un destacado que dice Vengo de la cultura del esfuerzo con ideas claras y firmes. Un cartel publicitario, con eslogan incluido.
Difícil otorgarle una justificación periodística, porque en interiores aparece en dos planas a color una “entrevista” de siete párrafos y cinco imágenes, donde el propósito único es resaltar la imagen y la trayectoria del funcionario que ocupa la principal posición del gabinete estatal.
“Soy un político producto de mi propio razonamiento. Soy congruente con lo que en el pasado fui, con lo que en el presente represento y con lo que en el futuro aspiro a ser, estoy orgulloso de mi integridad política y social. Siempre he sido un hombre de ideas muy claras y firmes, soy constante y mi esfuerzo ha sido clave para alcanzar mis metas. Me mantengo leal a quien soy y de donde vengo. Soy un político que viene desde abajo, y que justamente por los de abajo es por quienes tengo que trabajar. Conozco Chiapas, no desde afuera, sino desde sus entrañas. Conozco sus problemas y estoy preparado para enfrentarlos, siempre digo que me pongo en los zapatos de la gente, intento entenderlos para así ayudarlos”, puede leerse al final del texto cuando ERA se define como político.
Y más difícil aún darle ese crédito porque réplicas de la portada de Noticias ya han empezado a aparecer en anuncios espectaculares en varias partes de la ciudad.
Por el transparente propósito político que se busca, es de suponerse que Ramírez Aguilar tiene vía libre para promocionarse. Sin embargo, llama la atención que siga la misma estrategia publicitaria que tanto le fue criticada al gobernador y, por lo tanto, pueda resultarle contraproducente.
Pese a que no estamos en año electoral, puede ser cuestionado de hacer campaña adelantada encubierta y de usar recursos públicos para promoverse políticamente; además de que no es el mejor momento para construir una imagen, sobre todo porque es la gobernabilidad una de las áreas donde más está sufriendo Chiapas al registrarse constantes protestas, conflictos sociales y hechos de sangre donde se han visto involucrados agentes policiacos municipales y estatales. Hay, digamos, un choque entre la percepción que se intenta construir y la realidad.
No obstante estos asegunes, lo cierto es que Ramírez Aguilar decidió iniciar ya su estrategia mediática para posicionarse en la opinión pública, cuya primera repercusión es el aceleramiento de los tiempos políticos que podría generar molestias entre aquellos que se sientan perjudicados –los aspirantes del PRI, por ejemplo— y crear un ambiente tenso, de polarización que ponga en riesgo la alianza tricolor-PVEM.
Por su intención de darle mayor poder a la Secretaría de Gobierno a través de una reforma que le permita tener el control del destino de los recursos de los programas sociales, se infiere que el funcionario busca construir un proyecto sucesorio para la gubernatura. Sin embargo, por lo prematura que parece la estrategia publicitaria a cuatro años de que se tomen las decisiones al respecto, la larga carrera que acaba de iniciar Eduardo Ramírez Aguilar hacia Palacio de Gobierno, podría tener una escala en la Presidencia Municipal de Tuxtla. Y eso cambiaría todo el panorama político que hasta ahora se tenía contemplado.
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