Atención a las sobrevivientes de intento de feminicidio

El caso de Lesbia Gómez Entzin, la mujer indígena que sufrió un disparo en el rostro por parte de su pareja y que perdió la vista, es un claro ejemplo del estado en el que muchas mujeres quedan después de haber sobrevivido a un ataque feminicida: sin recursos económicos, con una familia que mantener, con secuelas físicas por el intento de asesinato y con el temor de volver  a sufrir un ataque.

Lesbia teme por su vida. La persona que le disparo en la cara podría salir libre, dice llorando o quererle quitar a sus hijos. Ha gastado recursos económicos, con los que no cuenta, en su recuperación física. Y no tiene cómo mantener a sus hijos.

Muchas de las mujeres que son sobrevivientes de feminicidio fueron atacadas por sus parejas. Ellas y sus familias dependían económicamente del feminicida. Se han documentado casos en que las mujeres violentadas por  su pareja  les prohíben  tener un trabajo o hacer uso del dinero que ganan con su esfuerzo.

Para atender la violencia en contra de las mujeres es necesario una visión integral del problema. No basta con que a los feminicidas sean encarcelados, también se necesita que se atiendan a las sobrevivientes y se evite la violencia hacia las mujeres.

Cuando se habla de empoderamiento de las mujeres se tiene que ver desde una perspectiva integral que abarque programas sociales para su incorporación al campo laboral y su independencia económica, su participación política, un aparato de justicia eficiente, derecho a decidir sobre su propio cuerpo, oportunidades iguales que sus pares varones, acceso a la educación, la tecnología, en sí, la garantía de todos sus derechos.

En tanto no se vea a las mujeres como personas de derechos la violencia en contra de este sector continuará desde el propio Estado.

La Secretaría del Empoderamiento para las Mujeres tiene etiquetado para este año el recurso más grande que ha manejado desde su creación. Ejercerá más fondos que otras dependencias.

Que se invierta más recursos en esta dependencia es algo aplausible, siempre y cuando esos fondos se vean traducidos en políticas públicas eficientes y transparentes a favor del empoderamiento de las mujeres.

De nada servirá la inversión si se continúa con una visión corta sobre el tema, sin un programa integral para empoderar a las mujeres de Chiapas y sin ofrecer soluciones de fondo a las problemáticas de este sector.

Video sobre el caso de Lesbia Gómez Entzin de Komal Ilel