TOR: La Red del Anonimato
Es el rincón oscuro de la red o el rey de la alta seguridad y el anonimato en internet para los organismos de seguridad de Estados Unidos y los especialistas en temas tecnológicos.
Se llama Tor y específicamente se trata de un software libre diseñado para ocultar la IP de un usuario del internet o para hacer difícil que se le rastreen las visitas a sitios web, que puedan acceder otros –que no sea el titular- a los mensajes y cualquier tipo de comunicación por internet.
Por su secrecía, Tor es la red favorita donde navegan los aficionados a las actividades ilegales con la técnica de cifrado que se llama “enrutamiento cebolla”. Normalmente, cuando te conectas a internet y visitas una página; tu ruteador descifra la información y manda los datos al proveedor que te otorga el servicio, este a su vez manda la información a los servidores donde se aloja la red que visitas. Con esto, tus actividades en la red son fácilmente identificables.
En cambio con el software de Tor, este actúa de manera inmediata al entrar en cualquier página cifrando tu enrutador varias veces, después enviando la información a otros ruteadores, estos nuevos ruteadores descifran las capas de información que Tor encriptó al visitar la página que elegiste y envían el mensaje a otros ruteadores de manera aleatoria; lo que origina que se sepa el contenido de los mensajes o la página que visitas, lo que pides; pero que sea muy difícil encontrar tu dirección IP para identificarte.
Originalmente desarrollado por los laboratorios tecnológicos de la armada americana, Tor vio la luz en 2003 y poco a poco se está convirtiendo en la red de navegación de internet favorita para infringir los derechos de autor, para los fraudes, los robos de identidad y la creación de redes de pedofilia; por lo que su uso mundial ha desatado polémica.
Sin embargo también se le han encontrado otras aplicaciones como la venta clandestina de drogas ilegales y cualquier mercancía que el mercado negro potencialice sus ganancias en lo que se conoce como Silk Road o “la ruta de la Seda”; que funciona como un portal de ventas directas pero de mercancías ilegales; Silk Road nace en el 2011, es cerrada por el FBI en octubre de 2011 y abierta una nueva versión un mes después. Según quienes han navegado por la ruta de la seda, el 70 por ciento de lo que se vende es droga.
Black Market Reloaded es otro sitio similar al a ruta de la seda, pero también existe el Black Market Reloaded, Lolita City, Sheep Marketplace, el servicio especializado en correo electrónico llamado TorMail y el buscador que se denomina TorSearch. Otro asunto increíble de Tor lo ofrece el assassination market o “mercado de los asesinatos” donde comunidades enteras de cibernautas se ponen de acuerdo en la fecha de la muerte de una persona en particular, generalmente una celebridad; quien le atina a la fecha puede cobrar el dinero que se acumuló.
El asunto no para ahí, porque Tor es usado por grupos de hackers -incluso Edward Snowden encriptó los documentos que lo hicieron famoso por este software- para el activismo político desde la clandestinidad, encontrándose libremente manuales para fabricar bombas caseras, para hackear páginas oficiales, correos electrónicos y un sinfín de técnicas subversivas y de rebelión.
La moneda corriente de Tor es el Bitcoin, dinero virtual que fue desarrollado por el japonés Satoshi Nakamoto en el 2009 quien posee una fortuna en esta moneda virtual equivalente a mil millones de dólares. Bitcoin es una moneda fiduciaria, como todas las que circulan actualmente, ya que no mide su valor el patrón oro, sino la confianza que la gente les da a la hora de las transacciones y el respaldo del Banco Central que las emite, la diferencia con el dinero tradicional es que Bitcoin es un software que genera códigos, por tanto es una moneda virtual.
Su funcionamiento es rápido y anónimo, ya que solo basta con descargar un programa de internet, instalarlo en la computadora y crear las monedas con lo que el programa denomina “mineros”; las monedas se generan por bloque cada diez minutos y no se pueden crearse cantidades ilimitadas, los algoritmos lo impiden y este solo genera las monedas necesarias, las compara con las disponibles en el mercado mundial y controla y regula su cantidad.
Al generar las monedas, el programa las guarda en una especie de “cartera digital” y con ella ya se pueden comprar productos en la red Tor y ahora también en diversas empresas digitales legales con una clave adherida a una firma electrónica.
Tor y Bitcoin y sus numerosas implicaciones, tienen ya miles y miles de seguidores, de hecho, Hideyuki Yoshida; un japonés que se ha pasado años acumulando tierras abandonas en su país, ha fundado –según él- una nación con 2.5 millones de hectáreas que llamó “Woodland Patchwork” donde el Bitcoin será la moneda oficial.
Pero como dice el premio Nobel de Economía Paul Krugman, un asunto bastante distinto es saber cómo funcionan las cosas y otro asunto cómo deberían ser las cosas, en ese sentido dice Krugman que todo mundo se pregunta si el Bitcoin puede funcionar -en este caso también el software Tor-, pero nadie le ha podido responder si su uso es confiable. Para Krugman el Bitcoin parece ser un arma diseñada contra las naciones y se inclina por pensar que es una burbuja económica más.
En ese sentido, varias son las vías que Tor y el Bitcoin pueden tomar en el largo plazo. Claro que responden a niveles de desarrollo tecnólogos impresionantes y pueden alcanzar un nivel de popularidad increíbles que rebasen cualquier tentativa de censura como la que están sufriendo en algunos países.
Pero también puede suceder que amenacen el establishment y los distintos gobiernos del mundo les cierren las llaves del internet; no parece claro todavía que pasará con ellos, por lo pronto ya hay sitios, monedas virtuales y software que tienen las mismas funciones de Bitcoin y Tor.
Lo más sensato es tener cuidado en el uso de estos desarrollos informáticos y pensar en darles un uso responsable.
Twitter: @GerardoCoutino
Correo: geracouti@hotmail.com
Sin comentarios aún.