Motines contra el hombre de «Forbes»
Por Aracely Cortés Galán (*)
En octubre de 2013, la revista Forbes publicó la lista de las 72 “personas más poderosas del mundo”. De acuerdo con las investigaciones hechas por los editores, el personaje que tiene más poder en la actualidad es Vladimir Putin. Entre los “poderosos” se incluyen Barak Obama (número 2), Angela Merkel (número 5), Bill Gates (número 6), Carlos Slim (número 12), Enrique Peña (número 37) y el Chapo Guzmán (número 67).
Putin se graduó como abogado en la Universidad de Leningrado, hoy San Petersburgo. Pronto se integró a las filas del gobierno, donde trabajó para la KGB en Alemania. En los años posteriores a la caída del muro de Berlín regresó a Rusia, estuvo cercano a la universidad y fue alrededor del inicio de los años noventa cuando comenzó a incursionar en actividades políticas. Los diversos cargos que ocupó desde entonces lo dieron a conocer en el ámbito internacional.
También es conocido por ciertas decisiones controvertidas que ha tomado en los tres periodos que ha ocupado la presidencia de su país. Una de las más recientes es el encarcelamiento y reciente liberación de las artistas y activistas Nadia Tolokónnikova, Yekaterina Samutsévich y María Aliójina, del grupo Pussy Riot. La protesta del grupo de punk-rock en la catedral ortodoxa de Cristo Redentor en Moscú estaba enfocada a denunciar las irregularidades en la segunda reelección de Putin. La severidad con la que fue tratado el caso es del conocimiento público, en principio porque las propias artistas iniciaron una huelga de hambre que fue testimoniada por diversos medios de comunicación en Europa.
Tras el proceso judicial que se llevó a cabo en su contra, Tolokónnikova, Samutsévich y Aliójina fueron sentenciadas a dos años de cárcel por incitar al odio público y socavar el orden social. Su estancia en las cárceles de Rusia y el traslado de Tolokónnikova a Siberia han sido descritos por ellas misma: sus testimonios han dado cuenta de los trabajos forzados a los que son sometidas las presas que cumplen sentencias en las cárceles del país donde gobierna el “hombre más poderoso del mundo”.
El castigo que les dieron a las jóvenes rusas fue calificado como excesivo. Amnistía Internacional considera que la sentencia no corresponde en absoluto a la falta que hayan podido cometer; por tanto, fueron clasificadas como presas de conciencia. Este arrebato de las autoridades rusas no es aislado. Es sabido que hay una política estricta respecto a los opositores al régimen. Las protestas sobre la política económica y la acción del gobierno son cada vez más amplias. Ante esto, para el desarrollo de los juegos olímpicos de invierno en la ciudad de Socchi se llegó incluso a aceptar una ley para prohibir los mítines y manifestaciones cerca de las sedes. Ante las protestas, el reglamento fue modificado y serán posibles las demostraciones políticas en zonas específicas.
Restringir las protestas públicas en contra de los gobiernos es una franca violación a la libertad de expresión, enunciada ésta en la Carta de Derechos Humanos de 1948: “Esta libertad supone que todos los seres humanos tienen derecho de expresarse sin ser hostigados debido a lo que opinan. Representa la posibilidad de realizar investigaciones, de acceder a la información y de transmitirla sin barreras.”
La simple idea de poner zonas, días y horarios específicos para hacer protestas sociales es uno de los pensamientos más fascista que gobierno alguno pueda plantear, así lo acepten cien o mil diputados. Todos ellos atentan contra el derecho más elemental de cualquier ciudadano: el de decidir quién y cómo gobierna, y señalar a los representantes del pueblo lo que están haciendo mal. Al gobierno del “hombre más poderoso del mundo” no le está resultando nada fácil aplicar estas medidas. Esperemos que los demás gobiernos del planeta que tienen estas mismas tendencias encuentren en cada uno de sus ciudadanos la resistencia, la lucha y la dignidad de las Pussy Riot.
(*) Este texto se publicó originalmente en http://elpresentedelpasado.com/2014/01/06/motines-contra-el-hombre-de-forbes/
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