Manuel Velasco Suárez in memoriam (28 de diciembre de 1914-2 de diciembre de 2001)
El 2 de diciembre de 2001, hace 12 años, murió un chiapaneco ilustre: el Dr. Manuel Velasco Suárez. Me habían invitado a decir unas palabras en su homenaje luctuoso que se celebrará ese día en San Cristóbal de Las Casas, y ante la imposibilidad de hacerlo físicamente, lo haré por este medio. No sin antes agradecer que el Dr. Jesús Agustín Velasco Siles, hijo del Dr. Velasco Suárez, haya pensado en un servidor, pues como ustedes saben soy políticamente incorrecto.
Antes que nada el Dr. Velasco Suárez fue un humanista, de los que hay que quitarse el sombrero, y un universitario distinguido. Fue profesor de la Facultad de Medicina de la UNAM, en donde se le reconoció como profesor emérito; le otorgaron la medalla al Mérito Académico.
Sus inquietudes humanistas llevan al Dr. Velasco-Suárez, en 1982, a fundar la Asociación de Médicos Mexicanos para la Prevención de la Guerra Nuclear, afiliada a la International Physicians for the Prevention of Nuclear War (IPPNW), organización que en 1985 obtiene el PREMIO NOBEL DE LA PAZ y, por consiguiente, fue recipiendario del premio Nobel, junto a los doctores Bernard Lown y E. Chazov,. Fue parte de quienes lo recibieron en Suecia. Es una faceta poco conocida en su vida. Es el único chapaneco Nobel[1].
En síntesis y para no detenernos, el Dr. Velasco Suárez fue Dr. Honoris Causa en muchas universidades mexicanas, entre ellas la Unach, así como la Universidad Thomas Jefferson de Filadelfia, Estados Unidos de América. Muchos países le entregaron reconocimientos, entre ellos: Gran Oficial de Orden al Mérito de la República Italiana de Italia, Orden Francisco de Miranda de Venezuela, Gran Cruz de la Orden de Vasco Nuñez de Balboa de Panamá, Orden Ricardo Moreno Cañas de Costa Rica, Orden Hipólito Unanue de Perú y la Orden Estrella Roja de la desaparecida Yugoslavia. Eran reconocimientos de verdad, por su obra y en algunos casos máximos reconocimientos que se dan en esos países, no como los que se dieron en el sexenio pasado, reconocimientos patitos.
Manuel Velasco Suárez Manuel Velasco Suárez fue gobernador del estado de Chiapas, de 1970 a 1976. En el que se distinguió, entre otras cosas, por haber creado la Universidad Autónoma de Chiapas y el Centro de Investigaciones Ecológicas del Sureste (CIES), hoy Colegio de la Frontera Sur, así como muchas carreteras transversales se realizaron, entre ellas, la de mi pueblo, Yajalón, en donde también construyeron el hospital en el que trabajo un médico con profundo espíritu humanista, que era hijo de él, el Dr. José Manuel Velasco Siles (QEPD).
En esa época un servidor era un adolecente, pero todavía lo recuerdo con afecto, con sus huaraches de suela de llanta y correas de cuero duro (de las que usan los chamulas) y su morral de cuero; la Unidad Deportiva de mi pueblo fue también de esa época. El Dr. Velasco Suárez ha sido el único gobernado de Chiapas que enfrentó al caciquismo, a los señores de horca y cuchillo, a quienes los veía como una rémora para el desarrollo de la entidad: Carmen Orantes de Venustiano Carranza, Los Antón de Tapachula, los Pedrero de San Cristóbal de Las Casas, etcétera. Junto a Don Samuel Ruiz impulso el Congreso Indígena que convocados por la Diócesis de San Cristóbal de las Casas se reunieron representantes indígenas del 13 al 15 de octubre de 1974. Fue la primera vez en la historia de México, que se dieron cita más de 1000 delegados de 4 de los principales Pueblos Indígenas de Chiapas (Ch´ol, Tseltal, Tsotsil y Tojolabal). El lema utilizado por el congreso indígena fue: “Igualdad en la diversidad” y constituyó la raíz organizativa del Movimiento Indígena de Chiapas y algunos investigadores dicen que del propio Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Del Congreso Indígena escribió Andrés Aubry (QEPD): “Hace 30 años, los eminentes especialistas de Las Casas convocados en San Cristóbal a un simposio por el entonces gobernador de Chiapas, doctor Manuel Velasco Suárez, estaban persuadidos de que 1974 era el 500 aniversario del nacimiento del fraile”… y por el “150 aniversario de la ratificación de una primera incorporación de su estado a México (1824, fecha también de los inicios de la lucha federalista y guerrillera de Joaquín Miguel Gutiérrez, cuyo apellido adorna Tuxtla, la capital de Chiapas). Se repetía insistentemente: «todo Chiapas es México»… Fue un susto para los coletos: cerraron las cortinas de hierro de sus tiendas ante la sorpresa de tanta «indiada» (mil 131 tzotziles, tzeltales, tojolabales y choles con voz y voto, más intérpretes, asesores para la logística, observadores -incluido a veces el gobierno estatal- y una consistente representación de la prensa, no sólo la nacional)… Aun en el zapatismo. Anónimamente, los más viejos (aludiendo tanto a su larga preparación como al evento final) confiesan; «allí es cuando se nos nació la conciencia» (Jornada, 15 de octubre de 2004).
En materia de crecimiento económico tuvo muy buenos resultados, pues inició el despegue de la economía chiapaneca en 1970, que fue la única época virtuosa de Chiapas a lo largo de todo el siglo XX (1970-1980) y lo que va del XXI. Además, lo hizo con mucho menos recursos que ahora y mucho menos colaboradores. Fue la única época que nos acercábamos al promedio nacional.
Gráfica 1. PIB per cápita de Chiapas 1900-2010 (pesos se 2003)
Fuente: Elaboración propia de Peláez Óscar y Jorge López Arévalo (2013), Desigualdades regionales: fuerzas determinantes, en el libro Desigualdad y Desarrollo Regional. Chiapas y el Sur Pacífico Mexicano, Plaza y Valdés.
En esa época se construyeron grandes obras hidroeléctricas, se comenzó la explotación petrolera en el norte de la entidad, se crearon las terrazas agrícolas que aún se ven en Los Altos de Chiapas, él las vio en un viaje a China y trato de replicarlas en algunos lugares de Chiapas, todas esas actividades permitieron emplear a muchos indígenas de Los Altos, Norte y Selva con empleos mejores que los que tenían en las fincas cafetaleras, por eso llegaron después los guatemaltecos en una especie de escalamiento migratorio.
Si ustedes observan la gráfica de 1980 a 2010, pero se podría prolongar a 2013 y sería lo mismo. Chiapas no ha crecido en términos de su Producto Interno Bruto por habitante. Es decir, llevamos 30 años de estar distanciándonos del promedio del país y eso que México ha tenido el crecimiento económico más mediocre de América Latina en ese periodo.
En esa época se tenía un proyecto desarrollista para la entidad y dio buenos resultados en materia económica, fue la única época virtuosa para Chiapas (1970-1980). Por ello debemos rendir un tributo al doctor Manuel Velasco Suárez, como un hombre ilustre que dieron éstas tierras, como científico de la neurocirugía que fue uno de los mejores neurólogos del mundo (Él operó gratis al amigo Hernán Villatoro, que en esos tiempos era líder estudiantil de la Escuela Normal Rural Mactumactzá, lo vio mal y le dijo te voy a operar y lo hizo gratis), fue un humanista excepcional y luchador contra la guerra nuclear, por eso la Secretaría de Salud de México y la Fundación Panamericana de la Salud y Educación, en cooperación con la Organización Panamericana de la Salud crearon en su honor el premio Manuel Velasco Suárez a la excelencia en bioética en 2002.
Hoy los tiempos no parecen ser buenos para Chiapas ni parece que algo semejante a lo realizado por el doctor esté en marcha, ni en materia de infraestructura, ni en materia educativa, ni en términos de inversión productiva, ni en desmontar los vestigios feudales que hacen de Chiapas el estado con menor grado de desarrollo relativo del país, por eso decimos que hay una especie de restauración de la juniorcracia o refeudalización de Chiapas contra la que estuvo el doctor Manuel Velasco Suárez.
Chiapas entero debería rendir tributo al científico y humanista, hijo de estas sufridas tierras, hoy y siempre.
[1] Hay otro chiapaneco distinguido también: Guido Muench Paniagua, quien es premio Príncipe de Asturias en Ciencias. Ahora se encuentra en un asilo de ancianos en Palo Alto, California. Su carrera académica la hizo en la UNAM, pero emigró a estudiar en los Estados Unidos. Trabajó en la NASA. En Chiapas se le conoce poco. Su hijo también es investigador de la NASA. De él escribiremos pronto.
Excelente síntesis de la obra de MVS. Los programas que tú comentas para los Altos de Chiapas formaban parte de un gran proyecto de desarrollo en el que participó la UNICEF y LA UNESCO conocido por sus siglas como PRODECH. Lástima que este país se inventa y se reinventa cada seis años.
Así es Alfredo. Manuel Velasco Suárez tenía ideas muy claras sobre el desarrollo de Chiapas. El nieto es puro glamour y frivolidad.