El «atentado» de Castellanos

El supuesto «atentado -lo entrecomillo porque cito textual como lo llamó el  propio diputado- que sufrió este martes por la mañana  la familia del presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, Fernando Castellanos Cal y Mayor tiene diferentes lecturas. Ninguna de ellas favorece al gobierno, de por sí cuestionado, de Manuel Velasco Coello.

Al gobernador se le ha cuestionado de manera pública tanto a nivel estatal como federal de no garantizar la gobernabilidad de la entidad. La declaración de ayer de Luis Fernando Castellanos Cal y Mayor en el vestíbulo del Congreso del Estado viene a corroborar esos cuestionamientos.

¿En qué lugar se entra a la casa del presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso Local con armas, se amenaza y se va como si nada? Sólo en un sitio en donde la gobernabilidad no exista. En el que la impunidad esté garantizada o lamentablemente en las ciudades que son controladas por el narco. ¿Qué es lo que está pasando en Tuxtla? ¿Qué es lo que está pasando en Chiapas? ¿En cuál de estas tres condiciones estamos?

El diputado Fernando Castellanos Cal y Mayor aseguró que tres sujetos armados entraron por la puerta principal de su casa y amenazaron a su esposa y su hija de unos meses de edad. “Estos sujetos le dijeron a mi esposa que me iban a romper la madre si yo no dejaba de trabajar políticamente en Tuxtla y que si yo no entendía y seguía moviéndome en Tuxtla, iban a matar a toda mi familia” denunció ayer el congresista.

Está situación enrarece el proceso electoral que todavía no inicia. Si esto sucede cuando ni siquiera ha comenzado ¿qué clase de proceso nos espera? Un clima violento en el proceso electoral no ayuda a la participación ciudadana, pone en riesgo a los propios candidatos e inhibe la democrática. ¿Quién gana con un panorama así?

Para escribir este texto parto del hecho de que es cierta la versión del diputado, sería muy grave de que no lo fuera y que en un afán protagónico, el legislador  expusiera así al gobernador Manuel Velasco –de quien se dice su amigo- o peor aún que pusiera en riesgo la integridad de  su propia familia. De por si el salir con su esposa y sus hijas en brazos a dar una conferencia de prensa, en lo personal, no se me hace la mejor estrategia de seguridad;  pero supongo que el joven legislador pensó muy bien lo que iba a hacer y sus actos no son consecuencia del protagonismo, la falta de inteligencia política o la desesperación.

Me llama la atención que en la conferencia de prensa, el diputado no haya sido acompañado, al menos, por los integrantes de la Junta de Coordinación Política o de todos los integrantes de su bancada. ¿Eso se deberá a su falta de liderazgo dentro del Poder Legislativo? o ¿se deberá a que los otros congresistas no ven en el “atentado” a Castellanos una afrenta a uno de los suyos? O ¿será que de plano no le creen su versión?

También es cuestionable que el legislador haya decidido salir con sus hijas en brazos y su esposa cabizbaja –la que por cierto debía de ser diputada y no Castellanos- a pedir a la Procuraduría que se investigue a fondo el “atentado” y no haya preferido tratar eso directamente con el gobernador del estado Manuel Velasco. ¿Será que ya no tiene interlocución con el gobernador? ¿andan preparando algo y necesitaban hacerlo público? ¿Quién sale ganando dejando en evidencia que en Chiapas no hay gobernabilidad?

Cualquiera que haya visto más de una vez al diputado Luis Fernando Castellanos Cal y Mayor sabe que  regularmente, es acompañado por personal de seguridad que están armados. Me atrevo hasta afirmar que es el legislador que más visible hace su escolta. Sobre la forma en cómo se dieron los hechos de ayer por la mañana en la casa del legislador quedan muchas interrogantes que la Procuraduría de Justicia del Estado deberá de responder. Que se resuelva y se conozca bien este caso es una situación de interés público. Nos conviene a todos.