Los Motores del Desarrollo Sustentable en Chiapas

 

Libro Los Motores del Desarrollo en Chiapas

Libro Los Motores del Desarrollo en Chiapas

Este es el título de la última obra del docente investigador de la Universidad Autónoma de Chiapas Fernando Álvarez Simán, especialista en temas económicos y de desarrollo, la cual ha recibido una grata recepción entre los círculos académicos y políticos del estado.

Fernando Álvarez Simán es economista de profesión, docente de oficio y un experto que ha sido formado en Inglaterra donde cursó la maestría en Economía en la Universidad de Leeds y el doctorado en desarrollo en la Universidad de Londres.

Su vida profesional ha transcurrido entera en Chiapas donde ha compaginado la docencia y la investigación con cargos en la administración pública.

Esta cualidad en su formación profesional y laboral le han permitido obtener una visión de Chiapas que es difícil encontrar en algún otro economista o experto en desarrollo asentado en Chiapas: ha ido más allá de realizar simples diagnósticos para describir nuestra triste realidad; a proponer estrategias de solución a nuestros problemas.

Esto a partir de su conocimiento de las políticas públicas nacionales y estatales, de las corrientes de pensamiento económico dominantes en el mundo y de las experiencias exitosas en México y el mundo a las que ha tenido acceso por su labor docente.

Hace unos días presentó el último de su trabajo, denominado como ya hemos comentado líneas arriba; “Los Motores del Desarrollo Sustentable en Chiapas”. Documento que contiene propuestas muy concretas para el desarrollo y la modernización de algunos sistemas productivos que son característicos de nuestro estado, como lo son el cultivo del Café, la Palma Africana, el sector pecuario, la pesca, el sector forestal y un sector emergente en el que tenemos ventajas competitivas por nuestra biodiversidad y riqueza cultural: el turismo.

Es estas propuestas de desarrollo de nuestros sistemas productivos que encontramos el primer acierto de Álvarez Simán: no se trata de vender la idea de traer nuevos cultivos a Chiapas, de lo que se trata es de aprovechar la experiencia estatal y de nuestros campesinos en el manejo de las actividades ya conocidas.

Más concretamente, se trata de elevar nuestra productividad, aún incluso sin elevar el volumen de la superficie cultivada. Una empresa nada imposible si observamos que en otros países incrementar la productividad ha sido logrado en el mediano y corto plazo.

El segundo acierto de la obra es empatar estos propósitos de incrementar nuestra productividad agropecuaria con una propuesta de que las acciones que puedan instrumentarse se hagan en el marco de la promoción de la economía verde. La experiencia chiapaneca en este campo es vasta, pero casi en su totalidad solo se ha circunscrito al sector cafetalero orgánico. La oportunidad la representa el éxito internacional de nuestro café orgánico y lo que tiene que hacerse es transferir esa experiencia a otros sectores productivos.

Otra de los aciertos es que a las propuestas de desarrollo y de incremento de nuestra productividad agropecuaria, Álvarez Simán sume al factor humano. Dos son los capítulos de su obra que atienden este asunto, el que se refiere a la situación de nuestro sistema educativo, donde propone que nuestros estudiantes, desde los que cursan estudios básicos hasta los profesionales reciban una educación que los haga agentes del cambio no solo local, regional o estatal, sino también global con políticas públicas educativas que promuevan el aprendizaje permanente y que fomenten en las aulas el uso de las nuevas tecnologías como herramientas del aprendizaje.

Más aún, si la obra de Álvarez Simán se vuelve más humana con este capítulo dedicado a la educación mirando hacia nuestro futuro, remata con una propuesta concreta para los que estamos en edad productiva y que padecemos un lastre que obstaculiza el desarrollo global de nuestro estado: el analfabetismo que ronda la cifra del 18 por ciento de la población estatal y/o nuestro bajo nivel educativo o la nula capacitación para el trabajo que existe en Chiapas.

Con ello se cierra un círculo virtuoso de vocación productiva, incremento de nuestra capacidad productiva y recursos humanos para el trabajo.

Pero la obra a pesar de estos aciertos no termina ahí. También identifica dos oportunidades que serán cruciales para nuestro futuro económico: la primera es que consciente de si bien nuestra vocación productiva es agropecuaria, hay ciertas características regionales que cualquier política pública de desarrollo debería tomar en cuenta, en este sentido no es lo mismo la vocación productiva de los Altos de Chiapas que de la Frailesca por ejemplo.

Por eso propone una serie de corredores industriales agropecuarios que se encargarían de concentrar la producción, generar volumen de venta y lo más importante, transformar nuestra producción agropecuaria en productos acabados.

Por otro lado, estando consciente de que no puede hacerse política pública y concretarla sin la actividad política, el autor menciona la oportunidad que para el desarrollo estatal representa el hecho de que haya accedido a la gubernatura Manuel Velasco Coello, un político joven y lo más importante, con un enorme capital político expresado en la más alta cifra de votos alcanzados para un político hasta la fecha en nuestro estado.

Este capital político claro que puede utilizarse en generar acuerdos, concretar propuestas y proyectos, garantizar su puesta en marcha para el desarrollo de Chiapas.

Con su obra, Fernando Álvarez Simán en el fondo pone a Chiapas y a su gente, generosa y productiva en el centro del debate económico. Los beneficios deben de ser de todos o deben de distribuirse lo más equitativamente posible.

En este sentido, el mundo ha pasado de realizar sus actividades agropecuarias a la par de los ciclos de lluvia, realizando una cosecha anual, a generar injertos, elevar la producción con fertilizantes químicos y hoy amigables con el medio ambiente, después a producir dos veces al año con los sistemas de riego, -y es allí hasta donde hemos llegado en Chiapas- pero hoy lo hace con sistemas de invernaderos que permiten una producción todo el año.

Claro que esta producción durante todo el año también se realiza en Chiapas, pero solo lo hacen algunos sectores productivos y no es todavía parte de nuestra ancestral cultura de producción agropecuaria.

Álvarez Simán claramente nos dice que nuestras políticas públicas deben apuntar hacia este objetivo y que no es una falacia lograrlo si no sucumbimos al populismo, al canto de las sirenas y tenemos claro lo que queremos.

Es posible lograrlo. Este libro es portador de buenas noticias y para los chiapanecos interesados o no en los temas de desarrollo es una tarea leer la obra que puede adquirirse en el Instituto de Administración Pública ubicado en Tuxtla Gutiérrez.

Al fin, una buena noticia para Chiapas.

 

Un comentario en “Los Motores del Desarrollo Sustentable en Chiapas”

  1. carlos
    7 noviembre, 2013 at 19:13 #

    Ya extrañaba no ver alguna nota que coloque la balanza un poco al centro, mucha izquierda y nos caemos!!!no solo de ideales come el hombrr

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