La venta de Jaguares, un dinero que no llegó a las arcas públicas

La estela de corrupción de Juan Sabines Guerrero no parece tener límites. Día a día, pese a la protección que recibe del actual gobierno y del congreso estatal, surgen nuevos datos que hablan de su afán destructivo sin par en contra de Chiapas.

En un texto anterior abordé el tema Jaguares y la sangría que representa para las finanzas mantenerlo como equipo de primera división, al costar cuatro millones de pesos mensuales.

Lo más escandaloso de este equipo, sin embargo, se vivió en la administración de Juan Sabines, cuando el mandatario decidió estatizarlo por 66 millones de pesos. Para esta transacción, fue creado con el Fideicomiso Inversión y Administración para la Promoción y Ejecución de Programas y Proyectos Deportivos (Fideporte), decreto 21, aprobado por los diputados locales el 29 de diciembre de 2008.

Desde ese Fideicomiso, más otro que se creó con el decreto número 22, se construyó la figura más letal y ofensiva para los chiapanecos, aficionados o no al futbol, al box o a la lucha libre. Miles de millones de pesos se esfumaron a través de estos fideicomisos.

En 2010, Sabines decidió que Gobierno del Estado no debía ser dueño de Jaguares. Para la transacción encontró a un empresario a modo, el más beneficiado en su sexenio, Ricardo Salinas Pliego, a quien le entregó el equipo de primera división por “300 millones de pesos”.

Lo grave es que, por más que se revise la cuenta pública de ese año, no hay ingreso alguno, ni siquiera de un peso, por la venta de Jaguares.

Si Jaguares era patrimonio del Estado, para ser vendido debió requerir un Decreto de Desincorporación aprobado por los diputados chiapanecos. Pero ¿dónde está el decreto? ¿dónde está el ingreso por la venta del equipo? En ningún lado. No obstante, el diputado José Ángel Córdova Toledo dice que no hay cuenta pública tan inmaculada como la de Sabines.

Tal desvergüenza solo podemos entenderla porque casi todos los legisladores son partes del sistema delincuencial de Sabines y cómplices de su gobierno criminal.