Jaime Valls
En medio del escepticismo de muchos, Jaime Valls Esponda asumió la rectoría de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach) hace casi tres años.
Ese tiempo le ha servido al expresidente de Tuxtla para ofrecer resultados, impulsar la oferta educativa y la infraestructura académica, como hacía mucho tiempo no se vivía, probablemente desde la fundación misma de esta institución.
Para realizar un buen trabajo de docencia e investigación se requiere de infraestructura adecuada. Y en eso Valls ha sido buen gestor. Ha gestionado cubículos para los docentes en casi todas las facultades, escuelas y centros de investigación de la Unach.
La mayoría de los profesores de la Facultad de Humanidades no contaba con cubículos adecuados. Más de treinta profesores compartíamos un espacio, siempre caluroso, mal ventilado y ruidoso, que los alumnos dieron por llamarle la caballeriza. Habíamos visto cómo el proyecto, para que contáramos con cubículos, se había detenido por varios años. Estaba la obra negra pero faltaba piso, energía eléctrica, aires acondicionados, mobiliarios. Y en su primer año de gestión pudimos contar con espacios dignos.
Esta obra es, desde luego, de las menos importantes pero hay otras que son vitales: la construcción del Centro de Convenciones Manuel Velasco, en donde se realizó este año, la Feria del Libro Chiapas-Centroamérica.
Su máximo orgullo, me parece, porque lo aborda de manera muy frecuente en sus conversaciones es haber logrado la construcción y puesta en marcha de una guardería para hijos de estudiantes universitarias. Una alumna que cursa el octavo semestre de la licenciatura en comunicación me comentaba ayer que sin este servicio simplemente no habría podido continuar con sus estudios.
Otro aspecto que me llama la atención es la transformación que se ha vivido en la Biblioteca Central Universitaria Carlos Maciel. No solo se ha ampliado el horario (las 24 horas en etapa de exámenes finales) sino que se le ha impreso un nuevo concepto: comodidad para estudiar y facilidad para acceder a las obras.
En su informe de actividades de ayer, Jaime Valls destacó que en sus tres años de administración se ha invertido en infraestructura el doble de lo que se invirtió en los ocho años precedentes. No solo eso: la oferta académica se ha ampliado y casi todas las licenciaturas han sido avaladas por organismos certificadores. Además, el número de profesores dentro del Sistema Nacional de Investigadores ha crecido con 64 académicos en el padrón.
Tiene varios proyectos para el próximo año: iniciar 9 programas de maestría y doctorado, construir un nuevo estacionamiento y edificar la librería del Fondo de Cultura Económica Unach, en un circuito peatonal en donde se incentivará la cultura y que partirá del Boulevard Belisario Domínguez.
Valls ha podido sortear además con las dificultades imprevistas que se le han presentado. En la toma de instalaciones que se vivió en días recientes se reunió con alumnos, conversó con ellos y logró acuerdos que abonan en una buena marcha de la máxima casa de estudios de Chiapas.
Me parece que mejores resultados es difícil entregar, en medio de esta crisis económica y política que padecemos.
Concuerdo con Ud. Sr. Martinez, Jaime Valls, es de los pocos si no acaso el único que se salva del mar de mediocridad, desmesura y fatuidad que nos trajo el sabinismo.
si Sabines lo trajo
Este texto nos invita a cambiar de fuente… Al mero estilo Cuarto poder… es lamentable…
es un texto al puro estilo Cuarto poder… es lamentable… tendré que cambiar de fuente?
Senor Martìnez, perdòneme pero me parece muy limitada su investigaciòn sobre la UNACH, donde trabajé como docente durante algunos semestres. Hubiéramos necesitado de una informaciòn màs imparcial, qué tal los aviadores? La falta de financiamiento hacia ciertos campus, como el mìo, el de sociales? El deterioro de la institucionalidad, la falta de incentivos hacia los estudiantes? Las revistas recientes, ausentes de los estantes en la biblioteca? Me decepcionò leer un artìculo asì en este medio, pensé que era diferente, ojalà y no haya otro asì.
Pero aun asi no se le quita la sombra que carga por como ha dejado en desgracia, por ser complice, a esta bella ciudad