El movimiento magisterial se debe de quedar
A las dos semanas que las y los maestros decidieron irse a paro entraba al plantón en el centro de Tuxtla y tenía la impresión que no tardarían ni un día más así: se veían y se escuchaban desgastados. Regresaba al día siguiente y ahí estaban bajo las improvisadas lonas y compartiendo el pan –literalmente-, pensaba otra vez lo mismo –que no aguantarían mucho-, pero regresaba y seguían ahí.
Llevan más de 70 días en plantón y si el gobierno federal y del estado piensa que las y los maestros están desgastados y que por ello van a aceptar cualquier tipo de negociación con tal de regresar a sus casas y que les paguen su sueldo, creo que les podría pasar lo mismo que a mí y estar equivocados. Creo que hasta los propios integrantes del movimiento magisterial no saben qué tanto tiempo son capaces de aguantar en esta situación.
Es evidente que las y los maestros están desgastados por el plantón: la mayoría está fuera de su lugar de origen, no les han pagado y las condiciones en las que están en el centro de la ciudad no son precisamente las de un hotel cinco estrellas, aunque ellos –cual persona que busca su sobrevivencia- han buscado la forma de hacer del lugar algo más llevadero.
También la ciudadanía, sobre todo de Tuxtla, se percibe bastante fastidiada por las manifestaciones que ha realizado el magisterio, pero creo que es algo que nos debemos de replantear, sobre todo ahora que el magisterio ha puesto como principal condición para levantar el plantón garantizar que la federación invierta más en infraestructura educativa. Con ese planteamiento todas y todos salimos ganando.
Ni el magisterio, ni la ciudadanía debe ahora dejarse presionar por el desgaste que han significado más de 70 días de plantón. Que ese desgaste comprensible y evidente no sea lo que ocasione que nos quedemos con las manos vacías. El resultado de esas mesas de negociación es lo que hará que haya valido la pena todo lo que se tolero como ciudadanía durante el movimiento magisterial: el no poder salir de la ciudad, quedarse sin gasolina, no poder transitar por el centro. Y todo, también, lo que significó para las y los maestros el plantón.
La exigencia de la ciudadanía debe de caminar, considero, para que el gobierno del estado y federal garanticen mayor presupuesto para la educación en Chiapas.
Los integrantes del movimiento magisterial lograron durante estos meses de manifestación reorganizarse, formar liderazgos y hasta nuevos cuadros, pero eso puede ser nada más coyuntural si pasado el plantón deciden regresar a su lugar de origen y hacer lo mismo de antes. Su verdadero trabajo está en mantenerse organizados.
La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación tiene la oportunidad de recuperar la sección 40, en lo personal cuestiono la forma en la que ahora pretenden hacerlo, le apostaría más a mantener los liderazgos y la base que lograron con el movimiento magisterial y que eso se traduzca en votos y candidatos en las próximas elecciones para renovar la dirigencia; que se traduzca, sobre todo, en maestros más participativos en la vida democrática del Sindicato y que exija a sus actuales dirigentes.
El magisterio debe de regresar a sus comunidades con otra posición política, con la convicción de que son personas fundamentales para formar ciudadanía y para ello deben de ser ejemplo. Personas que conocen sus derechos y los defienden, que estudian y se informan, que son ciudadanos participativos con derechos y obligaciones. Ciudadanos que trabajan por la democracia con todo y lo que este concepto conlleva.
El movimiento magisterial no debe de terminar el día que se levante el plantón del centro de la ciudad, se debe de quedar en Chiapas, pero a ser un contrapeso del poder, a construir ciudadanía, a defender la democracia. Lo que definitivamente no queremos que se quede del movimiento es la intolerancia, la falta de respeto hacia otros sectores de la sociedad, pero eso es algo que se debe de ir trabajando en el camino.
Muchas gracias por tus palabras de aliento, los docentes necesitamos que la sociedad comprenda y analice el porque de esta lucha, ya no es una lucha magisterial, es social, el beneficio es para todos. el país ve de mal en peor, ya no se diga la entidad. Esperamos que animícamente y fisícamente seguir en esta lucha.
La nota es muy buena y muy cierta, el movimiento magisterial conlleva a una transformación, ser maestro es un orgullo, y gracias a los maestros la ciudadanía está despertando y los logros que se obtengan, claro que será beneficio para todos. Pero que quede claro que se lograría mucho más si un día todos los mexicanos nos uniéramos y nos manifestáramos en contra del mal gobierno. Se sabe que la mejor manera para derrocar a un gobierno es a partir de su economía, y esto se está logrando, apenas se está empezando a lograr, el gobierno ya está muy presionado por las grandes pérdidas económicas, ellos necesitan sus entradas de dinero, se están sintiendo presionados por todos lados, pero también podemos darnos cuenta que gran parte del movimiento de la economía es por parte del magisterio, si el magisterio no tiene dinero, los demás sectores también se vienen abajo, por eso hay que apoyar a los maestros a continuar con esta lucha magisterial y si todos los mexicanos nos uniéramos, estoy totalmente convencida de que sólo así podríamos echar abajo todas esas reformas que tanto daño harán a todos los mexicanos, es momento de defender nuestra patria, sentir y amar verdaderamente a México.
A eso es a lo que le apuesto. Nada debe ser igual otra vez después de este gran movimiento magisterial. Lo digo porque como ciudadanos ya no deberíamos ser los mismos. Los maestros son el detonante para una transformación social. Si como individuos mejoramos, no dudo que como sociedad tendremos algo mejor para vivir en la profesión que elegimos. Ciudadanos que conozcamos nuestros derechos, los defendamos y cumplir con nuestras obligaciones también.
Gracias Sandra De los Santos.
Muy buena nota, apoyemos al movimiento, no solo con lo moral, ellos necesitan alimentos, agua, me uno para que estos dias estare apoyando