De cómo Chiapas recobró la memoria…
Prontuario
Para Jorge López Arévalo,
que vaticinó este texto.
No se necesitó de la convocatoria de nadie. Ningún cartel, ni pinta ensució las paredes de este paisaje de asfalto. Se respira un aire diáfano sin los sonidos de los altavoces que suelen anunciar el pan caliente o mítines políticos. Los medios impresos y electrónicos sisean. No se necesitó de la convocatoria de nadie, pero el pueblo entero está reunido.
De manera arbitraria pero ordenada, uno a uno iniciaron a recordar a detalle lo que nos robó Juan Sabines Guerrero, esta infamia estaba extraviada en quién sabe qué lugar de la memoria, hoy la hayamos. La cifra reta a la razón: 40 mil millones de pesos es el monto de la deuda pública que nos heredó (cifra extraoficial). Esa lógica frágil estaba por romperse, algo no encajaba en su mecánica, y es precisamente el descaro que no se haya enjuiciado a Juan Sabines.
Un hombre con precisión recordó lo que desayunó el quince de noviembre del 2007, fueron huevos revueltos con camarón, y a su memoria vino el nombre de todo el gabinete de Sabines, cerró los ojos, no comprendía cómo varios de ellos estaban aún en el poder.
Deifilia rememoró todas las mañanas del mundo y de su vida, tiene 94 años cumplidos. Nunca había visto un edificio magno como la Torre Chiapas, como tampoco un fraude de esa dimensión. Duele recordar, asistió.
Esta memoria habría que torcerle el cuello. Y también al miedo, este terrible miedo a la represión, que no nos deja mirar al pasado ¿Cómo no recordar lo que nos hiceron ayer? ¿alguien recuerda algún poema de Jaime Sabines?
No se necesitó de la convocatoria de nadie, pero el pueblo entero está reunido y no sólo adquirió voz sino la memoria para denunciar el robo a mano armada del siglo, y comprender en su exacta dimensión un Estado en quiebra.
Grande el maestro Nandayapa
Este fin de semana debo viajar hacia el Norte del País, es de todos sabido que nos encontramos prácticamente en una «isla llamada Chiapas» no hay opciones para viajar. Repito estamos en una isla. Esto me hace pensar sobre el artículo. El pueblo se asombra ante una pequeña construcción llamada torre, nos asombramos ante una Ruta Urbana con «mini»-buses (ruta 1) disfrazada de nuevas unidades. Nos «la creemos» cuando dice el gobierno que somos los número uno en educación, numero uno en Empleos, los primeros en producir Biodisel, los número uno en protección civil y le podemos seguir con muchos número uno…
Y esto me lleva pensar de nuevo de que estamos en una isla, con toda razón, los gobiernos hacen algo que pueda asombrar y entretener al pueblo que no ve mas allá de esta isla. Ojalá que se aprenda la lección en todo lo que sucedio en el sexenio del reciente pasado.