A modo de caballeros y damas de mesas redondas con espada en ristre

La Perro Reporteril es otra de las plataformas de encuentro, expresión, debate y conjunción de ideas y propuestas de un grupo de periodistas chiapanecos, ocupados en los procesos democráticos de la información y los alcances posibles del periodismo actual.

El sitio virtual donde converge esta comunidad disímbola,  tan próxima en perspectivas,  es uno de los pocos espacios de convivencia estrecha, permanente y creciente del gremio de tecleadores.

En La Perro Reporteril  prevalece el sentido original de la agenda, que es la apreciación informativa, la discusión crítica del pensamiento contemporáneo y del acontecer público, sin omitir el chascarrillo jocoso, alegre y amistoso de sus integrantes.

Hombres y mujeres   de  la pluma,  el micrófono y la cámara, que viven, observan y analizan, encuentran en este foro, opciones y alternativa para coincidir y disentir en  temas   de competencia periodística, al igual que a la curiosidad intelectual,  que es primer escalón al conocimiento, a sus interrogantes civilizatorios y de riqueza humana.

Miradas perspicaces y agudas que buscan atrapar casi todo para volcarlo a toda hora en la arena  de La Perro Reporteril, donde reglas no escritas de respeto, tolerancia y mucho diálogo, construyen las discusiones de cada periodista lanzado al ruedo de la opinión.

En estos encuentros no hay comentario superfluo por  intrascendente que pareciera, cuando  conlleva el enjuiciamiento y la crítica al gobernante, al político, al servidor público.

Los silencios de quienes no participan en algún momento, son incluso, motivos de reflexión para nutrirse de  aportaciones que servirán  al nuevo proyecto de investigación o de escritura periodística.

No hay pues tuétano  despreciable ni desperdiciado en tales juicios, en donde casi siempre la clase política pierde por la acumulación de sus yerros,  sus prácticas corruptas e impunes.

La Perro  Reporteril  pone en  vitrina  a  quienes ostentan el poder político y fáctico.

Se les muestra en lo escurridizos que son, al poner la cara amable para ejercer la crueldad de su engaño, la perversidad de su demagogia en suscorrerías  de rapiña y menoscabo a la confianza y credulidad ciudadana.

En esta red cazadora,  que  es fortaleza de periodistas  se consigue afortunadamente  reunir  visiones, ideologías y hasta sentimientos y emociones.

Este gremio diverso de  andasolos,  misántropos, tecnólogos,posmodernos, románticos y  corregidores convive   con su crítica que pugna por la justicia y la igualdad, como valores preponderantes en sociedad.

Parapetados en las  atalayas y almenas de La Perro Reporteril  los periodistas  aprenden y confirman  el ensayo permanente de faltarle el respeto  al gobierno,  como síntesis  del  contra poder que debe ser  la esencia del periodismo.

Negarle el respeto a los  gobiernos, sin importar su rango; todos, sin excepción  están obligados por ley y moralmente a servir bien, sin que deba agradecérseles o reconocérseles por su labor, ni siquiera por equivocación o repentino sentimentalismo.

 Desmitificar y exigir al gobierno que asuma su papel original de servir al pueblo que es el mandatario original y depositario de la soberanía y  a quien le asiste el derecho y las facultades para elegir, ratificar y rechazar a cualquier autoridad.

 A ser valientes, con la fuerza de la razón y el argumento persuasivo; que la pluma y los otros instrumentos del periodismo sirvan a la gente, enfrenten al déspota  arbitrario  y resguarden al débil y al desamparo  de la injusticia y los abusos

Estos son algunos postulados y acciones  aceptados y practicados en La Perro Reporteril. A modo de caballeros y damas de mesas redondas con espada en ristre, lanzan sin decirlo mucho que son todos en uno.

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