Violencia política en contra de las mujeres en Chiapas
En Chiapas el discurso de que las mujeres son prioridad no sólo está gastado, sino a estas alturas resulta increíble. Las políticas públicas de gobierno para empoderar a las mujeres en los diferentes sectores, simplemente, no existen. El gobernador del estado, Manuel Velasco minimizó a las mujeres en su gabinete. Y su partido, el Verde Ecologista de México, con estrategias por demás cuestionables lograron colocar en el Congreso del Estado a dos hombres –Fernando Castellanos Cal y Mayor y Ángel Córdova Toledo- en espacios que eran para mujeres.
Hoy, se cumplen 60 años del voto femenino en México. En Chiapas el voto se otorgó desde 1925, antes que se diera a nivel federal. A pesar de que las mujeres son mayoría en el padrón electoral, los espacios que ocupan en los Poderes de Gobierno son limitados.
Las acciones afirmativas que se han realizado para promover la participación política de las mujeres son burladas por quienes ahora están en puestos de decisión. Llegaron a esos cargos por el voto femenino y pasaron sobre ellas.
El Código de Elecciones y Participación Ciudadana señala que la lista de plurinominales debe de ser encabezada por mujeres en cada circunscripción con la finalidad de impulsar la participación política de este sector, pero el PVEM logró hacer que en dos circunscripciones las mujeres que encabezaban la lista renunciaran y así pudieran subir dos hombres, que en este momento tienen puestos estratégicos dentro del Poder Legislativo: Fernando Castellanos Castellanos Cal y Mayor la Junta de Coordinación Política y Ángel Córdova Toledo, la presidencia de la Comisión de Vigilancia.
En Chiapas solo dos de las 122 presidencias municipales son ocupadas por mujeres. En los cabildos de los diferentes municipios sólo una de cada cuatro regidores es mujer.
En el Congreso del Estado la LXV Legislatura es la que más mujeres diputadas ha tenido en la historia del Poder Legislativo Local; pero las congresistas, una vez más, fueron desplazadas de diferentes comisiones en el Poder Legislativo.
Desde que empezó la legislatura ninguna mujer ha ocupado alguno de los dos cargos de gobierno del Congreso Local.
En las principales comisiones del Congreso: Gobernación y Puntos Constitucionales, Justicia y Hacienda la mayoría de sus integrantes son hombres, en cada comisión solo hay una mujer y todas de vocal. En la comisión de vigilancia no hay una sola mujer.
La forma en cómo los 41 diputados locales se repartieron las comisiones no solo tuvo que ver con la representación que tienen los grupos parlamentarios y el perfil profesional de cada uno, sino también pesó el imaginario de los legisladores sobre los roles de género, muestra de ello es que las mujeres fueron desplazadas de las comisiones con mayor relevancia en el Congreso Local así como las que tienen que ver con el desarrollo del campo y la propiedad de tierras. En cambio fueron consideradas en las de equidad de género, atención a la mujer y grupos vulnerables, educación y cultura, seguridad social y editorial y relaciones públicas, las cuales tienen que ver más con el rol tradicional de género de las mujeres.
La participación política de las mujeres se ve limitado por la cultura patriarcal. Las mujeres, por un rol tradicional de género, han sido relegadas a los espacios privados así que su participación pública continúa siendo escasa.
La doble y hasta triple jornada laboral les impide a las mujeres poder participar políticamente. Entre cuidar a los hijos, los quehaceres domésticos, el trabajo fuera de casa, a las mujeres se les es, prácticamente, imposible participar en política, un espacio que se han apropiado los hombres.
Si a todo esto le sumamos las acciones patriarcales que se promueven desde los propios Poderes de Gobierno, el que las mujeres participen en política se vuelve una hazaña.
A 60 años del voto femenino en México queda claro que todavía falta mucho por construir y que, lamentablemente, los Poderes de Gobierno en Chiapas no son aliados en esa construcción. Se les debe de recordar, diariamente, que la participación política es un derecho ganado por las mujeres y se debe de respetar.
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