Sobrevivir en Tuxtla
La ciudad no solo se ha llenado de baches, sino de problemas. Se padece falta de agua, de alumbrado público, de espacios deportivos –y eso que estamos en el sexenio del deporte– y lo más grave, el crecimiento espeluznante de la inseguridad y la delincuencia.
No son meras especulaciones. De acuerdo, a la información que conocimos la semana pasada, Tuxtla Gutiérrez comparte con Zacatecas, Oaxaca, Tehuacán y Acapulco los peores indicadores nacionales de servicios básicos municipales y desempeño de sus alcaldes.
La empresa encargada de realizar el estudio, el Gabinete de Comunicación Estratégica, que es seria y goza de prestigio, explicó que los satisfactores que se estudiaron fueron movilidad en la ciudad, mejoramientos percibidos en un año, servicios de recolección basura, mantenimiento de parques, desazolve de drenaje y pavimentación, entre varios aspectos más (Consulte el dossier: http://www.gabinete.mx/site/sites/default/files/pdfs/GCE_DOSSIER_CM.pdf).
Las ciudades mejor evaluadas fueron Querétaro, Monterrey, Mérida, Colima, Hermosillo, La Paz, Saltillo, Los Mochis, Aguascalientes, Piedras Negras y Tampico.
Como podemos ver, hay ciudades preciosas, como Zacatecas y Oaxaca, que no obstante el patrimonio histórico que poseen, son muy mal evaluadas por sus habitantes.
El caso de Tuxtla es patético y triste, porque ha sido víctima de la corrupción, que inició con Juan Sabines, se prolongó con Yassir Vásquez y continúa con Samuel Toledo.
Tal parece que no tenemos salvación. Y lo peor: la inseguridad se ha incrementado. El fin de semana, un taxista, con número económico de unidad 4929, robó y violó a una joven pasajera.
Pese a la mala noticia, la joven tuvo el valor de denunciar a su agresor, de quien no se sabe si ya fue detenido, o va a ser necesario, como sucedió hace 15 días, que la víctima tenga que perseguir y encarcelar al delincuente.
No es raro que una ciudad abandonada, sin alumbrado, sin autoridad, el crimen la decomise para sus propios fines. Hacia allá vamos.
La ciudad apesta a mierda por todos lados, las calles son una porquería, el trafico lleno de prepotentes y abusivos conductores y la autoridad solo sale en las fotos de los medios a decir que Tuxtla es el mejor lugar para vivir. Cuando basta salir un poco del estado para darnos cuenta que somo tercermundistas del tercermundo.