Pena de muerte a narcotraficantes
Dos jóvenes de Sinaloa estaban en la fábrica de metanfetaminas en la selva de Myanmar (antes Birmania, país asiático ubicado en la península de Indochina).
Cuando la policía antidrogas entró al laboratorio sólo estaban los dos hermanos González Villareal y 29 kilogramos de metanfetamina pura, con un valor de mercado de 15 millones de dólares.
Ellos declararon que sólo estaban limpiando el laboratorio. A pesar de las peticiones de clemencia fueron sentenciados a pena de muerte por ahorcamiento público.
La Oficina Antidrogas de Myanmar tomó en cuenta en su análisis de caso los vínculos del rey de la pseudoefedrina Zhenli Ye Gon con el cártel de Sinaloa, y los crecientes lazos internacionales de los cárteles mexicanos en Asia y África.
Muy cerca de Myanmar, aquí en Bali, Indonesia, Lindsay Sandiford, de 56 años, ha sido sentenciada a pena de muerte.
Las autoridades pronto estarán preparadas para llevarla a la prisión donde atan a los narcotraficantes, les cubren los ojos y son asesinados por un escuadrón policiaco.
Lindsay, apodada la “narcoabuelita”, llevaba consigo 10.6 kilogramos de cocaína pura ensamblada en la entretela de su maleta. Al llegar desde Tailandia a Bali con la droga con valor de 1.6 millones de libras, fue arrestada en el aeropuerto de Denpasar.
Por el momento hay 40 personas extranjeras esperando su turno para ser ejecutadas por traficar droga a Indonesia. La última ejecución se llevó a cabo en 2008 y sólo el presidente puede decretar el perdón de la muerte y disminuir la sentencia a 20 años.
Sandiford explicó que los narcotraficantes la amenazaron en Tailandia con dañar a sus nietos si no llevaba la droga, pero el panel de jueces decretó en la sentencia: “Esta mujer ha dañado la imagen de Bali como un destino turístico y sus acciones han debilitado la lucha de este gobierno contra el narcotráfico”.
La República de Indonesia, un bello país ubicado entre el sureste asiático y Oceanía, tiene las leyes antidrogas más severas del mundo. No es para menos, se encuentra en el histórico triángulo dorado del opio, entre Afganistán, Laos y Myanmar, que producen toneladas de esa droga ilegal (no fabricada para medicamentos), que es exportada a todo el mundo.
La mariguana sigue siendo la droga que más se consume en esta región por su bajo precio y accesibilidad; pero llevar mariguana, aunque sea en dosis personal en cualquier país de esta región, es castigado hasta con 10 años de cárcel. Los extranjeros creen, equivocadamente, que la ley no será tan severa con ellos.
China y Myanmar son los dos países que más metanfetaminas producen y distribuyen en la región. China es el país que más precursores de metanfetamina envía a México, y la presencia de los cárteles mexicanos, como socios compradores de estos químicos en la zona, está bien documentada.
Los fabricantes de drogas duras de Myanmar son ex militares, sacan la droga a través de la frontera con Tailandia para enviarla a sus vecinos. Yo pasé por esa ruta investigando traficantes.
Indonesia y sus paradisiacas islas llenas de turistas es un preciado destino para los narcotraficantes. La Oficina de Control de Narcóticos de Indonesia reporta el aumento en el consumo de anfetaminas (ATS) y metanfetaminas (MDMA).
La epidemia de VIH/Sida en esta región sigue directamente relacionada con la inyección de derivados de opio y el intercambio de agujas entre personas consumidoras de drogas. Ya que el consumo está penado, el gobierno no da facilidades, como hacen otros países, a quienes usan jeringas.
El 76 por ciento del opio y heroína llega a Indonesia desde Afganistán y Myanmar, y el 2 por ciento llega de México. Nuestro país sigue siendo el más grande productor de opio del continente americano.
México e Indonesia tuvieron importantes intercambios comerciales el año pasado por 1.2 mil millones de dólares. Ahora, con la reciente visita de Peña esta semana, se han firmado acuerdos para mejorar las relaciones bilaterales y facilitar el comercio.
Peña Nieto hace unos días acordó con el presidente Susilo Bambang Yudhoyono que México colaboraría en la lucha para prevenir la evasión fiscal empresarial y el lavado de dinero en Indonesia.
Un corresponsal extranjero plenamente familiarizado con la ausencia de Estado de Derecho en México, con la fallida guerra contra el narcotráfico, la impunidad y la corrupción de poderosos miembros del PRI, se preguntó cómo hará Peña para prevenir el lavado de dinero en el extranjero si en México ni siquiera lo ha intentado.
Los acuerdos comerciales legales y turísticos son muy valiosos y seguramente se llevarán a cabo; pero es mejor que la autoridad de Indonesia no crea la palabra del Presidente cuando de lucha anticrimen se trata.
Sin comentarios aún.